¿A quién votamos? Suicidio y religión

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1. Las encuestas y las elecciones

En los últimos días ha vuelto discutirse sobre la mentira o la manipulación que habrían precedido a las elecciones del 14-M; ha vuelto a debatirse agriamente sobre el papel de la información. ¿Cómo recolectamos datos políticos los votantes? La realidad ordinaria del sistema electoral prueba aquí y allá que los ciudadanos solemos ser perezosos, que tomamos dichas decisiones con escasísimos antecedentes, que no solemos hacer el esfuerzo de averiguar qué dicen minuciosamente los programas. El incentivo para informarnos bien… es escaso. De entrada, los partidos suelen contravenir una parte de sus programas, por lo que examinar cuáles sean esas promesas es tarea vana y así, sabedores los votantes de lo poco que vale nuestro esfuerzo informativo, no cosechamos datos y más datos.  

¿Ocurre lo mismo con las encuestas? ¿Obramos en consecuencia al saber qué respaldo demoscópico y qué adición tendrá nuestro partido? En teoría, al averiguar que el resultado probable será X y que al mismo contribuye nuestro sufragio, entonces votamos de acuerdo con esa expectativa para sumar o para restar. En la práctica, el conocimiento demoscópico no nos da un mapa, sino un conjunto inestable  de tendencias que pueden confirmarse  o cambiarse justamente porque se saben o aunque se sepan. ¿Por qué razón? Porque ese conocimiento no garantizaría que las previsiones se cumplieran, ya que precisamente por tener pistas cambiamos o reforzamos el voto, con lo que podemos desmentir o aumentar el dato previo, sin que haya demiurgo que pueda cambiar la suma de nuestras papeletas. De existir sondeos hasta el último día, ¿a qué le achacaríamos los resultados? ¿Al conocimiento o al desconocimiento?

Hace años, para poder estudiar la acción social, Raymond Boudon habló de los llamados efectos de composición. ¿A qué se refería? A las consecuencias imprevistas de la acción que tan frecuentemente contrarían nuestras intenciones, a aquellas que son producto de una combinación que nadie gestiona. Yo tengo una determinada intención cuando voto, intención que puedo adaptar a los resultados que creo previsibles reforzándolos u oponiéndome a ellos. Si lo pensamos bien, estos cálculos no me han obligado a hacer un estudio previo de los programas ni a pasarme horas y horas ante el candidato aceptando o negando lo que dice: me fío de mi intuición y de mi experiencia, sabedor de que no puedo dar mucho crédito a las promesas que figuran en las declaraciones partidistas.  

Y esa actitud de difidencia no está en relación directa con tener o no tener estudios, sino con la desconfianza, una actitud de suspicacia instintiva que se acrecienta en situaciones excepcionalmente complicadas. Por eso, lo que yo haga, esto es, conjeturar sobre los resultados para votar con o contra la corriente presumible, también lo harán otros, con lo que la incertidumbre de la suma de sufragios aumentará, como así fue en una circunstancia electoral extrema –la del 14-M– en la que cualquier vaticinio era posible, en la que el recelo fue la norma y en la que la combinación era cualquier cosa menos evidente.

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2. Suicidio y religión

 Cuando nos preguntamos acerca del suicidio, acerca de los factores que lo provocan, acerca de su contexto social, es habitual que nos sirvamos de Émile Durkheim. Publicó El suicidio en 1897, una obra clásica de la sociología, pero ya antes, desde la década precedente, se había interesado por el tema y por la prolija literatura que por entonces lo acompañaba.

 Un aumento notable de suicidios, decía hacía 1888, testifica un serio trastorno de las condiciones orgánicas de la sociedad. La obra de 1897 era un intento serio, muy serio, de análisis social y de taxonomía. Preocupaba a Durkheim, en primer lugar, analizar la distribución geográfica tratando de verificar la relación que se daría entre índice de suicidios y adscripción religiosa. Así observaba que en los países de tradición católica era más bajo ese indicador que en los de confesión protestante. ¿A qué podía deberse dicha correlación?  

La explicación, decía Durkheim, no puede proceder del distinto grado de condena que el suicidio provoque en ambos credos, pues catolicismo y protestantismo lo sancionan sin más. La solución proviene de las diferencias en la organización social de las Iglesias. La disparidad fundamental procede de la promoción protestante del libre examen, del individualismo sin ataduras. Por el contrario, el catolicismo se organiza en torno a la comunidad, en torno a una jerarquía tradicional cuya autoridad se expresa en el dogma, en la regulación colectiva sobre el creyente. El protestante se encuentra a solas con Dios: como dice Durkheim, “lo mismo que los fieles, el ministro no dispone de otra fuente que él mismo y su conciencia”, lo que se traduce en que las confesiones protestantes tengan “un integración menos firme” que el catolicismo.  

De todo ello infiere el sociólogo que la cuota de suicidios depende estrechamente del grado de integración (es decir, del nivel de dependencia y de relación, de obligación para con otros) y del grado de regulación (esto es, del nivel de coerción y de restricción que los ministros de la Iglesia tienen sobre los creyentes). Así, en principio, sería menor el índice de suicidios entre los católicos casados, con trabajo y con un cierto número de hijos.  

Durkheim estableció básicamente tres tipos de suicidio. Tendríamos, en primer lugar, el egoísta, resultado de una ‘solidaridad insuficiente’, el propio de quien no se siente atado a una colectividad que le defrauda, el propio de aquel individuo que se ve abandonado a sus propias fuerzas sin fuentes de apoyo socialmente estructuradas, cosa que le hace irresponsable: “el yo individual se afirma con exceso frente al yo social y a expensas de este último”. Tendríamos, en segundo término, el suicidio altruista, característico de quien se siente tan integrado en su comunidad que da la vida por sus prójimos, característico de las sociedades tradicionales con fuerte implantación de la conciencia colectiva. Tendríamos, en fin, el suicidio anómico, que es el que practica quien experimenta una falta total de normas, de valores, el que practica quien nota una falta de reglamentación moral. En cualquiera de los casos, el suicidio lo pensó como hecho social, como algo que es comprensible exteriormente, más allá de la disposición individual, de los impulsos y designios de quien se arrebata la vida. Así, Durkheim observaba que la asiduidad de los suicidas suele acrecentarse en aquellas circunstancias en que menores compromisos sociales, laborales, familiares tenga a su cargo el sujeto o cuando menor sea la restricción colectiva, el freno que recaiga sobre él.  

El sociólogo francés no habló  –no pudo hablar– del suicidio en la sociedad islámica. Menos aún pudo hacerlo sin conocer de cerca qué pasa cuando fracasa la secularización: cuando ese proceso de adaptación laica o aconfesional son reemplazados por una islamización que ataca todo principio de modernidad.

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3. Un artículo sobre el islamismo en el Magreb. Prosa torturada, error y prejuicio del autor: Rafael L. Bardaji: Al Qaida a las puertas.

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4. 14 de abril…

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5. Lo que falta cuando se hace turismo cultural en Valencia:  

artículo de JS en Levante-Emv, 13 de abril de 2007

  1. Justo; esto que escribes es sesudo pero no te mojas!

  2. Yo creo que J Serna se moja cuando escribe en el blog

  3. Soy una persona política (no creo en el apoliticismo) pero no hago demasiado caso a lo que los políticos prometen en sus programas electorales ni a lo que vaticinan las encuestas preelectorales; también yo me fío, como Justo Serna, por mi intuición y mi experiencia; por ello, voto siempre al mismo partido, al que defiende algunas de mis ideas y las intenta llevar a la práctica, entre ellas la del republicanismo, aquella república que se proclamó un día como el de hoy de hace 76 años y que muchos añoramos, aunque no hayamos vivido en aquella época.

    Para Pavlova, que sé que también es republicana, le copio un poema brevísimo de un escritor galego poco conocido, Paco Souto, de su libro “As horas de María”.

    14 ABRIL DE 1931

    Canto durará esta luz?

    Saludos republicanos.

  4. Rectificación gramatical: donde escribo «me fío por mi intuición» quería decir «me guío por mi intuición».

  5. Es cierto que en la época en que Durkheim redactó su «El Suicidio», que leí en mis años mozos, el autosacrificio de tipo islámico no estaba de actualidad en Occidente, aunque se practicaba desde tiempos remotos como componente fundamental de la Yihad. En la Edad Media existió incluso la secta llamada de los «haschassin» de cuyo nombre deriva la palabra «asesino» y que se deriva del «Hasch» o «Haschisch» que fumaban anbundantemente antes del sacrificio. Así mismo, la larga marcha o Yihad armada de Mohammed hacia occidente y su conquista del Norte de Africa y parte de la Hispania entonces goda, se realizó a base del desprecio suicida de la vida por parte de sus guereros fanatizados y/o convenientemente drogados por la religión y el cáñamo inhalado.
    Por otra parte, existe el suicidio de los ateos, racional y sin ligazón alguna con compromisos estructurales con iglesia alguna, realizado porque se juzga que la vida en determinadas condiciones no merece la pena ser vivida, o el suicidio de determinados pueblos primitivos que todavía alientan en algunas latitudes, donde los ancianos liberan a su tribu del coste de su cuidado y alimentación caminando solos hacia los hielos polares, las arenas del desierto o las aguas del mar. Tendríamos que añadir el contemporáneo, y legal ya en muchos países, derecho a poner fin a una vida sin futuro médico ni condiciones de felicidad humana.
    ¿Qué mas? Se me ocurren muchas cosas, pero ya en el aspecto político que se está tocando aquí, confieso que mi voto, siempre de izquierda, lo deposito cuidadosamente después de analizar ese delicado entramado de relaciones sociales y políticas que construímos a diario con nuestros actos y que se llama realidad. Siempre dentro de la izquierda, mi voto puede ir, en España, al PSOE o a Izquierda Unida, dependiendo de las circunstancias políticas y del ámbito administrativo. Es posible que en la Comunidad de Madrid, y no tengo empacho en declarar mi voto, procure que salga elegida Inés Sabanés y no Simancas ni Aguirre, votando a Izquierda Unida, votaré en blanco o nulo en el pueblo en que vivo, Alcobendas, y en las generales lo haré al PSOE. Voilá: Pienso que no se nace con el voto uncido a la mano. Si existese en España una Izquierda Republicana, con democracia interna, tolerante, voltairiana, donde la ciudadanía y sus valores, junto con la soberanía popular —como ya está escrito en la Constitución, negro sobre blanco— fuesen los principios fundamentales, a ese partido iría mi voto.Pero siempre dependiendo de cuál hibiese sido el comportamiento público y personal de sus dirigentes y candidatos.Viva el 14 de abril. Viva la República. Viva el pueblo soberano.

  6. He leido el artículo de Bardají que Serna nos propone. Bardají es de GEES. Uno puede ser neocón, pero no escribir tan mal ni hacer un análisis con tan pocas luces.

  7. El post de Justo Serna crece a lo largo del día; cuando escribí mi comentario sólo estaba el primer punto.

    Estoy de acuerdo con Miguel Veyrat en lo que comenta sobre el suicidio, sólo haría una matización, creo que la eutanasia no es un suicidio, es un derecho que tenemos todas las personas, nadie puede impedirnos tener una muerte digna.

    Está claro que adquirimos nuestra experiencia observando la realidad, así que yo también voto con tu mismo criterio, Miguel, aunque, si viviera en la comunidad de Madrid, tendría problemas para votar, a lo mejor hasta votaba a IU.

    Cómo sigo esperando que la editorial Calima mande a Coruña el libro que le encargó mi librero hace casi 15 días, no sé, Miguel Veyrat, si escribiste algún poema relacionado con la República, así que no puedo copiar ningún verso tuyo. Otra vez será. Un saludo.

  8. Llego de la manifestación del 14 de abril (nunca se pierde la esperanza) y sigue mi contento aquí con el magnífico artículo de Justo Serna y con el enlace que nos pone de El País.

    Mi voto ha sido siempre para el PSOE, salvo la primera y temblorosa vez, que fui romántica y voté ARDE, después, ni un voto perdido, ni uno solo y sólo voto lo que tiene cierta posibilidad.

    Fuca, ese verso único y esperanzado, que constituye el poema completo, me ha llegado al alma. Ha sido el mejor regalo que podía tener hoy. Sabes bien por qué. Tomo tus manos, que jamás he tocado y te miro a los ojos que yo nunca he visto para decirte. Gracias.

    Pongo aquí una pequeña ilustración para todos. No sé si saldrá. Lo hago con el sistema que sirve en otros sitios.

    [img]http://www.profesionalespcm.org/images/Republica/BanderaRepublicanaMovimiento2.gif[/img]

    Y, mientras a Fuca le llega su libro:

    César Vallejo

    ¡Cuídate, España, de tu propia España!
    ¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
    cuídate del martillo sin la hoz!
    ¡Cuídate de la víctima apesar suyo,
    del verdugo apesar suyo
    y del indiferente apesar suyo!
    ¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
    negárate tres veces,
    y del que te negó, después, tres veces!
    ¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
    y de las tibias sin las calaberas!
    ¡Cuídate de los nuevos poderosos!
    ¡Cuídate del que come tus cadáveres,
    del que devora muertos a tus vivos!
    ¡Cuídate del leal ciento por ciento!
    ¡Cuídate del cielo más acá del aire
    y cuídate del aire más allá del cielo!
    ¡Cuídate de los que te aman!
    ¡Cuídate de tus héroes!
    ¡Cuídate de tus muertos!
    ¡Cuídate de la República!
    ¡Cuídate del futuro!…

    Poema incluido en el libro «España, aparta de mí este cáliz». Entre los años 1936 y 1937.

    Para ti, Fuca, el último verso de Don Antonio Machado, el que estaba en el bolsillo de su abrigo raído, camino del exilio, de la nada, cuando ya casi muerto, aún recordaba los luminosos días de esperanza y de infancia y, con su íltimo aliento, nos escríbía un verso.

    Estos días azules y este sol de la infancia.

    ¡Salud y república! :-)

  9. Ni mi banderita en movimiento ni el emoticón que sonríe. Qué le vamos a hacer

  10. Por supuesto, querida Fuca, yo no quería hablar de un supuesto penal, sino del suicidio desde el punto de vista etimológico. Suicidio, darse a uno mismo la muerte. pero estoy de acuerdo contigo. No sé cuál de mis libros habrá pedido tu librero, pero sé que con «Babel bajo la Luna», el último, hay ciertos problemas puesto que es asignatura curricular del último curso de licenciatura en Filología Hispánica de la Universidad de Amiens: Resultado, que la catedrática Françoise Morcillo, que además es mi traductora al francés, como la de Colinas, Villena, Carnero et altera, pide cada curso un número de ejemplares para sus alumnos que disminuyen la escasa tirada que tienen los libros de poesía. Si no lo consigues, pídele mi email a Justo Serna y me envías tu dirección pues me queda algún que otro ejemplar. Y creo que siempre es mejor que lo tenga un persona que «de verdad» lee y ama la poesía.
    Muchas gracias a Pavlova por su recuerdo al gran Vallejo y su vibrante y conmovedor poema que alzó nuestros corazones durante el franquismo y que todavía los conforta en horas bajas. Os envío uno que en su homenaje y a León Felipe, entreverando algunos versos suyos con los míos y los de otro gran poeta francés, Jacques Darras, aparece en mi libro mencionado. Este poema, tras ser seleccionado por el PEN Club para representar a España en Europa, fue censurado por un funcionario europeo del partido fascista de Heider, en aquellos momentos en coalición con el partido gobernante en Austria, y que presidía la Unión Europea durante del semestre de turno.Se titula «Europa Republicana y Estoica», que puedes encontrar escribiendo mi nombre y apellido en Google, pero que dice así:

  11. Lo siento, me falló el sistema.
    http://www.nodo50.org/mlrs/weblog/pivot/entry.php?id=116#body
    Lo podéis encontrar aquí, además de su historia de la neocensura nazi en la liberal Europa, pero lo reproduzco:

    Europa republicana y estoica: Horizonte fluvial por la Vía Láctea
    remontando los ríos de Europa de la mano
    de León Felipe, junto a Jacques Darras y César Vallejo.

    (Con fuoco-parlé-marché)

    ESPAÑA mira de nuevo hacia arriba por el pozo viscoso de la historia
    Allá en el disco apagado de la noche una voz una estrella al fin nos llama
    Rotas las harcas blancas dispersos los clanes rojos
    Esta vez ya pierden todos
    Caballero el que se esconde y el que huye
    Jugadores de Ventaja y el tramposo
    El garitero y el matón
    Obispos buhoneros volved las baratijas a su sitio los ídolos al polvo
    Y la esperanza al mar
    Ríos impasibles bajan llamando a juntarse
    En un estuario de romance y germanía
    Tu palabra proscrita suena ahora
    En húngaro celta caló lituano o vallecano sajón
    Aventando sus acentos por si queda luegoluego
    Tensa lengua virgen que cruzara el río por fablar lengua del otro
    Y abrir caminos nuevos sin más oficio que romera
    Romera sin otro nombre ni pueblo alguno
    Mas ¿Por dónde remontar tanta corriente de la historia y geografía
    León Felipe? No bajan los ríos hasta España con renuevos
    Los Pirineos los detienen los desvían y se quedan en Europa
    Y si alguno brota en la vertiente
    Equivocada se marcha para arriba el Bidasoa podría
    Encolar de nuevo a la Galia y Sepharad pero es de Euzkadi
    Que después de inventar el castellano para ensanchar más Españas
    En la alfombra mágica del mar fundando Chile
    Y los jesuítas dar vueltas y más vueltas al mundo en la cáscara de nuez
    De la nada descubrir océanos presidir la Cocacola de la nada
    Guerreros y pastores curas y arrantzales de universos
    Los mandarines nacionales encerraron de nuevo a la aldea en caserío
    Y al éste y el aquél
    Y al país en un corral rama dorada reinjertada en Nemi Arbola Gernikako
    ¿Cómo haremos para hablar en europeo?
    En España los ríos también son horizontales
    Como el tiempo lamen las quebradas y se van a navegar a Portugal
    O a besar Mediterráneos cuando no deslíen mansos hacia el sur
    Buscando ayuso el viento del estrecho que aún habla algarabía con desmayo
    ¿Cómo haremos? En la celda en lo sólido también
    Se acurrucan los rincones y no tenemos Rines Dwinas
    Volgas que crucen las fronteras como lenguas ni Escaldas Danubios
    Loiras que surcan cada día el pecho del poeta Jacques Darras
    Ni Ródanos ni Tíberes
    Benditos porque aquí tan sólo un Ebro macho divide países
    Enteros secretamente internos
    Y el Douro con el Tajo se nos ríen
    Ocultos trasosmontes al hacerse navegables
    ¿Cómo cómo iremos de Gibraltar a Inglaterra
    La vieja raposa avarienta?¿Cómo adorar los Flandes sin degollar primero
    A los Carlos Albas y Felipes?
    ¿Cómo la dulce Francia Alemania fiera
    Y la suave Italia vendrán sin encontrarse con Españas montaraces?
    ¿Cómo cuándo encantará Sigfrido a Margarita de Navarra?
    ¿Cómo Juan Boccacio posará para Velázquez?
    ¿Durero retratando al Arcipreste? ¿Festejará Ausiás March
    A la papisa Juana? ¡Goya pintará con brío las fazañas de Mijail Viteazul!
    ¡Arroyo iluminaría la Purísima y Murillo la cabeza de Lutero!
    ¡Munch los Comuneros de Castilla y Ribera los canutos de Lyon!
    Cabezón ya va instruyendo a Bach en el arte de la fuga
    Freud y Jung analizan a Unamuno Azaña y a Carrillo
    Mientras Nazim Hikmet le compone una ordalía a Juan de Austria
    Y Virgilio susurra a Góngora inspirar directamente a Mallarmé
    En luminoso rodar de dados por mente y geografía
    ¡Nos haremos juntos catedral de bruma al sol de las Españas!
    Evaporen nuestros sesos nubes rojas gris acero velazqueñas
    Y así naveguen para llover torrenciales
    Dando voces a los gritos que ensanchan las vocales y ejecutan consonantes
    Destrozando la garganta de capitanes y frailes
    Llueven vivamente Ignacio Domingo e Isidoro se juntan en arroyos
    Con el charco de los Borja —por la puerta falsa gotean Vives y Espinoza
    Teresa Ben Arabi el de Tudela y algunos Traductores de Toledo
    Peregrinan a Iria Flavia por ver a Prisciliano durmiendo en la tumba
    De Santiago antes de reunirse en congreso en La Sorbona
    Con Servet Cajal Ha-Levi Lulio
    Abentofail Juan de Yepes y el quieto De Molinos
    ¡Ah que nacen nuevos ríos por Europa de tanta torrentera
    Que les llega desde España por las nubes!
    Los poetas dejan de sonar bandurria y
    Masturbarse de espaldas a la Meca
    Soñar no cuesta
    Nada y has venido tú a mirarte la cara
    En las lágrimas que caminan hasta el mar por el río y la tormenta
    En la gran luna deste espejo falso
    Sin límite alguno ¿Quién me puso centinelas en las nubes?
    ¡Traidor meteco!
    ¿Quién dijo que en España los reyes siempre fueron extranjeros?
    ¿Cortés a la Malinche? ¿Viriato a don Pelagio?
    Si hasta los borbones ya nos hablan catalán
    Pero también de América el oro se anduvo —Quién hace tanta bulla
    Y ni deja afuera a recriar por el Norte nuevos reyes financieros
    A testar las islas que van quedando en el cadáver lleno de mundo
    De Pedro Rojas abrazado al dulce César —Que no se preocupe
    Vuarcé que nos comportaremos
    En la Europa lo único que sabíamos hacer con gallardía
    Envidiar Mentir Matar ya se nos va olvidando
    Ahora sólo trabajamos por encargo
    Poetas caminad conociendo —Por cierto
    ¿Qué qué le quisieron qué le vieron al italiano Garcilaso
    José Antonio Primo de Rivera y el propio Alberti y sus muchachos?
    ¿Algún resabio totalitario? ¡No es posible!
    Sabed que no hay Misterio ni Babel del Santo Oficio bajo la Luna Nuestra
    Que tanto valen Benito Fraga Adolfo Stalin
    Como Franco Aznar o Ratzinger Torquemada bailando sobre muertos
    La farsa de Luis Napoleón por Brumario dieciocho vestido de rapero
    Empecemos de nuevo
    ¡A entenderse!
    Vamos a contar mentiras
    ¡Construyamos la Santa Transición!
    ¿Y la Segunda y otra y una más y otra y otra
    Nueva reluciente hasta lograr la más perfecta Involución?:
    Y la península párase por la espalda abozaleada impertérrita
    En la línea mortal del equilibrio
    España mira de nuevo a la larga vomitona de su historia
    Mas si uno en cada uno —y los que vengan de fuera
    Penetramos despacito por la lengua en cada otro
    El único misterio será de qué modo estar ya juntos
    Calentitos al sol de las conciencias
    ¿Amor se llama a ésto?
    ¿Recompuestos los campos rojos dispersas las harcas blancas
    Acordado el fiero turco
    Caerán las fuentes finalmente por el Sur?
    ¡Ah romper el nudo de las sectas y las lenguas desatrancando
    El pozo la Historia! ¡Liberar Babelia por la nueva Roma
    Republicana y estoica! Traducir el nombre de Europa a tantas mentes
    Como gargantas gritar puedan un día
    Diurno claro atento y fértil: ¿Aguedita Nativa Miguel?
    Llamo busco tanteo en la oscuridad no me vayan a haber dejado solo
    Y el único recluso sea yo: Di mamá?

  12. Gracias, Pavlova y Miguel, por los versos. Parece increíble que en la Europa actual pasen estas cosas, que se censure un poema seleccionado para representar a España ante Europa, pero en el fondo no me extraña, un poema como este, antimonárquico, anticlerical, internacionalista, no creo que sea del gusto de la mayoría de los gobernantes; me gusta tu poema, Miguel Veyrat, y espero leer pronto “Babel bajo la Luna”, ya que es el libro que tengo encargado, tardará un poco pero, al final, llegará. Parafraseando el penúltimo verso de tu poema, algunos llamamos, buscamos, tanteamos en la oscuridad y nos preguntamos si nos habrán dejado solos, algunas veces parece que sí, que estamos solos.

  13. Bueno, mi erotismo republicano se ve desbordado por las estupendas manifestaciones poéticas y políticas de Fuca, Pavlova y Miguel (hace tiempo que el polígrafo, como le llama el querido Kant, me dispensó del don, esa es otra historia). Quisiera, entonces, volver al tema principal que plantea J.S. Creo que estamos cometiendo, absolutamente todos, un desenfoque basado en la anacronía histórica, sobre todo desde el punto de vista de la antropología cultural. Somos nosotros producto, unas más y otros menos, en nuestros juicios religiosos, culturales y políticos, de la luminosa corriente racionalista de la Ilustración. Tenemos instrumentos no sólo para haber pensado el mundo en su marco durante unos cuantos siglos, sino para haber construído instituciones sociales y políticas, incluídas las economicas sobre las que volveré, que nos alejan años luz de las masas irredentas y fanatizadas por el teocratismo consumido como única comunión cultural, pues aún siendo analfabetos aprenden el Libro de memoria desde niños, un Libro que es a la vez catecismo y código de conducta, de justicia y de los ritos que abarcan todas las funciones de la vida humana, como lo fue durante siglos la Biblia y el Evangelio en el Occidente judeo-ario-cristiano. Su alternativa, dado que el Occidente a su alcance consiste solamente en el afán de lucro aumentado por toda la cultura armada en torno a su consecución, consumo y disfrute, unida a la desesperanza cara a su alcance en esta corta vida, reside pues únicamente en alcanzar e mismo maniqueo Infierno o Paraíso eternos, que también se han ofrecido a lo largo de la historia a las masas que solamente pueden consumir su propia hambre. ¿A quién votar, entonces, como plantea acertadamente J. S.? ¿A los partidos que ofrecen «más de lo mismo» hacia una sociedad autosatisfecha que consume productos y viviendas de lujo al mismo tirmpo que usa y devora a los emigrantes desharrapados que los fabrican con salarios irrisorios mientras sueñan con destruír nuestra satisfecha y racional civilización? ¿A los partidos que se apoyan en Iglesias cristianas que secundan esos propósitos, proponiendo a su vez una sociedad teocrática de signo opuesto? Compañeras y compañeros. ¡Lástima que no se reconstruya la CNT! mientras tanto, en las generales, yo seguiré votando al PSOE, y en la autonómicas y municipales de Madrid, al menos, haré como Miguel Veyrat. El estalinismo mostrado por Rafael Simancas y sus secuaces Ruth Porta (esposa de un conocidísimo y corrupto constructor) y el secretario de Organización del PSM Andrés Rojo, es insoportable para la mayoría de los militantes. Su derrumbe electoral está cantado, como el de la mayoría de pueblos del cinturón madrileño hasta ahora gobernados por la izquierda. La única lástima es que la alternativa mayoritaria es la neofascista Esperanza Aguirre. Por lo tanto, la opción de Inés Sabanés, líder de IU, para mí está clara. Entre otras cosas por su categoría política y personal.

  14. ¡Ah! Me encantaría ver la banterita y el emoticón de Pavlova, sobre todo la banderita. ¿Por qué no lo intentas de nuevo?

  15. Sí, Kafeína, exaltada siempre: Votar a determinados partidos que en su trasfondo llevan la impronta de una religión —y todas son fundamentalistas, de un modo u otro, no nos engañemos— sería, parafraseando el título de Justo Serna, absolutamente suicida. HAy que mirar muy de cerca la ideología de cada uno. ¿Alguien, salvo los muy lúcidos o muy cerca del análisis político, había previsto la deriva neofacista, como dice Kafeína, del PP? Tanto centro y tanto centro, tanto Suárez y tanta gaita…

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