Leo en El País: «Rajoy niega los pagos y promete enseñar al público sus declaraciones». Ése es el titular que resume su intervención en la portada del periódico. Es muy relevante lo que se dice y el resultado práctico de lo que se dice. Vayamos por partes.
1. «Rajoy niega los pagos». En el caso de aceptarlos debería haber presentado su dimisión y debería haberse personado en el Juzgado de Guardia para inculparse y por tanto para que alguien le tomara declaración.
2. «Promete enseñar al público sus declaraciones». Sus declaraciones de la Renta (y Patrimonio). Vamos a ver: si alguien comete fraude no puede ser tan descarado o tonto como para que ese latrocinio figure en un documento fiscal. ¿Alguien ha declarado ante la Agencia Tributaria lo que ha percibido en negro?
3. Pero, más que todo ello, me sorprende eso de «enseñar al público». Parece ciertamente un espectáculo: al público se le enseña una pieza teatral, una película, etcétera. Las protestas de honradez fiscal no se enseñan al «público», sino a las instituciones y a los ciudadanos.
3. Sigo leyendo la noticia y literalmente compruebo lo que Mariano Rajoy argumenta: «No he venido a la política a ganar dinero. Si me interesara el dinero, lo hubiera tenido como registrador de la propiedad”. Hombre, sin duda, hay sitios en los que se gana más, pero está claro que en política, en puestos de alta responsabilidad, se obtiene una buena cantidad. No conocemos a ningún Jefe de Gobierno que haya salido más pobre.
4. “Sé ganarme la vida. No he venido a ganar dinero, vine perdiendo dinero». Esa afirmación es propia del martirio, del sacrificio, de la entrega. ¿Y quién le manda dedicarse a esto? ¿Por vocación? Entonces, el argumento del dinero no es pertinente. Lo lógico es que afirme sin más que se dedica a lo público por vocación. No hace falta rodearlo de suplicio.
5. Decir que el dinero no es «para mí (…) lo más importante» es dudoso. En política, lo más importante es el dinero público. Y lo segundo más importante es el dinero privado: si no le importara en absoluto, yo me preocuparía. Los desprendidos me dan grima. Sencillamente, no me creo que un Presidente del Gobierno no considere ese asunto como lo más importante. ¿Lo importante es «cambiar las cosas”? No conozco a ningún sátrapa que no haya dicho eso. Es más: ha habido tiranos de vida austera que han permitido enriquecimientos súbitos y escandalosos.
6. Yo no creo que Mariano Rajoy sea un sátrapa o un tirano. Pero que cifre todo en la credibilidad de su palabra es poca cosa: admítaseme. Hay muchas personas señaladas en estos apuntes de Luis Bárcenas. ¿Y las pruebas documentales? En una pesquisa, eso es lo primordial. Mariano Rajoy nos pide que le creamos.
Bien, vale. ¿Y ahora? Ahora sírvanse leer el texto que aquí enlazo. Gracias