Cometí un error del que no me siento honrado

Uno. Leo la prensa. Con la lentitud propia de la estación, con la torpeza que me es propia. Cavilo, razono y no me aclaro. Me da vergüenza mi ineptitud. Soy un inútil en economía, en organización de empresas, en dispositivos multimedia, en máquinas de escribir, en el orden general, en la gestión de lo obvio. Acopio y pierdo; reúno y embarullo.

No soy capaz de pensar y masclar chicle a la vez. No sé por qué hay personas que confían en mí, la verdad. Sobrevivo confuso en un enredo. Pero luego me entero de que no soy tan borrico: gente super chévere con mucha titulación comete errores de bulto. No programa ni adelanta, no precisa ni se esmera.

Observen a los ministros de este Gobierno. Me dan vergüenza: ajena y propia. No es posible que personas con estudios se manejen tan mal. Conducen erróneamente y además no saben qué decir para calmar a los mercados, a los esclavos, a los parados, a los empleados.

Dos. «Cometí un error del que no me siento honrada». Eso dice Andrea Fabra después de haber chillado algo impropio de una dama: «que se jodan». La fórmula es lamentable: tanto el ultraje pronunciado a voz en grito como la disculpa. En el perdón confuso que pide hay algo incongruente. El enunciado es enrevesado.

¿Hay errores de los que uno se sienta honrado?, pregunto. ¿Hay algo de lo que te honres y sea, literalmente, un error? De los yerros y de los lapsus nos arrepentimos, pedimos perdón, nos lamentamos. Enorgullecerse del mal paso, de la cosa mal hecha, de la torpeza es arrogancia.

No decimos que no nos sentimos honrados cuando erramos. Decimos perdón. Pero no parece que Andrea Fabra esté acostumbrada a pedirlo. De lo contrario, las disculpas serían directas, sin enredos.

13 comentarios

  1. Usted piensa, mascla chicle… y porque no le ha dado por fumar, que si no también. Saludos lisboetas

  2. Y sí, puedes sentirte honrado por un error. Los hay que se comenten por amor, amistad, generosidad,… e incluso llegan a cometerse a sabiendas. No es el caso, eso está claro.

  3. Sería más correcto decir «no me siento orgullosa», ya que el adjetivo «orgullosa» describe un estado del ánimo del sujeto que proviene de su propio juicio. Por el contrario, la honra proviene de un juicio público o externo al sujeto (la sociedad honra a sus héroes y ellos se sienten orgullosos por ello) y el termino sentirse «honrado» califica más al colectivo que emite el juicio que al sujeto que lo recibe. Así, cuando alguien recibe un premio y declara sentirse honrado, hace aprecio al colectivo que se lo concede. Por todo esto, la frasecita de Andrea le rechina a cualquier persona culta.

  4. «Y sí, puedes sentirte honrado por un error. Los hay que se comenten por amor, amistad, generosidad,… e incluso llegan a cometerse a sabiendas. No es el caso, eso está claro».

    No acabo de ver ese sentimiento. Me refiero a lo de sentirse honrado por un error. Uno hace algo por amor, por amistad, por generosidad, sí. Pero lo que se hace con desprendimiento no es un error…

  5. “Y sí, puedes sentirte honrado por un error. Los hay que se comenten por amor, amistad, generosidad,… e incluso llegan a cometerse a sabiendas. No es el caso, eso está claro”.

    No acabo de ver ese sentimiento. Me refiero a lo de sentirse honrado por un error. Uno hace algo por amor, por amistad, por generosidad, sí. Pero lo que se hace con desprendimiento no es un error…

  6. Puede serlo, puede serlo. En ocasiones sabes que estás dando un paso en falso, que te estás equivocando -que no otra cosa es un error-, pero sigues adelante. Incluso llegas a cegarte porque, erróneamente, consideras en ese momento que es lo de adecuado. Para uno mismo o para los otros.. Aunque, insisto, está muy lejos de ser éste el caso

  7. Señor Duarte, a estas alturas es posible que sepa ya algo sobre ciertas recetas de bacalao en la Casa del Alentejo, qué lugar tan hermoso, dios mío. Hay también un lugar idóneo para la caipirinha nocturna, bueno, debe usted ya estar al corriente de todo, no sigo, que me entra la saudade.

    No voy a hablar mucho de Andrea Fabra, no lo merece. El exabrupto revela una catadura moral que no puede sorprendernos teniendo en cuenta su linaje. Yo fui educado por mis padres, ella por el suyo, está todo dicho.

    Disculpen la soberbia, pero este tipo de conductas me generan complejo de superioridad; a veces ayuda saber que uno no es así, que nunca deberá actuar de esa manera y que en esa convicción educaremos a nuestros hijos y alumnos. Por mi parte, pienso guardar la imagen para clase de Ética, quiero que los jóvenes sepan cómo son algunos oligarcas de este país y lo que piensan de sus familiares y amigos en el paro.

    En cualquier caso, me llama mucho más la atención una conducta generalizada durante la actuación de Rajoy, las arrancadas de aplausos en la bancada popular con el anuncio de las medidas. Se me ocurre pensar en qué tipo de gente ocupa actualmente la cámara de representantes, pienso en aquellos políticos de los años de la Transición. Quizá diga una atrocidad, pero no me imagino al señor Fraga -al que tantas veces he criticado- adoptando esa actitud ante el sufrimiento de la gente. Los votantes sabrán lo que se hacen…

    Si me lo permiten voy a darles dos consejos. El primero es ver la película de Guédiguian, Las nieves del Kilimanjaro, por si no la han visto todavía. Imprescindible. Plantea la situación de una pareja de más de cincuenta años, con su mapa moral forjado en la Europa del Estado social, y que ahora asisten al conflicto generacional ante la evidencia de que aún disfrutan de derechos que para los jóvenes parecen estar quedando definitivamente liquidados. De verdad, no se la pierdan.

    Y otro. Hoy me he concedido el placer morboso de mirar la web de El Mundo. Hay algo que no me sorprende: estamos en medio de una auténtica catástrofe económica, pero sólo en cuarto o quinto lugar de la portada vemos una referencia más bien ambigua a la situación financiera del país. Antes se nos informa de que el Rey ha dejado de presidir la WWF por el asunto del elefante de Botswana, que han detenido a los grapos del asunto de Cordón, y que se ha remasterizado el viaje a la luna de Melies. Vamos, que el diario del señor Ramírez está del lado que está y no tiene dudas: carga cuando tocan a carga, y calla cuando tocan a distraer la atención, todo muy en el estilo periodístico de su fundador.

    Pues bien, resulta que, cuando profundizamos un poco, leemos un artículo absolutamente demoledor y terrorífico sobre la Comunitat Valenciana, y en especial sobre la herencia que Camps ha dejado. No deja títere con cabeza, presenta un paisaje de corrupción, soberbia e ineptitud que llegaría a parecernos excesivo si se tratara de un trabajo de El País. Y si he dicho lo de la portada es por insistir en que El Mundo no es dudoso en su apoyo al PP.

    Lean el artículo, les asaltará la sensación de que todo eso lo podían haber dicho antes, cuando Camps y compañía aún nos presentaban como la California del Mediterráneo, pero no deja de llamar la atención tanto furor contra él, a quien la derecha ha apoyado sin ambages hasta hace poco. Hacen referencia incluso a su «delirante» entrevista en la revista Telva, donde -lo recordarán ustedes- aparece como un personaje de Blasco Ibáñez, mecido el cabello por la brisa de la Albufera.

  8. Ustedes me perdonarán. Lo digo por el silencio de estos últimos días. La verdad es que no me encontraba bien. Al estado físico, me refiero. Si fuera creyente diría que no estaba muy católico.

    No sé si ya estoy mejor. Creo que sí.

  9. No se disculpe, señor Serna, hasta el Papa no se levante muy católico algunas mañanas.

    Inolvidable teclado el de John Lord, es un tipo de sonido que quedó varado en el tiempo, ya no ha regresado, como si ya no se fabricaran los mismos instrumentos.

  10. No se preocupe, señor Serna. Recobre su buena salud y su buen ánimo. «Estar católico» no es muy «epatante» en estos días abrumadoramente tristes. ¿Cómo se puede estar -ni ser- católico, con la que nos está cayendo?

    Lo que no finiquite este malhadado gobierno, lo consumirán las llamas, al parecer. ¡Qué enorme tristeza!

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