Blog de Campaña de El País (Comunidad Valenciana)
Juegos de suma cero. Empezamos este blog de campaña con un post que titulé Lecciones y elecciones. Ahora invierto los términos. Las razones son obvias.
El Partido Popular ha ganado las elecciones: es una goleada y es una oleada. Ha marcado muchos tantos y patronea la corriente mayoritaria. Ha batido a sus rivales aquí, allá y acullá. En Les Corts Valencianes y en numerosos municipios. En la Comunidad de Madrid y en su Ayuntamiento. Etcétera, etcétera.
Quien quiera negar lo obvio y consolarse con porcentajes minúsculos (entró, entró) puede hacerlo, pero la realidad es muy tozuda: las mayorías absolutas han sido arrasadoras y eso permite gobernar ayuntamientos y autonomías con mayor discrecionalidad. Siempre he temido esas unanimidades. Ya saben cuál es la lógica: quien no está conmigo está contra mí.
En Valencia, Compromís y Esquerra Unida han crecido: de la nada que prácticamente tenían a la insignificancia aritmética. Con otras palabras, esto mismo es lo que ha dicho Rita Barberá, que en sú intervención durante la noche del 22 de mayo no ha mostrado piedad alguna. Tampoco Francisco Camps, que se mostraba exultante y exculpado. Van camino de ser el partido único.
Por su parte, el Partido Socialista ha consechado un resultado espectacular: de las dulces derrotas que suma desde hace décadas a un cataclismo indisimulable. Las pérdidas se las han llevado sus rivales más cercanos. ¿De quién es la responsabilidad? El día 7 de mayo, en este blog, recomendé a Jorge Alarte un libro muy edificante. Concretamente le decía:
«Jorge Alarte. En tiempos de tribulación, un socialdemócrata convencido debe
hallar su doctrina y perfilar sus concepciones. Debe encontrar sus ideas. ¿Las tiene? Para cumplir esa meta no hay nada mejor que leer Algo va mal (2010), de Tony Judt. Es un manifiesto pedagógico y es una guía para perplejos, como el propio autor sostuvo. Estoy seguro de que el sr. Alarte conoce esta obra, pero aún le veo perplejo, como los lectores a quienes se dirige Judt.
«Para que se la vuelva a tomar en serio, la izquierda debe hallar su propia voz. Hay mucho sobre lo que indignarse: las crecientes desigualdades en riqueza y oportunidades; las injusticias de clase y casta; la explotación económica dentro y fuera de cada país; la corrupción, el dinero y los privilegios que ocluyen las arterias de la democracia». Eso decía Tony Judt a los socialdemócratas anglosajones, tan disminuidos. ¿Y por aquí? No hay problema. Por aquí vamos bien. O no…»
Indignarse. Con la indignación ha habido un cierto espejismo y desde luego no convendrá hacer responsables a los airados y concentrados de las derrotas de la izquierda. Los factores son numerosos y habrá que analizarlos. Pero esa misma izquierda ha llegado a confundir el movimiento del 15-M con el inicio de una coyuntura quizá positiva. Yo ya vaticiné el despiste y me comprometí a corregirme en público si me equivocaba. Fue hace dos días, el 21 de mayo, en un comentario que escribí sobre las movilizaciones del 15-M . En aquel momento me sorprendían ciertos entusiasmos. Quise oponer algo de realismo y dije literalmente lo siguiente:
«Siento aguarles un poco sus observaciones, levemente optimistas, pero tengo para mí que el efecto de estas concentraciones es un refuerzo del voto al PP. ¿Los electores se van a conmover y van a cambiar el voto por ver unas miles de personas en la Puerta del Sol, de Madrid? ¿O en Valencia? ¿O en Barcelona, con CiU a las puertas de la alcaldía?
No creo equivocarme si les digo que este movimiento espontáneo y espontaneísta aumentará el apoyo al partido conservador: las elecciones que siguen a las oleadas de malestar público suelen dar éxitos rotundos a la derecha. Hay, además, muchos pueblos y ciudades menores con unas clases medias muy castigadas y sobre todo muy irritadas: no son los ‘indignados’. Entonces, la decepción de la que hablaba aún será mayor. Y quizá todavía mayor el desconcierto. Los partidos damnificados siempre podrán echarle la culpa a la distorsión electoral de la última semana.
Si me equivoco, estoy dispuesto a reconocerlo en público. Inmediatamente.
Lo siento».
Creo que no me equivocado. No saben, de verdad, cuánto lo siento. Y más lamento tener que repetir una evidencia electoral. Los comicios no se ganan sin las clases medias y éstas están con el Partido Popular: convencidas, resignadas, encantadas, admiradas. O quizá temerosas. Por su parte, la izquierda rival mantiene con el PSOE un juego de suma cero: lo que ganan Compromís o Esquerra Unida se lo quitan a los socialistas. Y éstos no consiguen arañar un voto al PP, que sigue presentándose como el partido de los ciudadanos normales: éstos, sí. También es un juego de suma negativa: lo que se lleva uno lo pierde el otro.
Fotografía de Rita Barberá y Francisco Camps, por Carles Francesc (El País)
Hemeroteca y Blogosfera
JS, «¿Un líder socialista?, El País, 16 de junio de 2009
«Los que han de hacer los socialistas», Los archivos de JS, 8 de junio de 2009
«El discurso de Rita», Los archivos de JS, 31 de marzo de 2010
De acuerdo en lo de la imposibilidad de ganar sin las clases medias y en la masiva heterogeneidad de las causas de quienes votan al PP, entusiastas, temerosos, admirados, resignados…Pero se desliza en algunas crónicas la sospecha de que los indignados han ayudado a que se produzca esta debacle electoral de la socialdemocracia, lo cual les convierte en aliados involuntarios del voto a la derecha. ¿Por qué no pensar que la posibilidad de regeneración de las propuestas de gobierno de izquierdas pueden encontrar en las acampadas una fuente de inspiración? No se trata de hacer caso a unos jóvenes airados, sino de preguntarse porque, después de ocho años de gobierno socialista en el Estado, hay una enorme cantidad de gente que no teme a que gobierne la derecha porque cree que no le va a ir peor.
Podría incluso plantearse de otra manera. El señor Zapatero no es dócil a la presión de los mercados porque esté en su ADN político, lo es porque está solo ante ellos. ¿Por qué no pensar que esta movida, cuyo espíritu es alentar el activismo político, es la forma de reforzar desde la calle a las instituciones? Es fácil votar cada cuatro años y exigir después que «hagan política de izquierdas», como se cree en condiciones de exigir la gente de IU, un partido que vive en la comodidad de proponer siempre sabiendo que no habrá de asumir responsabilidades de gobierno. No se me ocurre otra manera ahora mismo de establecer el engarce entre la voluntad popular y los profesionales de la política. Se podría votar más, sí, algunos lo hemos hecho y otros no, por no hablar de los que votaban hace algún tiempo en otro sentido y ahora lo hacen al PP porque no ven en la izquierda un proyecto de partido serio. Pero si no le decimos al PSOE que haciendo mal las cosas no va a tener nuestra fidelidad, entonces nada cambiará.
Lo que quiero decir, en suma, es que estamos en un momento crítico de la historia de la democracia en España, y que si la socialdemocracia no se anima a refundarse, lo cual es mucho más que un cambio de líder, corremos el riesgo no ya de que la derecha se convierta algo así como en un «partido único» (jo, qué miedo da esto), sino de que perdamos el espacio de lo público. ¿No era a fin de cuentas eso lo que dicen siempre los intelectuales que hay que recuperar en la polis del siglo XXI? Pues a ello.
Ha habido un error monumental por parte de la izquierda: la incapacidad para llegar a candidaturas unitarias; la incapacidad para atraerse a las clases medias. ¿El resultado? Juegos de suma cero, como creo explicarlo en este post de mi blog, que irá creciendo…
Para muchos, el resultado es ciertamente desolador. A mí me desconsuelan la unanimidad gobernadora y la homogenidad: la impresión de que todos son de los nuestros. Lo pensé cuando ganó el PSOE en el 82: las unanimidades me producen repulsión.
La insignificancia aritmética en Les Corts con un control de la televisión autonómica dan como resultado un Consell de gran discrecionalidad y poder. Y darán como resultado Ayuntamientos y Ayuntamientos con gobiernos alardeando de unanimidad y arrogancia. ¿O es que creen que Rita Barberá se va a conmover porque tenga a Compromís o a Esquerra Unida? La sra. Barberá se los merienda en el primer pleno. Qué digo en el primer pleno: en la primera comisión municipal.
Estamos en un bucle repetitivo. Ya lo hemos vivido. Esto es el Día de la Marmota.
No puc estar més d’acord amb la teua reflexió. Afegisc al malhumor, un desconcert i una forta desorientació. La dreta aguanta i creix, l’esquerra es fragmenta i creix-perd…a mi, per edat, només em queda la poesia i l’humor, si aconseguisc recuperar-lo.I al blog,ho intente:
http://vidapervida.blogspot.com/2011/05/donueta-postelectoral.html
Nada hay que añadir a la lúcida reflexión que realiza usted en «Elecciones y lecciones» o al revés.
Sí quiero subrayar la clave que indica el Sr.Montesinos y que creo que es bastante preocupante “por qué, después de ocho años de gobierno socialista en el Estado, hay una enorme cantidad de gente que no teme a que gobierne la derecha porque cree que no le va a ir peor”
Los resultados para el PSOE son pésimos pero quiero pensar que el voto de izquierda se recuperará a poco que cambien las condiciones, esto también ha sido un castigo a tanto sometimiento al sistema económico.
Realmente me gustaría entender las claves de la victoria del PP en esta Comunidad, creo que no están sólo en las redes clientelares que ha sido capaz de montar, como hace unos días apuntaba Josep Torrent, habrá que ir más allá. Ahora entiendo más a muchos italianos.
Respecto de las movilizaciones de DRY, habrá que ver como evoluciona ahora cuando los medios de comunicación apaguen sus focos sobre ellos. Me imagino que Dª Rita ya estará haciendo lo que pueda para que todo vuelva a la “normalidad”, a la suya.
¡Hola! Entro sólo para felicitar a don Justo por el magnífico espaldarazo a su blog desde El País. Y agradecerle los lúcidos análisis que nos ha hecho (y seguro nos hará) de la situación política.
Me disculparán que no añada nada a lo dicho por ustedes, pero el mazazo recibido no ha sido menos doloroso por esperado. Necesito rehacerme, repensarme, antes de intentar aportar nada al debate. Sigan ustedes, por favor. Nada me resulta más gratificante que leerles.
Saludos socialistas y volemeros (en el órden que prefieran).
Pienso que lo positivo de estas elecciones ha sido un abanico mayor y una mejor representatividad socio-política. Cuatro partidos representados da más juego y es más democrático. El debate puede y debe mejorar. Lo único que veo es una desproporción. No sé bien si las personas reflexionan su voto o si se refleja la realidad social del todo. Es algo exagerada la ventaja. Quizá porque falta un partido en la zona del centro político, como llegará a ser U P y D, que ya ha entrado con un concejal en la ciudad de Alicante, y varios concejales y diputados em Madrid.
Más interesante todavía es la Fundación Equo, de la que podéis obtener información a través de Internet y que se plantea la entrada en política.
Gracias, Marisa. Si todo va según lo previsto, seguirá este blog enlazado por El País. No siempre haré análisis de la situación política. Ya sabe que me interesan otros temas.
Pero hablando de la situación política, sólo le pido que no se desanime. La socialdemocracia europea ha pasado una fase muy mala. Ahora está remontándola en Gran Bretaña y Alemania. Aquí llevamos retraso y además aquí hay una división del voto. Repase el resultado de las elecciones. ¿Dónde le ha ido mal o regular al PP? Pues de cajón: donde se ha presentado dividido. La izquierda se presenta dividida y cuál es el resultado. Pues éste. Un alto dirigente del PSOE, el candidato por Castilla-La Mancha, ha dicho que hay que hacer una profunda renovación ideológica.
Un momento. Mucha calma. ¿Cuándo ha hecho una gran renovación ideológica el PP? El partido conservador está en fase alcista, cosa que no es producto de su refinamiento ideológico. Hay clientelismo y persuasión de las clases medias. Y hay una crisis económica: normalmente el efecto de la crisis lleva a un aumento de la derecha.
Lo que el Partido Socialista ha de hacer es revisar su funcionamiento: ¿cuáles son sus inoperancias organizativas? Ha de renovar su modo de presentación, activando mecanismos de persuasión política (que es convencer razonando). Ha de presentar candidatos atractivos, licenciando a dirigentes ya gastados. En el Partido Popular no se gastan porque –insisto– está en la fase alcista. Y el PSOE ha de reunificar lo más posible el voto, las candidaturas, cosa bastante improbable con partidos minúsculos que se contentan con cachitos porcentuales.
Ya, ya sé, señor Serna que a usted le gustan otros muchos temas. Afortunadamente para nosotros. Pero me permitirá que le diga que, cuando usted habla de Historia, de Sociología, de Filosofía, de Literatura, en una palabra, de Cultura, está hablando, en el fondo, de Política. Y lo escribo así, con mayúscula, porque la Política es -o debería ser- un compendio de todas ellas. Quien quiera entenderlo, que lo entienda. Mi deseo sería que lo entendieran una serie de personas que parecen complacerse en demostrar lo contrario, que la política (aquí con minúscula) es sólo un medio de vida.
Me consuela usted al decir que esta crisis de la izquierda es superable. Pero, la verdad, me gustaría poder verlo en los años que me quedan de vida.
Martes, 24 de de mayo, a las 19:30 horas, en el Colegio Mayor Rector Peset de Valencia
Plaza del Horno de San Nicolás, 4
Ciclo ‘El divan al carrer’
Sesión: ‘Una mirada sobre la identidad y el fanatismo’
Intervienen:
Justo Serna
Antonio Felis
Presenta y modera:
José A. Loren
Organiza:
Centre Psicoanalític Valencià (APM) Col·legi Major Rector Peset (Universitat de València)
Lamento dar la murga con esto: en alguna página de Internet me están dando palo por no celebrar los resultados electorales. ¿Acaso son partidarios del Partido Popular? No, son gente ‘avanzada’, ‘audaz’, a la que entusiasma el hundimiento de los socialistas: creen próximo el ‘sorpasso’ y por tanto cualquier deterioro, incluso un gran deterioro, es una bendita noticia. Me atribuyen una interpretación ortodoxa de izquierda: como si yo fuera el analista de guardia que el PSOE hubiera puesto en El País-Comunidad Valenciana. Recibo palo también por mostrar mi escepticismo ante la movilización del 15-M. Ah, vaya, parece que hay que responder de manera unánime. Lo siento: como alguien dijo por aquí, soy persona conservadora. Incluso algo peor: un socialdemócrata.
He criticado al PSPV, sus inoperancias, en repetidas ocasiones, alguna de las cuales he visto de cerca. Pero critico también la falta de realismo que cierta izquierda demuestra. Es igual: vamos avanzando elásticamente sobre la retaguardia.
Mi enhorabuena en todo caso a los partidos que han mejorado sus resultados, especialmente a IU y Compromís.
Esa gente, Sr. Serna, parece olvidar quién es el enemigo de la izquierda (el PP, por si alguien duda). Creen que la auténtica izquierda está fuera del PSOE, y se equivocan. Tengo amigos dentro del partido socialista más marxistas que muchos afiliados o simpatizantes de IU. Y conozco a muchos votantes de IU con comportamientos verdaderamente fascistas. Así que «de todo hay en la viña del Señor».
No obstante lo anterior, considero que el PSPV-PSOE debe tomar cartas en el asunto, reconduciendo ese discurso de izquierdas que tantas veces ha quedado difuminado en algunos puntos y dejando esos sillones tan cómodos vacíos.
Tiempo de silencio.
No sé, sra. Zarzuela. Hoy no es mi día: tampoco estoy de acuerdo con lo que dice. Usted me perdonará.
1. «Enemigo» no es una denominación que me guste. 2. ¿Hay marxistas en el el partido socialista? 3. ¿Muchos votantes de IU tienen comportamientos fascistas?
Como diría González: esto lo pregunto sin ‘acritú’.
Los calificativos que emplea la señora Zarzuela son, sin duda, un pelín exagerados. Pero creo entender lo que quiere expresar.
En todo caso yo cambiaría «enemigo» por «contrincante», «marxista» por «muy de izquierdas» y «fascista» por «escorado a la derecha». Eso, si doña Isabel me permitiera enmendarle la plana.
Perdón por intervenir. Estoy muy de acuerdo con Dña Isabel. El P.P. tiene por enemiga a la izquierda. Hay mucho pequeños hechos que lo demuestran y eso se vive mucho más intensamente en una ciudad pequeña. Hace poco, murió un amigo mio, socialista convencido y pata negra. El comentario de un tipo del P.P., que decía que era amigo de él, es que el PSOE tendría un voto menos. Es un pequeño ejemplo. Otro: el 23 de febrero de 1.981, un conocido militante de A.P. me dijo que me tenia reservado el puesto de aguador en la caravana de presos, que iban a ser llevados a un campo de exterminio .¿Le sirve?
Discrepo con la señora Zarzuela: no creo que el PSOE aglutine toda la izquierda y que mucho menos sea la «auténtica izquierda». Y sí, podrá haber marxistas en el PSOE pero desde luego no son esas las tesis que se aplican en sus gobiernos donde los discursos en muchos casos acaban siendo los mismos que los del PP. Y respecto a la naturaleza de IU y otras opciones que más se aproximan a posiciones marxistas, si es que puede decirse así, ¿cuál creen que es el uso político que se hace de esta mala situación económica utilizando argumentos anticapitalistas? ¿se podría considerar populismo o verdaderamente ese es el camino a seguir? Son dudas que me inquietan a menudo ante la fragilidad de la socialdemocracia que contemplamos.
Permítame, Arnau. A los excesos verbales de un militante u otro del PP podrían oponerse ejemplos de personas sensatas y moderadas de ese mismo partido.
Piense en ‘Los cornetas del Apocalipsis’ que retrata José María Izquierdo. Esos columnistas dicen auténticas barbaridades, pero hay articulistas conservadores –de los que se puede discrepar o con los que se puede convenir– que no dicen atrocidades.
Vamos a ver, utilizo la palabra enemigo y no contrincante concienzudamente. En este caso no me refiero al PP como rival político (que lo es, pero en un ámbito diferente al que trato de explicar), sino como enemigo en el sentido de no-amigo. Y no es amigo porque el modelo de sociedad que proponen y practican la considero tremendamente perjudicial para la mayoría.
“¿Hay marxistas en el partido socialista?”. Insisto en que sí los hay y, como ya le dije, conozco a más de uno. Pero, ojo, no querría que se confundiese el sentido de mi anterior intervención: cuando dije que en IU “creen que la auténtica izquierda está fuera del PSOE, y se equivocan. Tengo amigos dentro del partido socialista más marxistas que muchos afiliados o simpatizantes de IU”, en ningún momento quise asociar a la “verdadera izquierda” con el marxismo. Únicamente trataba de transmitir la idea de que la izquierda no solamente está en IU; también en el PSOE, y no sólo por albergar entre sus filas a marxistas, por supuesto. Disculpen si me expliqué mal.
Señor o señora imaginarseasisifofeliz, hay propuestas de las que se valen los partidos políticos con los que es difícil no coincidir: acabar con el terrorismo, conseguir la plena integración de la inmigración, aumentar el bienestar social, alcanzar el pleno empleo, conseguir uno de los mejores sistemas educativos… (todo esto lo he transcrito de un programa electoral del PP … ¿o es que se habrá apropiado del discurso de la izquierda?).
Ah, otra cosa. He visto en gobiernos municipales cómo ha pactado IU con el PP en detrimento de un gobierno socialista, y cómo ha pactado el PSOE con el PP para evitar que gobierne IU. ¿Entienden ahora por qué considero que a veces nos olvidamos de quién es “el enemigo”?
Hola otra vez, Justo, Creo sinceramente que lo del #15M es importante pero lo es más como manifestación cívica, como apropiación ciudadana de la política, que como agente de acción electoral. Me parece difícil que los resultados hayan tenido que ver con las concentraciones. Lo más probable es que hayan tenido que ver con una acción de gobierno que ha decepcionado a muchos. El PSC ya se llevó un palazo semejante y no había habido manifestación alguna.
Un abrazo.
La última precisión que hace Isabel es conveniente. Siempre, y más en tiempos como los nuestros muy marcados por la corrección política, parece haber unos mínimos por debajo de los cuales no se mueve ningún programa electoral que pretenda seriamente gobernar. El problema llega cuando entramos al análisis semántico. ¿Qué significa para el Pp, por ejemplo, lograr una gran «sistema educativo»? No me sería difícil explicar lo que ha significado hasta hoy en Valencia. O, por ejemplo, todo el mundo está a favor de los derechos humanos, pero luego resulta que el grupo popular de Badalona, liderado por García Albiol y contando con la venia de la líder regional, y por consiguiente, el estatal, ha apostado por un discurso xenófobo cuya aspiración es el castigo a la inmigración. Se podría hablar también de lo ecologistas que son todos los partidos, o de lo partidarios que todos somos de defender las pensiones o a los que tienen personas en casa… Se acordarán de aquello de predicar y dar trigo. Es este tipo de doble moral la que hace que me preocupe una victoria tan «aclaparadora» de la derecha española.
Me refiere a lo que tienen personas impedidas o minusválidas en casa, obviamente estoy pensando en el tema de la dependencia. POr cierto, una maldad, cuando llegue al poder Rajoy, ¿acabará con el matrimonio gay? Siempre pienso, cuando alguien está saboreando las mieles de la victoria, que al día siguiente hay que gobernar. Por si se nos ha olvidado. Y eso que aún no he preguntado cómo van a afrontar la crisis, el paro… en fin, esas cositas de las que Zp tiene toda la culpa.
Dª Marisa no se desanime, la gran victoria del PP es precisamente esa. No es tanto lo que han subido numéricamente, que también, como la sensación de desastre total que nos han dejado.
Parece cuanto menos paradójico que sea el PP el que enarbole la defensa de los trabajadores, se convierta en el guardián de las políticas sociales y sea la esperanza de tantos españoles.En esta comunidad llevan gobernando un tiempo y ya hemos visto que gestión hacen de los programas de bienestar y sin embargo permitanme sólo un dato: Una mesa electoral, en una zona abolutamente deprimida de la ciudad, electores 637, votos PP 292, votos PSOE 28,no sigo.
Dice hoy Josep Torrent que el problema no está sólo en la crisis económica. En eso estamos de acuerdo, y la izquierda tendrá que empezar no sólo a denunciar lo que la derecha hace mal, sino a comprender lo que la derecha hace bien y muy bien, y además lo sabe vender.
No sé si es la crisis económica la que ha pasado factura o la pésima gestión que se hizo de ella (especialmente al inicio) y el escaso poder para comunicar a los ciudadanos una explicación lógica y razonable de lo que estaba ocurriendo. En cualquier caso un país puede soportar muchas cosas pero una tasa de paro como la que tenemos que es la mayor de la Unión Europa, eso no hay gobierno que lo resista.
Dice Andrés Boix a propósito del 15-M: «Me parece difícil que los resultados hayan tenido que ver con las concentraciones. Lo más probable es que hayan tenido que ver con una acción de gobierno que ha decepcionado a muchos». Su glosa es una corrección a lo que se supone que yo he dicho sobre el particular.
¿La causa del voto al PP son las concentraciones del 15-M? Jamás he dicho eso: lo que he dicho es que actos multitudinarios como éste confirman, corroboran, refuerzan indirectamente, por ‘efecto perverso’, a la derecha. Pasó en Francia hace décadas y ha pasado reiteradamente.
Saludos.