Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón ha sido largamente entrevistada y fotografiada para ¡Hola! Se trata de un “espectacular reportaje”, al decir de la revista.

Y doy fe de ello. Impresiona. Impresiona tanto que, sin exagerar, puede decirse que pone en riesgo la estabilidad de la Corona.

Sé que parece una hipérbole. Pero no.

Para mí, todo empezó en la tarde del 20 de julio, cuando fui advertido sobre esta exclusiva por David Pablo Montesinos.

Como no podía ser de otra manera, agradezco a David Pablo haberme proporcionado esta información, tan central en nuestras vidas.

Es más: la mención de David Pablo me hizo recordar mi antigua condición de lector de la ¡Hola!, que es como llamaban mis parientes a dicho semanario.

Durante un tiempo, años atrás, el ¡Hola! llegaba a casa con regularidad. Frecuentemente era yo mismo quien compraba el ejemplar semanal para disfrute de mi señora madre.

Con ganas y voluntad, ella se ponía al día (y yo con ella) de bodas, bautizos, comuniones.

Y también de las puestas de largo, los embarazos, los partos, las separaciones, los divorcios y otros actos y eventos importantes de la alta sociedad y de otras celebridades coyunturales de la España plebeya.

Tras ser advertido por David Pablo, en esa misma tarde del 20 me apresté a adquirir en papel un ejemplar del nuevo número, el 4.069, correspondiente al 27 de julio de 2022.

En la cubierta vemos a Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón a lomos de un corcel. Concretamente la muchacha pone un caballo frisón a dos patas. Con ello demuestra, según ¡Hola!, que sabe llegar al galope.

Quien ha editado la fotografía de la cubierta (lo que en términos populares se llama la portada), demuestra poco cuidado. O, al menos, a nuestro juicio, ha hecho un trabajo descuidado.

Secciona el morro, las patas y las pezuñas al caballo, con lo que manifiesta tener escasa atención animalista. Sin duda, esos cortes sólo tienen un fin.

¿Cuál?

Aplicar el zoom para que la figura y el rostro de Federica se vean más nítidamente. Y, sobre todo, para que luzcan más claramente las piezas que viste la muchacha en esa instantánea: piezas de Fendi, Castañer y Hermès.

Me dispongo a realizar un brevísimo análisis de esta exclusiva. Es un notición, uno más, que pone en riesgo la estabilidad monárquica de España. Parece una exageración. No es tal cosa. Pone en riesgo a los Borbones.

¿Acaso por la posible caída del caballo?

La jinete Victoria se nos muestra sin montura ni bridas para así lucir mejor esas piezas de moda que he enumerado y que recoge el reportaje. Si cabalgara así, la caída sería inmediata.

Vic, que es como prefiere que la llamen, simplemente posa.

Posa en la casa de Santi Serra, en el término de Llagostera. Santi es un afamado criador y ‘mago’ de los caballos. Por tanto, aparte de su condición de amazona, las poses de doña Federica están protegidas por este caballista, buen barbián.

Pero no es eso lo que quiero decir, que me pierdo.

Lo que digo es que con reportajes de esta índole, en los que Victoria Federica o su hermano Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón se exponen tan desnudamente, sin rebozo, entonces el destino de la Monarquía peligra.

Sí, ya sé que Vic y Froilán no son miembros de la Casa Real, pero por linaje pertenecen a la dinastía borbónica y, que yo sepa, figuran entre los aspirantes a la Corona: Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, el cuarto; Victoria Federica de Todos los Santos, la quinta.

Imaginen una catástrofe dinástica, Dios no lo quiera.

Continuará…

He continuado, en efecto.

He leído la entrevista completa no sin dificultad. Además de la pésima impresión de la revista (ha bajado mucho la calidad material), la muchacha apenas afirma algo que merezca ser recordado.

Se me dirá que sólo cuenta veintiún años.

Pero no veo suficiente razón en la edad. Conozco a personas de mi familia (también gente de otras familias) que, con la veintena recién comenzada, son o eran auténticos portentos.

Yo no pido tanto. Pero me habría gustado leer alguna idea o frase con alguna complejidad. Lamentablemente no ha sido posible.

Las fotografías son de excelente factura con caballos, etcétera. Pero no me dicen nada. Solo son pasarela para las marcas.

Siento decepcionarles. No sé qué pensar, la verdad.

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