Vuelvo, siempre vuelvo a Sigourney Weaver.
Weaver cumplirá 72 años en octubre de 2021. Tiene diez años más que yo. Todo en ella resulta envidiable.
La vi, por primera vez, en Alien (1979), el film de Ridley Scott. Hacia 1979, en efecto, un joven director rueda y firma una de las películas más sobresalientes de la últimas décadas.
Aludo —insisto— a Alien. En España: Alien, el octavo pasajero. Ya lo dije tiempo atrás. Es un reciclaje de restos y desechos. Es una reconstrucción posmoderna (‘passez-moi le mot’) de historias mil veces contadas. Pero la reelaboración es magnífica.
Sigourney Weaver interpreta a la Teniente Ripley. Al verla, al contemplar su actuación, quedé emocionalmente trastornado, debidamente enamorado.
Aún me dura. He seguido su carrera, irregular. Lo que no es irregular, sino excepcional, es su belleza creciente.
Conforme cumple años, Sigourney Weaver me parece más elegante, de una sofisticación natural que a la vez madura de manera irresistible.
De aquel personaje, de la comandante de vuelo Ripley, tendré que hablar en una conferencia dentro de unos meses. Lo anunciaré oportunamente. Esperemos al menos que pase todo esto…
Yo no soy especialista en ciencia-ficción y a ella la llaman ‘la reina de la ciencia-ficción’. Imaginen qué compromiso.
Pero no nos equivoquemos. En ese film (y en los restantes de la saga) hay más historia que futuro, más cultura clásica que vaticinios. Hay más referencias pretéritas que augurios.
Vi esa película cuando yo contaba veinte o veintiún años. Aún no me he repuesto y de eso, de este trastorno generacional, tratará en parte mi conferencia.
La casualidad ha querido que esa persona sutil e inteligente —dotada con un rostro bello, duradero y anguloso— regrese ahora con sus años a cuestas.
Reaparece en una película que aún no he visto: Sueños de una escritora en Nueva York (2021), de Phillipe Falardeau, en donde interpreta a la agente literaria de J.D. Salinger.
Y reaparece también Sigourney Weaver en una foto fija. Me refiero al cartel oficial del 69 Festival de San Sebastián. Es obra de la diseñadora donostiarra Eva Villar, que parte de una fotografía de Weaver en blanco y negro, tomada por Matthew Brookes.

El cartel final resultante ha contado con la colaboración del artista bilbaíno Juan Ugalde, que acompaña la instantánea de unos brochazos coloristas. Con ello, sigue la línea de los últimos carteles oficiales del Festival.
En 1979, al frente de la expedición hallábamos a Ripley; al frente del certamen cinematográfico de hoy encontramos a una Sigourney Weaver más elegante aún.
En Alien era la primera vez que una mujer comandaba una misión en el espacio exterior con un pronto ejecutivo, resolutivo y material.
Una mujer se sobreponía a sus terrores y a sus escrúpulos. De ella dependía el porvenir de la humanidad.
Le estaré siempre agradecido.