Curiosity, curiosidades.
Martes 22 de noviembre. Leo en El País digital una noticia sobre Marte. «El Curiosity, el mayor vehículo de superficie que se ha desarrollado para explorar Marte, está a punto de partir».
A lo que parece, «el periodo de lanzamiento se abre el próximo viernes 25, la fecha inicialmente prevista para la partida, pero la NASA ha anunciado un aplazamiento de 24 horas, hasta el sábado 26, para sustituir un sistema de baterías…»
Etcétera.
Qué cosas tan curiosas. Dicho vehículo, al menos en la fotografía que la NASA ha distribuido, tiene un gran parecido con otro robot que conozco bien.
Me refiero a un cacharro al que le tengo mucho cariño: WALL-E, aquel personaje metálico y mecánico que protagonizaba la película de Pixar: también llamada WALL-E (2008), de Andrew Stanton.
¿La recuerdan? El robot era un cachivache entrañable. Estaba diseñado para realizar una única función: retirar los desechos y basuras que cubrían el planeta Tierra tras una devastación.
Los seres humanos habían abandonado el planeta y, como un robinson desorientado, WALL-E sobrevivía entre la inmundicia desempeñando su tarea: como un trabajador infatigable.
Lo chocante de este asunto es que he leído la noticia del robot Curiosity, del que nada sabía, tras haber asistido a un seminario de lectura de La guerra de los mundos (1898), de H. G. Wells.
Yo debía presentar dicha novela y glosarla para el grupo de personas que analizan dicho relato, protagonizado precisamente por unos endiablados marcianos que invaden la Tierra.
Creo que hemos disfrutado y creo que hemos aprendido y debatido: sobre la fiera inhumanidad de los extraterrestres, sobre la degradación del propio planeta Tierra, sobre los avances vertiginosos de la ciencia y sus ambivalentes consecuencias, sobre el pánico de masas. Etcétera.
Los simbolismos de la novela y los efectos que ha tenido en la imaginación humana del siglo XX han sido numerosos y de algunos de ellos hemos tratado.
Al fin y al cabo, en esa novela de 1898 aparece un tipo de alienígena que ha inspirado a otros que veremos en obras posteriores. En la literatura, en el cine y en otras artes.
Pero no es eso lo que quería contar…
Al regresar a casa y echar un vistazo a las últimas noticias veo a otro tipo, a otro personaje: a Curiosity precisamente, que es clavadito a WALL-E.
Imagino la soledad cósmica de Curiosity, allí en Marte, semejante a la que en principio padece WALL-E.
Y al pensar en todo ello, en la soledad propiamente humana, he recordado una de las canciones de David Bowie por las que siempre he sentido más pasión, una canción de cuando yo era muy jovencito: Life on Mars?, una pieza de 1971 que apareció finalmente en el álbum Hunky Dory, de 1973.
Ustedes me perdonarán, pero cada vez que la escucho me pongo incomprensiblemente triste. ¿Qué hago? ¿Dejo la música y vuelvo a la letra, a las letras…?
Juan Calabuig Mateo
Muy bueno su artículo, Don Justo. Con su permiso lo comparto en mi muro, canción de Bowie incluida (es una de mis favoritas) por supuesto…
Justo Serna
Muchas gracias
Hoy, 23 de noviembre, a las 17 horas, en la Facultad de Historia de Valencia, se proyecta ‘Qué noche la de aquel día’ (1964), de Richard Lester. Con The Beatles en el ciclo ‘Bandas sonoras’. ¿Se la van a perder?
Bowie sigue siendo un clásico. En sus por lo menos dos o tres etapas. Let’s dance.
The Walking Dead. En un par de días he pasado de los marcianos a los muertos vivientes. Acabo de ver el primer capítulo de la segunda temporada de The Walking Dead, serie de la que hablamos en este blog muchos meses atrás.
Y no digo más. Próximamente, en el número de diciembre de Ojos de Papel, gran fiesta zombi: David P. Montesinos, Alejandro Lillo y yo escribimos sobre esta angustia humana.
Sorprendente final el de ayer, ¿eh?
Menuda señal divina…
Let’s dance.
Rick Grimes, que es un buen hombre y fiel cumplidor de sus obligaciones policiales, le pide a Cristo una ayuda. Han perdido una niña, por lo que se siente culpable. Teme que ataque de algún zombi haya acabado con la muchacha. Le ruega a Jesús crucificado una señal. Ah… Qué barbaridad. ¿Se revelará la Providencia?
Continuará.
Coincido en lo afortunado de ese inicio. Yo he visto ya cuatro capítulos y… me voy a callar la boquita, claro. Sigo pensando que la serie, pese a sus abundantísimas limitaciones, tiene algo que es muy primitivo, muy muscular y… misteriosamente atrayente. Hubo un momento en que ese componente tan de la ficción de masas -pensemos en la novela por entregas-, tan adolescente, llegó a generar un fenómeno sociológico de adicción en la serie Lost. Pero aquella, pese a ser incomporablemente más exitosa que ella, era una ficción mucho más tramposa. Menos torpe en muchos aspectos, pero también más deshonesta. Las relaciones son básicas, los actores son laboriosos y mediocres, el mapa ideológico dentro del que se mueven es tan básico que a veces dan un poco de pensa. Y, sin embargo, divierte, como mínimo interesa al adolescente que llevamos dentro.
Por cierto, si nos ocurriera lo que ocurre en la serie, ¿se imaginan ser atacados por una turba de zombis dirigidos por nuestros insignes líderes políticos? Piénsenlo, señores, ustedes huyendo por el carrer Xàtiva desolado mientras un zombi con vestido rojo y collar de perlas intenta devorarles… Mola ¿eh?
Me alegro sinceramente de lo del Premio Nacional de Historia a Isabel Burdiel, porque creo que su libro es muy bueno y se lo merece. Pero con no menos sinceridad le digo que creo que si el jurado hubiera concedido tal premio a alguno de los libros de Justo Serna no se habría cometido ninguna injusticia, sino todo lo contrario. A ver si nos dan pronto una alegría
Antonius, comparto con usted la alegría por el Premio Nacional de Historia que se ha concedido a la biografía que Isabel Burdiel ha escrito sobre Isabel II. Ya lo creo que lo merece. Mire, qué le voy a decir: las cuestiones que trata Isabel Burdiel son capitales y además están escritos de manera atractiva e inteligente.
Para quien no haya leído nada de Isabel Burdiel recomiendo este libro, claro. Pero si quieren un texto de gran imaginación histórica y muy bien documentado, con una prosa precisa, les propongo un ejemplo que ya estaba en la primera biografía que Isabel Burdiel escribió sobre esta reina: el capítulo inicial, dedicado a las caricaturas de la soberana, dedicado a cómo se destruyó su imagen.
Le agradezco, Antonius, su elogio de mis libros (muchos de ellos compartidos con Anaclet Pons), pero yo sólo quiero alegrarme del éxito de Isabel Burdiel.
Abrazos.
Pocas ideas!
¿…?
El robot ‘Curiosity’ ya va camino de Marte
Se ha lanzado con éxito en un cohete Atlas V desde la base de cabo Cañaveral, en Florida
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/robot/Curiosity/va/camino/Marte/elpepusoc/20111126elpepusoc_3/Tes
Hablando de Marte y de los marcianos, Alejandro Lillo tiene la amabilidad de remitirme el enlace a una de las canciones de David Bowie que más me enternecen. Aún. Me refiero a Starman. Prepárense para regresar a 1972, a una actuación de Bowie fechada en ese año, en la época de The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Repito: estamos en 1972 y Bowie se transforma:
Starman
Goodbye love
Didn’t know what time it was the lights were low oh how
I leaned back on my radio oh oh
Some cat was layin’ down some rock ‘n’ roll ‘lotta soul, he said
Then the loud sound did seem to fade a ade
Came back like a slow voice on a wave of phase ha hase
That weren’t no D.J. that was hazy cosmic jive
There’s a starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
I had to phone someone so I picked on you ho ho
Hey, that’s far out so you heard him too! o o
Switch on the TV we may pick him up on channel two
Look out your window I can see his light a ight
If we can sparkle he may land tonight a ight
Don’t tell your poppa or he’ll get us locked up in fright
There’s a starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
Starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La traducción:
(http://letras-traducidas.net/?p=823)
Adiós amor.
No sabía que hora era.
La luz era tenue.
Me recosté escuchando la radio.
Un tipo estaba tocando R&R
muy emotivamente.
Entonces, el fuerte sonido
empezó a apagarse poco a poco.
Volvió como una voz lenta en una onda de la fase.
No eran DJs. Era un confuso jazz cósmico.
Hay un hombre de las estrellas,
esperando en el cielo.
Quiere venir, y conocernos.
Pero cree que ha reventado nuestras mentes.
Hay un hombre de las estrellas, esperando en el cielo.
Nos ha dicho que no lo hagamos explotar.
Porque sabe que merece la pena.
Me ha dicho:
Deja a los niños perderlo.
Deja a los niños usarlo.
Deja a los niños bailar (boogie).
Tenía que telefonear a alguien, así que te escogí a tí.
Oye, está muy lejos, así que lo oirás también.
Enciende la tele, que lo sacaremos en el canal 2.
Mira a través de la ventana. Puedo ver su luz.
Si le podemos hacer señas, podría aterrizar esta noche.
No se lo digas a tu padre, o nos encerrará asustado.
Hay un hombre de las estrellas, esperando en el cielo.
Quiere venir, y conocernos.
Pero cree que ha reventado nuestras mentes.
Hay un hombre de las estrellas, esperando en el cielo.
Nos ha dicho que no lo hagamos explotar.
Porque sabe que merece la pena.
Me ha dicho:
Deja a los niños perderlo.
Deja a los niños usarlo.
Deja a los niños bailar (boogie).
El hombre de las estrellas, esperando en el cielo.
Quiere venir, y conocernos.
Pero cree que ha reventado nuestras mentes.
Hay un hombre de las estrellas, esperando en el cielo.
Nos ha dicho que no lo hagamos explotar.
Porque sabe que merece la pena.
Me ha dicho:
Deja a los niños perderlo.
Deja a los niños usarlo.
Deja a los niños bailar (boogie).
La, la, la, la, la, la, la, la, …
Llevo tres días sin poder actualizar mi blog con nuevo post. Una intervención hospitalaria de un familiar –sin urgencias, sin contratiempos– me ha impedido escribir. Toda marcha bien pero lleva su tiempo. Ustedes lo comprenderán.
I’ll come back.
Ayer visioné los capítulos 2 y 3 de The Walking Dead. La 2 se me hizo muy lenta y la 3 sólo se salva por la analepsis (el flahback) final… Con todo, algún instante de quietud y de reflexión -de no muy altos vuelos, eso sí- la convierte en una serie bastante aceptable.
No falta nada, pero nada, para que Ojos de Papel publique nuestros artículos sobre los zombis. Será en el nuevo número, el de diciembre.
Mi texto, concretamente, trata de esta serie. Yo no le pido nada. Ni la comparo con el cómic o las películas de George A. Romero. Me limito a preguntar qué tiene para que logre audiencias millonarias. Ya veremos si digo algo de interés. Ya veremos.
1. Le diré en una palabra, sin filosofías ni sobreinterpretaciones metafóricas, porque creo que triunfa Walking dead: es honesta, así de sencillo. Quizá sea vasta en sus planteamientos, quizá sus actores sean mediocres y sus tramas tiendan al simplismo. Nunca he dicho que fuera un buen producto artístico -eso lo digo de otras series como Mad men o The wire, no de ésta-, sólo digo que me divierte, y creo poder explicar por qué me divierte. Me viene a la cabeza otro producto televisivo capaz de generar adicción masiva: Lost. A mí no me gustó, pese a que tenía considerables virtudes. Simplemente no me la creía. Un narrador te puede contar la mayor de las barbaridades y resultar creíbles, aunque sea que todo se llena de muertos vivientes o de naves alienígenas, pero cuando están demasiado pendientes de fascinar llega un punto en que veo las cámaras, el director, los guionistas… deja de haber atmósfera de ficción y la magia desaparece. Lost terminaba pareciendo una tomadura de pelo llena de minas que habían ido sembrando para generar efecto de enigma continuo y que luego les explotaban en las manos, conduciéndolo todo a una especie de caos donde al final no había quien se creyera nada.
Walking es todo lo contrario. No hay efectos de ordenador, ni secretos indiscernibles para tipos listos, ni merchandising para frikis… Es la supervivencia en situación extrema y cómo ello obliga a las relaciones humanas a tramarse en condiciones de urgencia. Piensen en el tipo de espectáculo que es por ejemplo Avatar y entenderán por qué la gente quiere volver a sentir emociones como las que sentíamos con aquellas producciones de los años setenta donde bastaban un buen maquillador y una puesta en escena hábil para provocar miedo o suspense. Creo que Walking triunfa porque recupera un formato narrativo que habíamos perdido. No es casualidad que arranque de un cómic: en los tebeos no hay 3D ni se puede engañar al lector sin que éste se dé cuenta.
2. No soy fan de David Bowie como usted, pero le cuento una cosa. Una vez le preguntaron al prestigioso diseñador valenciano Francis Montesinos -que no es familia mía, por cierto- cuál era su ídolo y referente. Pensé que iba a decir la misma gilipollez que todos los de su gremio, es decir, Balenciaga o Saint Laurent… Pero no, no nombró a nadie del mundillo de la moda: «El Bowie», dijo sin dudarlo.
Me he preguntado mucho sobre sus motivos. Creo que Bowie dio lugar a muchas de las inspiraciones que después han rentabilizado intelectualmente movimientos como el pensamiento postmoderno o la filosofía queer. Bowie entendió que la personalidad -y más la de una celebritie en plena era del consumo y los mass media- era una «verdad alterada», un efecto de superficie sobre el que se inscribían signos que se pueden leer. El cuerpo como significante, como entidad proteiforme. Bowie ha sido un mutante en toda la extensión de la palabra, un sujeto a caballo entre dos épocas, no ya para el rock´n roll, sino para la cultura.
No amo a Bowie, no soy capaz de «reinventarme» como él, sólo me he reinventado la vida sin yo pretenderlo y más de una vez a hostias, quizá por eso me cuesta entrar en ese juego que creo que seduce a Francis Montesinos. Pero sí sé algo, quienes han intentado ser Bowie, como Madonna o como aquí Miguel Bosé me parecen una copia barata, mercancías perfectamente integradas y que no tienen más valor provocativo del que -envidiando tanto a Bowie- anuncian tener.
Por cierto, qué voz tan personal la suya, tan atípica en el rock. Y otra cosa, conozco a una chica con un ojo de cada color: es algo especialmente enigmático y sugerente, usted ya sabe por qué lo digo.
Pues, sr. Montesinos: en eso estamos. Sobre The Walking Dead no voy a decir nada. El jueves día 1 de diciembre aparece Ojos de Papel: allí estarán su artículo (el de usted), el de Alejandro Lillo y el mío. Entonces, en este blog introduciré también una entrada dedicada al festín zombi. Y a otras cosas de comer…
Sobre Bowie. Ah, finalmente usted me ha espoleado. Mi columna de El País, del próximo miércoles, es un remoto homenaje a David Bowie. La historia que cuento ya la conocen quienes frecuentan este blog (alguna vez he relatado algún pormenor). En la columna del miércoles, me extiendo algo más. Bueno, o algo menos: en 1.828 caracteres con espacios…
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/06/02/actualidad/1338658918_573287.html
Gracias, Leda, por su enlace. Cómo me enternece. Tengo auténtica debilidad por David Bowie. Por cierto, vuelvo a repetir un comentario del pasado 28 de noviembre. Es éste:
Hablando de Marte y de los marcianos, Alejandro Lillo tiene la amabilidad de remitirme el enlace a una de las canciones de David Bowie que más me enternecen. Aún. Me refiero a Starman. Prepárense para regresar a 1972, a una actuación de Bowie fechada en ese año, en la época de The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Repito: estamos en 1972 y Bowie se transforma:
Starman
Goodbye love
Didn’t know what time it was the lights were low oh how
I leaned back on my radio oh oh
Some cat was layin’ down some rock ‘n’ roll ‘lotta soul, he said
Then the loud sound did seem to fade a ade
Came back like a slow voice on a wave of phase ha hase
That weren’t no D.J. that was hazy cosmic jive
There’s a starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
I had to phone someone so I picked on you ho ho
Hey, that’s far out so you heard him too! o o
Switch on the TV we may pick him up on channel two
Look out your window I can see his light a ight
If we can sparkle he may land tonight a ight
Don’t tell your poppa or he’ll get us locked up in fright
There’s a starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
Starman waiting in the sky
He’d like to come and meet us
But he thinks he’d blow our minds
There’s a starman waiting in the sky
He’s told us not to blow it
Cause he knows it’s all worthwhile
He told me:
Let the children lose it
Let the children use it
Let all the children boogie
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
La, la, la, la, la, la, la, la
Disculpen mi ignorancia pero esto desconocía por completo. Estoy emocionada.