Libros buquinistas y bibliotecas. Crónicas de un traseúnte: Madrid- París

  • Todos las celebraciones que dediquemos a Azorín por su prosa tersa, sin ornamentos, son merecidas. Sabía expresarse, sabía decir maldades bien envueltas, sabía describir y sabía reconocer lo externo, incluso las virtudes de otros. No le dolían prendas (signifique esto lo que signifique) a la hora de admirar la excelencia ajena. No le dolían prendas Read more