Con admirable soltura, Juan Luis González ha escrito un libro que podemos adscribir a varios géneros.

Por un lado, es la biografía no autorizada de Javier Milei, economista neoliberal con varios libros publicados, panelista o tertuliano de los platós televisivos y estrella política de la Argentina actual.
¿El próximo presidente de la República?
Nos las vemos con El Loco, todo un personaje, dicho esto en el sentido dramático de la expresión. Nos las vemos con un excéntrico de la vida, de la política y de los medios.
Milei dice profesar el anarcocapitalismo, según el cual el Estado debe ser reducido a su mínima expresión.
Por ejemplo, propone acabar con múltiples ministerios, con el Banco central. Propone, en fin, privatizar por entero la educación, la sanidad, etcétera.
A la vez, el libro de Juan Luis González es un extenso reportaje periodístico redactado con habilidad y sin apenas desmayos. El lector avanza sin tropiezos.
Hay que admitirlo: el autor es insistente al subrayar ciertos aspectos de Milei. Sin embargo, las inevitables reiteraciones de la obra no sobran.
Paradójicamente ayudan a forjarse una idea aproximada y cabal de un carácter insólito, contradictorio, en verdad extravagante.
A Milei, que dice ser claro, transparente, se le ven muchas sombras de dudosa rectitud moral.
Por ejemplo, las acusaciones de plagios reiterados; o, por ejemplo, el mercadeo de cargos, de candidatos. En fin, corrupciones, viejas corrupciones.
Por otra parte, según lo indicado, el volumen de González es una investigación documentada. Realiza un abundante rastreo material y personal, con resultados polifónicos.
¿Polifónicos?
Sí: son muchas las voces convocadas en este libro, muchas voces que se complementan o se replican a la hora de trazar el perfil de Milei.
La obra de González es, en fin, un thriller político trepidante: nos presenta la trayectoria de un dirigente nuevo, que sorprende o escandaliza a propios y extraños.
Vemos a un político que dice aspirar al libertarismo, pero al que pronto se le imputan formas y fórmulas de viejas prácticas.
Por ejemplo, la compra o la venta de puestos en sus filas y el nombramiento o la cooptación de miembros de la ‘casta’, a la que él mismo dice querer patear o expulsar.
Por último, el libro de González es también una introducción breve al fenómeno histórico de la Nueva Derecha, de la nueva-vieja extrema derecha.
Me refiero a esos libertarios que se vuelven confesionales y reaccionarios conforme ultiman sus planes de gobierno o lanzan sus prédicas morales.
Hay aspectos de la vida privada y de las ideas y concepciones de Javier Milei que no quiero revelar (Dios, sus mastines, el esoterismo, etcétera).
Esas extravagancias hacen más chocante o repulsivo el perfil de candidato.
Sin duda, Juan Luis González no simpatiza con El Loco, pero no por los apriorismos o sesgos del periodista, sino por lo que va descubriendo con su pesquisa.
El libro, al que se le pueden poner pegas, es una lectura apasionante con un brillante resultado.
¿A quién descubrimos?
A un individuo de conducta errática, excéntrica, que ha sabido aprovechar sus apariciones televisivas para crearse una imagen de presunto antisistema.
No sólo dice cosas políticamente incorrectas, sino que además las espeta faltando, gritando, gesticulando. Las suelta retando, acusando o simplemente denigrando a ciertos periodistas que no le son afines.
Mucho gerundio.
Y mucha puesta en escena de gran aparato y ruido, de gran histrionismo por parte de quien se presenta como El Pelusa.
En efecto, está dotado de una increíble o envidiable mata de pelo enmarañado. Esa cabellera parece propia de un sabio loco, la de un Mad Doctor de la economía.
Lo llaman El Loco o El León: sus rugidos atraen a numerosos espectadores.
Ha sido así durante años: con periodistas afines en programas de máxima audiencia. Y con su hermana Karina… como estratega y médium. Sí, médium.

Selfi: Karina Milei

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