La historia es un campo de batalla

antimoa.jpg  He leído AntiMoa, de Alberto Reig Tapia. Aunque coincido con la crítica que hace a Pío Moa y a otros revisionistas de la historia, no comparto sus usos lingüísticos, su expresión y buena parte de sus metáforas. Vitupera, pero los denuestos que les reparte no son una prueba para la convicción. He de admitir que es un libro necesario, necesario por su objeto, pues desmonta pieza a pieza lo que son textos históricos mixtificadores o incluso panfletarios que tanto le y nos irritan. Por eso, al volumen le sobra la retórica que vilipendia: el énfasis retador. Tomar el pasado para hacer de él lo que a uno buenamente le conviene, tratando de sacar provecho político (porque de eso básicamente se trata), es una empresa académicamente reprochable: entraña manipulación, uso selectivo e interesado de las fuentes y de la  bibliografía, y conversión de los objetos históricos en espejo del presente. Pues bien, Reig Tapia nos hace ver cómo manipulan Pío Moa, Federico Jiménez Losantos, César Vidal, entre otros, la distancia que les separa de la investigación pausada y exhaustiva que se propone todo historiador riguroso, los años de esfuerzo archivístico a que se obliga. Ahora bien, tiene una concepción virginal de la historia, cosa que le permite entender a los revisionistas como violadores. Es cierto que éstos saquean, pero los malos usos que en ellos podemos denunciar también podrían reprocharse a los historiadores poco rigurosos…

Un objeto histórico no se aclara o ilumina en un santiamén, sino que exige, en primer lugar, una lectura previa de la bibliografía en curso para elaborar un estado de la cuestión. Es decir, el historiador que determina investigar este o aquel tema no se aventura a tontas o a locas, a ciegas, sino que lo hace habiendo leído, consultado, examinado las obras de quienes le precedieron y que, antes que él, dedicaron años y años de pesquisa y reflexión. Desde este punto de vista, la historia es una tarea modesta, un ejercicio de paciencia. La lectura de bibliografías en ocasiones oceánicas, inacabables, obligan al neófito a ser humilde, a no creerse más original de lo que razonablemente puede ser. Otros antes que él llegara se le adelantaron y consumieron tiempo en dicho objeto.

Pero ese objeto no se impone por si solo, con un determinismo que lo haría obvio. El historiador necesita una hipótesis, una explicación primitiva y provisional que ha de contrastar con lo dicho por otros y con lo que va a descubrir en los archivos. Una hipótesis es, en otros términos, una conjetura, pero no una formulación ocurrente, sino un significado razonablemente elaborado a partir de los conocimientos adquiridos. No deberíamos confiar demasiado en quien se entrega con ardor de neófito a la hipótesis imprevista o, si se quiere, a la conjetura impensada: hay bastantes posibilidades de que esa fórmula no sea más que una bobada. Como decía Umberto Eco en Semiotica e filosofia del linguaggio, una buena conjetura ha de empezar siempre por lo razonable, por lo sensato, por lo habitual, por lo acostumbrado, por lo que otros han documentado con éxito. Sólo se descartarán esas hipótesis cuando no funcionen visiblemente: es entonces cuando nos aventuraremos con explicaciones más audaces.    

Pero, además de bibliografía e hipótesis, la investigación histórica se desarrolla con un rastreo documental exhaustivo. Eso significa que el historiador debe visitar archivos, muchos archivos, guiado por su intuición y por los indicios que le llevan, armando las piezas de un inmenso puzzle. Pero quizá esa imagen sea inadecuada: en un rompecabezas, los cachitos han de encajar y sus perfiles se acoplan si el jugador tiene pericia y paciencia. En la consulta documental, el historiador no es propiamente un jugador ni tampoco arma puzzles. En realidad, acopia testimonios numerosos (si es que los hay y han sobrevivido personal o materialmente) que suelen ser contradictorios y que le permiten hacerse una idea también contradictoria del objeto histórico. Son numerosas las versiones del pasado, de este o de aquel hecho del pasado, y por tanto el investigador trata de extraer de ellas la explicación y la interpretación que juzga más próximas a la verdad. El historiador sabe que la versión que componga se apoyará en distintos puntos de vista y será una composición más cierta que los testimonios sesgados que ha reunido. Con esa información abultada e incongruente es con lo que se construye la historia y dicho rastreo exige tiempo, mucho tiempo de dedicación. No podemos seleccionar unos pocos documentos que nos confirmen para testimoniar sesgadamente. Lo que debemos hacer es consumir energías, tiempo e inteligencia en una pesquisa laboriosa, una pesquisa en la que nos manchamos las manos y nos quemamos las pestañas con el polvo de los archivos, de esos papeles que amarillean. Abreviar los tiempos de consulta y acumular rápidamente dan  como resultado un soporte documental insuficiente y engañoso, pues la administración de la prueba será errónea o parcial.

Pero los historiadores escriben. Es decir, los investigadores han de suministrar esa información reunida o esa hipótesis confirmada o corregida o desechada en un texto que tiene orden. En la obra histórica se administran los datos (el momento o el lugar de su presentación) de acuerdo con las necesidades de exposición. No escribimos (o, al menos, no deberíamos escribir) sin tener un esquema, un índice de asuntos y de problemas, pero tampoco deberíamos redactar sin ser conscientes de qué retórica expresiva es la que vamos a emplear. La escritura histórica no es natural, por supuesto. Es una operación intelectual que requiere de mucho artificio (que no ficción), artificio que supone comunicar, transmitir información, pero también provocar un efecto, persuadir, atraer al lector. Narrar, en suma. Éste es un logro que, lamentablemente, no siempre está al alcance de todos los historiadores, pues el hábito profesional ha hecho que muchos investigadores conciban sus libros para sus pares o iguales, pereza expresiva que daña el interés general de sus obras. No significa que no estén bien informadas; no significa que no estén bien fundamentadas. Lo que quiere decir es que hay muchos historiadores que no adoptan el mismo rigor cuando se expresan que cuando  se documentan. Pero dicho rigor no se resuelve teniendo una bella prosa, con alardes verbales, con barroquismos o lirismos, sino haciendo de la escritura un ensayo de expresión: no hay forma, por un lado, y fondo, por otro. De lo que se trata es de expresarnos con el mayor rigor posible sabiendo que no nos dirigimos sólo a los historiadores (que son los que validan la seriedad del producto), sino también a otros destinatarios que no comparten nuestra jerga profesional o nuestros supuestos. Eso nos obliga al mayor esmero verbal, narrativo e informativo, sabedores de los distintos públicos a los que deberíamos llegar.

Sin embargo, cumplidas esas etapas con eficacia y rigor, eso no significa que hallamos resuelto nuestro problema de comunicación, pues en la sociedad de la información, los medios, la publicidad, los diferentes reclamos se reparten de manera desigual. Pues bien, los historiadores han descuidado su inserción en este ámbito, creyendo en el mejor de los casos que la comunicación de masas la resolvemos con divulgación, con buena divulgación. Sin rechazar esta tarea, no creo que la meta se agote en ello. Comunicar bien es lograr atraer la atención de un público variable, voluble, que normalmente se deja guiar por las solicitaciones del presente. El historiador no puede dejar de conectar lo que trata, lo que aborda, con el tiempo histórico en el que vive. Si exhuma el pasado como si éste tuviera valor en sí mismo, el lector menos informado probablemente  se desinteresará, creyendo que esas piezas desenterradas nada tienen que ver con él. Pero lo que el historiador no puede ignorar es el estado general de la comunicación que hoy hay. En España, los llamados revisionistas han redescubierto el valor de la agitación y la propaganda y han advertido que el valor de sus ideas sólo podrá certificarse con la eficacia de la comunicación. Acierta Reig Tapia cuando examina a Jiménez Losantos como principal artífice de esta operación: dotarse de unos medios para emprender una auténtica  “guerrilla semiológica” ha sido su logro decisivo. Mientras los revisionistas ocupan el ciberespacio, los historiadores serios, profesionales y dengosos suelen manifestar sus reparos a la Red, dejando que otros vendedores ocupen el mercado de la historia.

“La historiografía tendrá siempre por delante una tarea sin fin, una fascinante labor: impedir  la manipulación de la verdad histórica por sus tergiversadores profesionales al servicio de determinadas  ideologías e intereses. A veces la Historia es secuestrada del templo de la inteligencia por simples mercaderes y, en tal caso, no hay más camino que arrebatársela de nuevo a los traficantes que explotan en su propio beneficio para devolverla, si somos capaces de ello, aún más limpia y transparente al noble santuario en el que habita”, dice Alberto Reig Tapia. No me gusta esa metáfora. La historia no es algo virginal que esté alojado en un santuario, algo que se corrompa por el trato que de ella hacen unos mercaderes.  

La historia es un campo de batalla…, y la comunicación, su principal recurso.

—————————————

Polémica de JS con Pío Moa

Artículo de JS en Levante-EMV sobre Federico Jiménez Losantos

Artículo de JS en Levante-EMV sobre Periodismo sectario

  1. Me pregunto si lo que hace Moa (¿antes era Mao?) en su blog no se le podría calificar de apología del terrorismo. ¿O es que el terrorismo sólo es de ETA?
    Creo que sus acusaciones sobre un «gobierno ilegítimo» son graves.

    Tengo un libro de Cesar Vidal que va a ir a la hoguera … se llama «Falsifaciones de la historia»

  2. Información de elplural.com en el día de hoy:

    La última barbaridad del ex GRAPO Moa:
    ZP podría utilizar el terrorismo “llegado el caso”

    Una vez más, el precursor del revisionismo histórico Pío Moa ha utilizado su blog para arremeter contra el Gobierno y acusarle de “complicidad” con ETA en el proceso de paz. El historiador no sólo tachó al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero de ser “anticonstitucional”, sino que le acusó de utilizar como método de actuación “el terrorismo, llegado el caso”.
    Noticias relacionadas Pío Moa pide la movilización contra un Gobierno “golpista e ilegal” Moa acusa al Gobierno de “anticonstitucional”, “ilegal” y “delincuente” Pío Moa tacha de “ilegal” el Gobierno de Zapatero
    Moa no ha dudado en tachar de “ilegal” y “anticonstitucional” al Gobierno de Zapatero en numerosas ocasiones. Incluso se ha referido al Ejecutivo con calificativos como “delincuente”. Pero sus descalificaciones van en aumento, y no han perdido aún la capacidad de sorprendernos. En el último artículo que publica su blog, Moa, que fue en su juventud miembro de la organización terrorista GRAPO, aclara que “los métodos del partido de Zapo y de la ETA difieren. En la segunda domina el asesinato, y en el primero la corrupción, sin excluir el terrorismo, llegado el caso”.
    Este historiador de referencia de la derecha extrema hizo además en su artículo un repaso de la “evidentísima complicidad moral y política del PNV con la ETA”, que se extiende, a su juicio al “anticonstitucional Gobierno”, y afirmó que sólo “los ingenuos” sostienen que “tanto el PNV como el PSOE son partidos democráticos”.
    El artículo también hace referencia a la recién presentada Alianza de Civilizaciones, a la que Moa encuentra una relación directa con el terrorismo. “Los terroristas comparten la lucha contra el ‘océano de injusticia y de pobreza’, igual que las dictaduras por él (por Zapatero) llamadas ‘civilizaciones’”, declaró.
    El revisionista de la derecha acusó también a Zapatero de “traicionar el pacto” antiterrorista alcanzado durante el Gobierno de Aznar y señaló que el Ejecutivo y los nacionalistas vascos designaron “como enemigo clave no a los separatistas, sino a la derecha en general y al PP en particular”.

  3. Otra información interesante que publica hoy mismo elotrodiario.com. Estas son las consecuencias de la pertinaz instigación de Pio Moa y monaguillos adjuntos con su banda de mariachis de la COPE y El Mundo:

    Militares españoles reivindican el franquismo y amenazan: “No admitiremos un final deshonroso para nuestra patria”

    Cuando los episodios protagonizados por militares como José Mena Aguado o cargos de la legión amenazando con llevar a sus hombres ante el Ministerio de Defensa “por la destrucción de España” parecían haber desaparecido, un grupo de militares, algunos de ellos en ejercicio y cercanos a organizaciones como la Fundación Francisco Franco, han vuelto a hacer públicas, a través de un manifiesto, sus críticas contra las políticas del actual Gobierno. Por su interés, reproducimos a continuación el manifiesto de forma íntegra.

    “Los firmantes de esta reflexión sobre España somos un grupo de militares de la más variada procedencia y graduación, además de un grupo de mujeres, esposas y viudas del Ejército de Tierra, Marina o Aire, y otros adheridos pertenecientes a la gran familia militar. No tenemos otro procedimiento para hacernos oír que la publicación de este texto en los medios de comunicación que accedan a insertarlo. Todos tenemos en común la profesión, o relación con ella, y tres ideas fundamentales que llevamos clavadas en el alma: Dios, Patria y Ejército. En este grupo se incluyen nuestras familias con las que compartimos estos mismos ideales.

    Vemos con auténtica tristeza que nada ni nadie se opone a la campaña que desde hace unos años se ha desatado sobre la sociedad española tendente a sacar a Dios del alma de nuestra Nación, del alma de las familias españolas. Obras de teatro blasfemas, películas insultantes para nuestras conciencias cristianas, tertulias que hacen burla de nuestra fe y programas anticristianos, son normales en cadenas de televisión estatales o autonómicas. No faltan tampoco las exhibiciones pornográficas ni los brutales ataques a la Iglesia Católica, en muchos casos subvencionados por entidades institucionales, como es la anual exhibición blasfema en la cabalgata del llamado “Día del Orgullo Gay”.
    Nos entristece e indigna la actitud de los poderes estatales y autonómicos, y nos sorprende la actitud, en muchos casos, poco combativa de la Jerarquía de la Iglesia Española (Iglesia somos todos) que a veces parece temerosa de perder lo que algunos consideran privilegios, y que no son tales, porque obedecen a una tradición y a unos tratados firmados con la Santa Sede.
    Las gigantescas concentraciones de fieles en las visitas del Papa muestran que gran parte de España sigue siendo católica, pero nosotros, católicos con “fe de carbonero”, comprendemos que no es fácil desenvolverse en un Estado que presume de laico militante y que trata de arrancar a Dios de las aulas de los centros de enseñanza, pero esta comprensión no nos impide pedir a la Iglesia una actitud más combativa.

    Nos parece, cuanto menos tibia, la actitud de gran parte de esta Iglesia Española ante la Historia reciente que engloba la mayor persecución religiosa de la historia de la Humanidad. Las declaraciones de algunos obispos y sacerdotes nos producen decepción y sonrojo ¿Cómo es posible que haya que mendigar de iglesia en iglesia para decir una misa en el aniversario de la muerte del Generalísimo Franco, que fue restituyó y reconstruyó sus templos, seminarios y bienes arrasados o saqueados durante una II República que hoy se pretende “santificar”?. ¿Han olvidado que ese régimen puso en manos de la Iglesia la educación de los jóvenes españoles? También queremos y necesitamos una actitud más valiente e incansable de la Conferencia Episcopal en temas candentes, como el del institucionalizado crimen del aborto.
    España, nuestra Patria, está atravesando un momento seriamente delicado. La unidad de España, que tantos siglos y sacrificios necesitó para consolidarse, está en un serio peligro. El Estatuto Catalán encierra todos los “mimbres” para que en un futuro próximo el Principado de Cataluña se independice. El mismo camino lleva el futuro Estatuto Vasco. Uno y otro inspirados en falsas reivindicaciones y auspiciados por partidos separatistas, que en el caso vasco se agrava por hallarse detrás una organización terrorista. El reciente festival separatista que hemos visto en un campo de fútbol, ante las miradas condescendientes de los presidentes autonómicos catalán y vasco, y la nula reacción institucional, nos muestra la profundidad del pozo en el que estamos cayendo. Después llegarán los estatutos gallegos, valencianos, mallorquines, canarios… directamente “traducidos” del modelo catalán, estatutos a los que la derecha política se adhiere de forma suicida.
    Nosotros creemos que nuestra Patria puede salvarse si los españoles despertamos de una vez y nos damos cuenta de lo que se está jugando España en manos de unos políticos profesionales que, sin mandato constitucional alguno, hacen de nuestro viejo solar el arcón de sus ambiciones de poder. Si en aquel año lejano en que se votó la actual Constitución Española se hubiera dicho que lo que se votaba iba a traer los lodos estatutarios actuales ¿se habría aprobado? ¿No ha sido el pueblo español engañado, por unos inconscientemente, y por otros con plena conciencia de sus objetivos disolventes de la denominada Patria común? Si en aquellos años se hubiera dicho que ofender a la Bandera de España no era delito, que esa Bandera iba a quemarse impunemente en ciertos estadios de fútbol o que iba a desaparecer de Ayuntamientos y hasta de plazas de toros de España, que se iban a arrasar los Monumentos a los Caídos… ¿se habría votado la Constitución? Nosotros mostramos nuestro disgusto, por decirlo de manera literaria y suave, y adelantamos que no admitiremos un final deshonroso para nuestra Patria.

    España no puede desaparecer por arte de magia gracias a unos coyunturales profesionales de la política. La situación increíble a la que se ha llegado en las Vascongadas, y también en Navarra, de la que se quieren apoderar, así como el dejar hacer a los resentidos nacionalistas catalanes para hacer desaparecer “lo” español de nuestro Principado, es responsabilidad compartida de la derecha y de la izquierda parlamentarias. Hoy esa derecha trata de dar marcha atrás a sus errores pasados, pero indudablemente con notable retraso. Y también observamos con profundo disgusto algunos gestos incomprensibles y los descorazonadores silencios reales.

    Calvo Sotelo, cuyo asesinato apenas si aparece en esa rara “memoria histórica” institucional, dijo que el Ejército era la columna vertebral de la Patria, lo que a algunos provoca una risa nerviosa, pero han pasado los años y la frase del diputado asesinado se ha mantenido incólume. Si esta columna vertebral de la Patria enferma, se reblandece o se pudre, la Patria se derrumba. Quizá sea éste el objetivo de muchos porque, pese a todo, la existencia del Ejército es una garantía para la existencia de España. Al Ejército se le ha amordazado de forma anticonstitucional, y se le ha convertido, además de mudo, en un ente sordo y ciego. No existe organismo ni institución oficial alguna en esta democracia que nos represente. Cualquier grupo o gremio, incluidos los emigrantes o los okupas, tienen medios que expresen o acojan sus aspiraciones o quejas libremente, sin cortapisas; el Ejército, no. El “Mando”, la denominada “Cúpula”, sólo interviene en temas de servicio, y de forma muy limitada, porque se ha dejado maniatar por el poder hasta el punto de no haber dejado oír públicamente su voz ante la maniobra desintegradora del Museo del Ejército; el abandono del de Montjuich a su propia suerte; la destrucción de placas y monumentos castrenses, posiblemente con recuerdos de sus propios padres o abuelos; el permitir sin mover un músculo el final precipitado del servicio militar obligatorio por razones exclusivamente electoralistas; cambiar los versos de un poema a los Caídos para no molestar a los nacionalistas… ¿Hará algo ese “Mando” cuando se ordene suprimir la Oración de los Caídos, las tradicionales misas en celebraciones castrenses o los ascensos por antigüedad? Por simple odio, o rencor no contenido, se ha ofendido y despreciado gravemente a la familia militar quitando el monumento ecuestre dedicado al Generalísimo Franco en la Academia General Militar de Zaragoza, de la que fue su primer director y modelo de virtudes militares. Gran parte de los que firmamos esta reflexión fuimos educados en esa Academia a la que prestigió y dotó de inmarchitable espíritu. Nosotros no vamos contra la disciplina, que defendemos porque nos consideramos libres, vamos contra la humillante sumisión sin más. La disciplina es algo más noble y más profundo. El Ejército debe y puede hablar.

    El Ejército, hoy FFAA, es una carta en la baraja del juego político, pero el que tuvo retuvo, y gracias a sus reducidos y silenciados cuadros de auténticos profesionales de la milicia y del honor, vigilados y observados con antipatía y recelo por muchas instituciones del Estado, se mantiene la esperanza de que España no se desintegre. Ni la política partidista de los ascensos selectivos ni determinados altos cargos bien remunerados, podrán exterminar el espíritu de nuestros compañeros en activo que, a Dios gracias, siguen siendo una pesadilla para las tramas y planes antiespañoles vigentes. Confiamos en ellos y ellos lo saben.

    Nos oponemos a la falaz campaña cainita de la “Memoria Histórica”, así como a la condena de un régimen que es Historia, nuestra Historia, y en el que servimos con lealtad y entusiasmo a España en el Ejército de forma generosa y sacrificada durante gran parte de nuestra vida militar. No aceptamos la inicua ley de “Memoria Histórica”, que más que un absurdo intento de reescribir la Historia, es un gravísimo error cuyas consecuencias pagarán los sectarios legisladores con la recreación de las dos Españas, que es quizá lo que pretenden. No olvidamos que cualquier condena es una ofensa a nuestros ideales y a nuestras Hojas de Servicio, condena que ninguno de nosotros va a aceptar ni a tolerar.

    Estamos con las víctimas del terrorismo, con las miles de familias destrozadas por una banda de asesinos. Todos los firmantes de estas reflexiones somos de alguna forma víctimas de ese terrorismo, pues son centenares los familiares y compañeros asesinados por servir a España hasta las últimas consecuencias. Son ya miles los muertos y mutilados cuya sangre demandará Justicia hasta el final de los tiempos. No se debe negociar con asesinos, porque consensuar una presunta paz con asesinos es una monstruosidad.

    No somos nostálgicos porque defendamos nuestro pasado, nosotros miramos hacia el futuro, porque queremos que España vuelva a ser la Patria de todos los españoles con un horizonte limpio y con un destino común”.

    RELACIÓN DE FIRMANTES
    D. Martín Acha y de Aracama.-Coronel de Artillería-R
    D. José María Agudo Gómez.- Comandante de Infantería-R
    D. Angel Aguilera Cabrera.-Coronel de Artillería-R
    D. Luis Alarcón Echevarría.-Alférez Milicia Universitaria
    D. Tomás Almazán Lasteri.-Coronel de Caballería-R
    D. José Aranda Sánchez.-Coronel de Caballería.-R
    Dña. Mª del Pilar Romero Quintanilla .-Esposa de Militar
    Dña. Mercedes Durango Ballester.-Esposa de Militar
    D. Arturo Armada Sarriá-Cornel de Infantería-R
    D. Luis Artero Pamplona-Coronel de Caballería-R
    Dña. Aurora Ruiz Ballesteros.-Esposa de Militar
    D. José Artieda Fernández-Tte.Coronel de Inf.-R
    D. Gumersindo Arroyo Quiñones.-Coronel de Infantería-R
    D. Horacio Barragán Morillo.-Alférez Milicia Universitaria
    D. Eduardo Bengoa Román.-Hijo de Militar
    D. Antonio Benítez Martín.-Comandante de la Legión-R
    Dña. Eloisa Berruezo Quiñonero.-Esposa de militar
    D. Leandro Bueno Romero.-Capitán de Navío-R
    D. Luis Cabanas Rubio.-Coronel de Caballería-R
    D. Francisco Cabrera Galdeano.- Capitán de Artillería E. Aux-R
    D . Salvador Cabrera Galdeano.- Tte especialista (artificiero)
    Dña. Ana Calderón Fernández.-Viuda de Militar
    D. Teodoro Camino Caturla-Coronel de Infantería-R
    D. Miguel Camino Caturla-Coronel de Infantería-R
    Dña.Verónica Guillén Espí .-Esposa de Militar
    D. Juan Diáñez Matabuena.-Coronel de Caballería-R
    D. José Miguel Cano de las Heras-Coronel de la G.C.-R
    D. Mariano Cañas Barrera.-Coronel de Infantería-R
    D. Jesús Careo Arija.-Coronel de Infantería-R
    Dña. Rosario Echeverri Córdoba.-Esposa de Militar
    D. Luis Carcaño Alonso-Cuevillas-Coronel de Ingenieros-R
    Dña. Mª del Carmen García de Carellan y Vázquez- Esposa militar
    D. Rafael Caturla Sánchez de Neira.-Coronel de Artillería-R
    D. Camilo Carrero Blanco Martínez. Galinsoga.-Capitán de Corbeta-R
    Dña. Ana Mª Pérez Rosales Egozcue-Esposa de Marino
    D. Pedro Cascajo Rodríguez.-Coronel Médico del Aire
    D. Fernando Celdrán Ruano.- Coronel de Artillería-R
    D. José Centenera Montalvo- Coronel de Caballería-R
    D. José Clemente Corodonera.-Coronel de Infantería-R
    D. Pedro Cobo Gámez.-Coronel de Infantería-R
    Dña. Carmen Cobo Fernández.-Hija de militar
    Dña. Alejandra Corona Valdés.-Viuda de Militar
    D. Luis Cortés Murube-Coronel de Infantería-R
    Dña. Mª Luisa del Corral Caballero-Viuda de Militar
    D. Joaquín Chamorro Rivera.Coronel de Infantería-R
    Dña. María Eugenia Martín Astruga.-Esposa de Militar
    Dña. Purificación Chamorro Rivera.-Huérfana de Militar
    D. Rafael Díaz de San Pedro-Tcol. De Artillería-R
    Dña. Rosa Maª Díaz Torres.-Viuda de Militar
    D. Juan Domínguez Ramírez- Coronel de Caballería-R
    D. Tomás Durango y Rodríguez Marquina.-Coronel de Caballería-R
    Dña. Carmen Durango Ballester.-Esposa de Militar
    D. Félix Estrada Nérida.-Coronel de Artillería-R
    Dña. Ana Maria Estella Guerrero.-Viuda de Militar
    Dña. Mª Teresa Fernández Quintana.-Hija de militar
    D. Jesús Flores Thies.-Coronel de Artillería-R
    Dña. Mª del Pilar García-Conde Gómez-Esposa de militar
    Dña. Concepción Yagüe Lucas.-Viuda de Militar
    D. Miguel Forés Díez-Coronel de Artillería-R
    D. Fernando Franco Soberado.-Sarg.1º Escala Básica Artillería-Reserva
    D. Manuel de Fuentes López.-Capitán de Intendencia-R
    Dña. Rosa Mª Churruca Ojeda.-Esposa de Militar
    Dña. Mª del Mar Churruca Ojeda.-Familia de Militar
    D. Antonio Gadea Pérez-Victoria.-Coronel de Artillería-R
    D. José García Alcalde.-Coronel de Infantería-R
    Dña. María Colodro Cruz.-Esposa de Militar
    D. Adolfo García Calvo Rodríguez-Coronel de Infantería-R
    D. José Luis García-Conde Gómez-Coronel Armª y Constr.-R
    Dña. Mª Mercedes del Castillo Beraza.-.Esposa de Militar
    D. Alfredo García de Moya.-Coronel de Artillería-R
    Dña. Concepción García-Morato Gálvez.- Hija de militar
    D. Ramón García Granzón.-Coronel de Artillería-R
    D. Enrique García Sánchez-Coronel de Infantería-R
    D. Julio Giménez Sánchez.-Coronel de Caballería-R
    D. Ramiro Guerra Gordo.-General de Brigada de División
    Dña. Mercedes Bernal Ibarra.-Esposa de Militar
    D. José Magín Guerra Reigosa.-Coronel de Infantería-R
    Dña. Pilar González Marañón.-Viuda de Militar
    Dña. Isabel Zerolo González.-Hija de Militar

  4. Vaya unas sábanas que han colgado aqui. Dejo a Brismutro y voy a Serna. Tiene valor al criticar el tono de Reig en el «Anti-Moa», pero no va mas allá. Nos da una lección de metodo y se queda tan pancho. Moa te pone. Eh, Serna?

  5. Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen. Si durante 40 años, España ha sostenido una humillante dictadura, es porque la mayoría de sus ciudadanos no teníamos dignidad.
    El asunto Moa es un problema del poder judicial.
    El legislativo que legisle, el judicial que juzgue y el ejecutivo que ejecute.
    Aquí todo sigue como cuando el Dictador, pero con libertad total para lo que simbolice al €.

  6. Será una lección [como dice Paco], pero creo que Serna no se queda tan pancho. Este texto ayuda a entender què eshistoria y qué no es historia. La pega es que si es un campo de batalla entonces quien gane escribe la historia. Si ganan los revisionistas entonces se acabó

  7. Jaime: pues de momento te guste no te guste, este partido lo van ganando los revisionistas. Los popes como Serna o Tapia: no.

  8. Paco o Pacopepe, tanto monta: Tienes una cancha muy estrechita, tanto como tu cerebro, no me extraña que tu estrabismo ideológico te haga ver visiones: Los revisionistas en España ganan tanto terreno como los que revisan el Holocausto en el Mundo Mundial: Es decir, nada, pequeña mosca del vinagre.

  9. Muchísimas gracias, profesor Serna, por el máster en Historia que constituyen sus últimas aportaciones a la bitácora que dirije. Sobre todo por el «ostinato rigore» horaciano que estima usted preciso imprimir a la comunicación en general, y a la ciencia particularmente, aunque no deba estar privada de la belleza expresiva necesaria, dentro de la sobriedad. Supongo que la estima que le muestran algunos bloggers en cuyos textos adivino jóvenes estudiantes, le llenarán de satisfacción. Enhorabuena.

  10. Digo lo mismo que Miguel Veyrat.

  11. FismutO: yo no tengo estrabismo ideológico. Yo soy realista y veo el triunfo de Moa.

  12. Avatar de Javier ( el más antiguo)
    Javier ( el más antiguo)

    Yo tambien veo el triunfo de Otegui, de Juana Chaos y de Txapote, el dia que quieran arremeter contra el PSOE. La COPE y El Mundo abiertos de par en par.

  13. Serna: hoy aquí no hay movimiento. Me voy al blog de Arcadi. Allí hay vidilla.

  14. Estoy muy alejado de la Historia y es un mundo por lo demás casi desconocido por mi. Sin embargo me interesan muchísimos sus problemas epistemológicos así como los esquemas metodológicos de esta disciplina; su relación con la herencia cultural, con las fuentes como signo. Así que gracias otra vez, profesor.

  15. Hace muchos días que no visito el blog por razones de trabajo y veo el excelente post de hoy que deja claro qué es «Historia» y qué es «manipulación». Me quedo con la frase final:
    La historia es un campo de batalla…, y la comunicación, su principal recurso.

    Es una batalla intelectual, de debate, autoexigencia, trabajo, esfuerzo didáctico y combate por los valores en los que uno cree (sin acotaciones doctrinarias, que para eso ya estaba el Catecismo). Y nuestros valores no sirven para juzgar el pasado de otros seres humanos que actuaban en contextos diferentes. Algo de eso dije hace semanas aquí. Participo de todo el planteamiento metodológico del profesor Serna, que sólo cabe entenderlo en el contexto del «pensamiento complejo», en la línea de Edgar Morin. Las simplezas y mistificaciones para las mentes simples, fácilmente manipulables. Y de Moa y Cía podemos pasar, porque «no hay mayor desprecio que el no aprecio», como dice D. Justo en el post del 11 de este mes.
    Es verdad, como dicen algunos de los bloggers que «triunfan» más Moa-Vidal y Cía. que los estudios rigurosos y sesudos, tal vez porque también triunfa más y tienen más audiencia Gran Hermano, Salsa Rosa o Tomate, que un programa serio de reflexión y análisis o una buena serie (no digo ya leer un libro o un artículo de fondo en la prensa). En definitiva, el panem et circenses de Juvenal, o el Pan y Toros del que hablaba León de Arroyal a fines del XVIII, alimentan la opinión/mentalidad/imaginario colectivos mucho más que un blog o un estudio de rigor. Nuestros «rollos» poco sirven para «arrollar» la mentira y la manipulación.
    El debate es doble: qué libros de Historia se venden más y por qué, por un lado; por otro, ¿interesa la «Historia» -esa de la que habla el profesor Serna- o cierta forma de que nos la cuenten en función de lo que cada uno quiere que le cuenten? Porque hemos sufrido en el pasado la ocultación-manipulación del franquismo y al mismo tiempo, como contrapeso, una historiografía de cartón-piedra inspirada en ese paradigma del marxismo catequístico del que nos habló hace años Fontana. Parece que las cosas son mucho más complejas y cuando trabajas años y años sobre las fuentes te das cuenta de ello: frente a las simplificaciones, rigor de método y honradez intelectual. Pero para eso hace falta tiempo, paciencia, sanas entendederas y no parece que esté el patio para estas cosas del «pensamiento complejo».
    Hay mucha prisa, ganas de ganar dinero y una obsesión por el ladrillo (algún habrá que hablar de esta gentuza de especuladores-recalificadores-promotores-constructores y chorizos que son los que realmente gobiernan este país).
    Bueno, os dejo, ya he dado bastante la paliza.

Deja un comentario