Aquí estoy, don Justo: al pié de la letra -que no del cañón- esperando a ver cuando hacemos la quedada de verano. ¡Que la crisis no nos separe!
Muy buenas, don Justo. Como ya le he felicitado en privado, paso a contarle: Al empezar a leer su último libro, el de esa imaginación histórica que justifica estas líneas, alguna que otra atrevida visita me preguntaba: ¿es un libro de historia? ¿se trata de un ejercicio crítico? ¿va sobre novelas o sobre historiadores que leen novelas?, y a mí en seguida se me venían encima las palabras que Fernando Savater puso hace muchos años en boca de Sherlock Holmes: «cuando todas las restantes posibilidades han sido descartadas, la última posibilidad restante, por improbable y asombrosa que sea, debe ser cierta» (‘Criaturas del aire’). El suyo, don Justo, es sobre todo un libro para aprender y para disfrutar ¡y además leyendo sobre lecturas!. Recuerdo que hace tiempo me impresionó, por su evocativa simplicidad, la afirmación de un profesor inglés: «Sin imaginación, el conocimiento histórico permenece estático». Y esa idea recorre todo su trabajo, amigo. Un trabajo que además hacía falta en castellano, que habla de nuestra propia imaginación histórica, sobre todo de la más cercana, desde esa «verdad» que a veces nos transmiten las novelas y que, como ya le dije en otro momento, a menudo uno no sabía que ya sabía que cantaba aquel. Como usted bien dice en sus primeras páginas: «Desde cualquier ángulo se puede observar el todo». Pues eso a observar me voy, a leer y a releer con todas las miradas de las que sea capaz porque, permítame esta última cita de Virginia Woolf, yo también «he soñado a veces que cuando amanezca el Día del Juicio y los grandes conquistadores y abogados y juristas y gobernantes se acerquen para recibir su recompensa -coronas, laureles, sus nombres tallados de manera indeleble en mármol imperecedero- el Todopoderoso se volverá hacia Pedro y dirá, no sin cierta envidia, cuando nos vea venir con nuestros libros bajo el brazo: <>».
Gracias, felicidades y abrazos estivales…
¡Vaya! No se bien la razón pero se ha quedado en el tintero la última frase de la cita de Virginia Woolf que hacía en mi comentario anterior. Pues yo soy así de cabezón:
«Mira, ésos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles. Les gustaba leer».
Ahora sí que me voy tranquilo. Lo de la quedada de verano de la que habla la señora Bou, pronto, por favor…
¿Martes por la tarde, a las 20 horas?
A mí me va bien. Pero, por el momento, no parece haber mucho quorum…
Disculpen todos mi silencio de estos últimos días (por no decir semanas). He leído el blog con regularidad, pero se me han acumulado tal cantidad de encargos que este mes de julio ha sido con creces el de más volumen de trabajo de todo el curso: exámenes, notas, libros, prólogos, etc., etc.
A mí la quedada el martes a las 20:00 me viene bien. Salvo imprevisto de última hora, podéis contar conmigo. Quedo a la espera de la confirmación de fecha, hora y lugar.
En Babelia, del 28 de julio, tema de portada y reportaje central: ¿Tiene futuro la novela?
El número cuenta con un extenso reportaje sobre el estado actual del género.
En dicho reportaje, uno de los tres libros mencionados –el primer volumen citado– es La imaginación histórica, de J. S.
Estupendo el artículo en el País. Vaya con las metáforas del señor de Guindos: tan afortunadas como siempre. Ya le daría yo algunas ideas de qué hacer con el sable.
Yo también he andado callado más tiempo del que acostumbro. Pero bueno, poco a poco se van finiquitando asuntos (que diría de Guindos).
Sobre la quedada, me parece estupendo el martes a las 20 horas. Estaré a punto de empezar las vacaciones.
Gracias, Sr. Lillo.
Bueno, vamos concretando: quedamos el martes a las 20 horas por la calle Guardia Civil (de Valencia). En cuanto haya más personas precisamos la cervecería.
Pues yo me apunto. No hay nada como celebrar en buena compañía la tan esperada época vacacional .
Por cierto, Sr. Serna, es muy interesante la referencia a su libro en el Babelia. Felicidades.
Creo que les acompañaré desde la distancia. Ando por tierras del Vinalopó, en medio de un calor propio de una plaga bíblica, y a la espera de ver este martes el estreno en su propia casa del documental «Orson West», dirigido por Fran Ruvira, ex alumno y sin embargo amigo. Me gustaría contarles después algo sobre el particular, reconozco estar emocionado ante el asunto.
Por problemas de última hora no puedo estar presente en la reunión que habíamos convocado para despedir la temporada. Siento el trastorno que a algún amigo haya podido ocasionar.
Nos vemos pronto.
JS
Qué dicha no hacer nada. Leer placenteramente, ejercitar el cuerpo. De cuando en cuando escribiré aquí, no sé si lo leerá alguien, pero lo haré para poder comunicarme. Las noticias del verano, de este verano, son insólitas. Leo la prensa y me desternillo. Por no llorar. Les mantendré informados.
Volveré.
¿Cómo es posible que tengamos la pereza y la indignación al mismo nivel?
Tiene toda la razón, Sra. Bou. Ahora, en mi caso, aparte de la pereza y de la indignación, estoy desenganchado.
Martes 7 de agosto: de repente, a media tarde, compruebo que no sé a qué día de la semana estamos. Yo creo estar en domingo. De repente, en conversación con unos amigos, me sacan del error.
Feliz error.
No se lamente, Justo, usted no sabe en qué día vive, pero yo a veces no sé ni en qué lugar estoy. Por cierto ¿dónde estamos? Y lo que es más importante aún, ¿ a dónde vamos? Ya ve, soy filósofo según indican los papeles, pero no sé contestar a las preguntas filosóficas por antonomasia. Bueno, sí dispongo de un amago de contestación: hay que ver Las nieves del Kilimanjaro, de Guediguian, voy a repetírselo a ustedes hasta que me hagan caso. No es sólo que sea buena, sobre todo es que pone el dedo en la llaga.
Juan Planas, muy generosamente, habla de mi libro en su columna de ‘El Mundo’. Un detalle muy cariñoso.
La amistad es la amistad es la amistad… y el resto está (casi todo) en los libros :-)
Feliz error, Sr. Serna. Fíjese, a mi me cuesta muchísimo desconectar -del transcurso del tiempo-. Feliz error.
Sr. Planas: como siempre, consigue emocionarme.
Gracias, Leda :-)
[…] conmemoración que me justifique, salvo que Mendoza es uno de los autores que examino y celebro en La imaginación histórica (2012), el volumen que me han premiado la Fundación Lara y la Obra Social de […]
‘Imaginación histórica’
En la nube, Radio 3
24 de julio de 2012
http://www.rtve.es/m/alacarta/audios/en-la-nube/nube-imaginacion-historica-24-07-12/1490070/?media=rne
A partir del minuto 9:55, entrevista a propósito de ‘La imaginación histórica’.
JS, «Si vas a dar el sablazo», El País, 25 de julio de 2012
Alejandro Lillo, «Historia e imaginación. Conversación con Justo Serna», Ojos de Papel, 9 de julio de 2012
Toc, toc, toc,
¿Hay alguien ahí?
Aquí estoy, don Justo: al pié de la letra -que no del cañón- esperando a ver cuando hacemos la quedada de verano. ¡Que la crisis no nos separe!
Muy buenas, don Justo. Como ya le he felicitado en privado, paso a contarle: Al empezar a leer su último libro, el de esa imaginación histórica que justifica estas líneas, alguna que otra atrevida visita me preguntaba: ¿es un libro de historia? ¿se trata de un ejercicio crítico? ¿va sobre novelas o sobre historiadores que leen novelas?, y a mí en seguida se me venían encima las palabras que Fernando Savater puso hace muchos años en boca de Sherlock Holmes: «cuando todas las restantes posibilidades han sido descartadas, la última posibilidad restante, por improbable y asombrosa que sea, debe ser cierta» (‘Criaturas del aire’). El suyo, don Justo, es sobre todo un libro para aprender y para disfrutar ¡y además leyendo sobre lecturas!. Recuerdo que hace tiempo me impresionó, por su evocativa simplicidad, la afirmación de un profesor inglés: «Sin imaginación, el conocimiento histórico permenece estático». Y esa idea recorre todo su trabajo, amigo. Un trabajo que además hacía falta en castellano, que habla de nuestra propia imaginación histórica, sobre todo de la más cercana, desde esa «verdad» que a veces nos transmiten las novelas y que, como ya le dije en otro momento, a menudo uno no sabía que ya sabía que cantaba aquel. Como usted bien dice en sus primeras páginas: «Desde cualquier ángulo se puede observar el todo». Pues eso a observar me voy, a leer y a releer con todas las miradas de las que sea capaz porque, permítame esta última cita de Virginia Woolf, yo también «he soñado a veces que cuando amanezca el Día del Juicio y los grandes conquistadores y abogados y juristas y gobernantes se acerquen para recibir su recompensa -coronas, laureles, sus nombres tallados de manera indeleble en mármol imperecedero- el Todopoderoso se volverá hacia Pedro y dirá, no sin cierta envidia, cuando nos vea venir con nuestros libros bajo el brazo: <>».
Gracias, felicidades y abrazos estivales…
¡Vaya! No se bien la razón pero se ha quedado en el tintero la última frase de la cita de Virginia Woolf que hacía en mi comentario anterior. Pues yo soy así de cabezón:
«Mira, ésos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles. Les gustaba leer».
Ahora sí que me voy tranquilo. Lo de la quedada de verano de la que habla la señora Bou, pronto, por favor…
¿Martes por la tarde, a las 20 horas?
A mí me va bien. Pero, por el momento, no parece haber mucho quorum…
Disculpen todos mi silencio de estos últimos días (por no decir semanas). He leído el blog con regularidad, pero se me han acumulado tal cantidad de encargos que este mes de julio ha sido con creces el de más volumen de trabajo de todo el curso: exámenes, notas, libros, prólogos, etc., etc.
A mí la quedada el martes a las 20:00 me viene bien. Salvo imprevisto de última hora, podéis contar conmigo. Quedo a la espera de la confirmación de fecha, hora y lugar.
En Babelia, del 28 de julio, tema de portada y reportaje central: ¿Tiene futuro la novela?
El número cuenta con un extenso reportaje sobre el estado actual del género.
Javier Rodríguez Marcos, «La muerta viva», El País, 28 de julio de 2012
En dicho reportaje, uno de los tres libros mencionados –el primer volumen citado– es La imaginación histórica, de J. S.
Estupendo el artículo en el País. Vaya con las metáforas del señor de Guindos: tan afortunadas como siempre. Ya le daría yo algunas ideas de qué hacer con el sable.
Yo también he andado callado más tiempo del que acostumbro. Pero bueno, poco a poco se van finiquitando asuntos (que diría de Guindos).
Sobre la quedada, me parece estupendo el martes a las 20 horas. Estaré a punto de empezar las vacaciones.
Gracias, Sr. Lillo.
Bueno, vamos concretando: quedamos el martes a las 20 horas por la calle Guardia Civil (de Valencia). En cuanto haya más personas precisamos la cervecería.
Pues yo me apunto. No hay nada como celebrar en buena compañía la tan esperada época vacacional .
Por cierto, Sr. Serna, es muy interesante la referencia a su libro en el Babelia. Felicidades.
Santi Ibáñez, «Justo Serna: La ironía es fundamental para analizar la realidad», Osaka (revista cultural de la cadena de periódicos Promecal), 29 de julio de 2012
Creo que les acompañaré desde la distancia. Ando por tierras del Vinalopó, en medio de un calor propio de una plaga bíblica, y a la espera de ver este martes el estreno en su propia casa del documental «Orson West», dirigido por Fran Ruvira, ex alumno y sin embargo amigo. Me gustaría contarles después algo sobre el particular, reconozco estar emocionado ante el asunto.
Por problemas de última hora no puedo estar presente en la reunión que habíamos convocado para despedir la temporada. Siento el trastorno que a algún amigo haya podido ocasionar.
Nos vemos pronto.
JS
Qué dicha no hacer nada. Leer placenteramente, ejercitar el cuerpo. De cuando en cuando escribiré aquí, no sé si lo leerá alguien, pero lo haré para poder comunicarme. Las noticias del verano, de este verano, son insólitas. Leo la prensa y me desternillo. Por no llorar. Les mantendré informados.
Volveré.
¿Cómo es posible que tengamos la pereza y la indignación al mismo nivel?
Tiene toda la razón, Sra. Bou. Ahora, en mi caso, aparte de la pereza y de la indignación, estoy desenganchado.
Martes 7 de agosto: de repente, a media tarde, compruebo que no sé a qué día de la semana estamos. Yo creo estar en domingo. De repente, en conversación con unos amigos, me sacan del error.
Feliz error.
No se lamente, Justo, usted no sabe en qué día vive, pero yo a veces no sé ni en qué lugar estoy. Por cierto ¿dónde estamos? Y lo que es más importante aún, ¿ a dónde vamos? Ya ve, soy filósofo según indican los papeles, pero no sé contestar a las preguntas filosóficas por antonomasia. Bueno, sí dispongo de un amago de contestación: hay que ver Las nieves del Kilimanjaro, de Guediguian, voy a repetírselo a ustedes hasta que me hagan caso. No es sólo que sea buena, sobre todo es que pone el dedo en la llaga.
Juan Planas, muy generosamente, habla de mi libro en su columna de ‘El Mundo’. Un detalle muy cariñoso.
http://jplanas.blogspot.com.es/2012/08/la-imaginacion-historica.html
La amistad es la amistad es la amistad… y el resto está (casi todo) en los libros :-)
Feliz error, Sr. Serna. Fíjese, a mi me cuesta muchísimo desconectar -del transcurso del tiempo-. Feliz error.
Sr. Planas: como siempre, consigue emocionarme.
Gracias, Leda :-)
[…] conmemoración que me justifique, salvo que Mendoza es uno de los autores que examino y celebro en La imaginación histórica (2012), el volumen que me han premiado la Fundación Lara y la Obra Social de […]