En 2009, el artista Monigote realizó una plantilla para camiseta. Era toda una prenda con mensaje, una Political T-Shirt.
Una camiseta no es sólo indumentaria, tejido que tapa o cubre: es leyenda y moraleja, promoción, publicidad, propaganda, concepto de vida o crítica de costumbres. Yo poseo dos camisetas de The Soprano’s, ya envejecidas. Me sientro otro cuando me pongo una de ellas. Parezco un matón de patio de colegio.
“Una simple camiseta lisa, sin el estorbo de una chaqueta o camisa, era un sitio muy bueno en el que se podía escribir algo”, dice Troth Wells en La camiseta. Un artículo universal (2009). “Ahí, en el pecho, donde todos pudieran ver el mensaje”, añade. “¿Quién lo hizo por primera vez?», pregunta Troth Wells. El autor se responde con un caso americano de los años cuarenta. Es posible.
La camiseta concebida por Monigote no es propiamente política (Dios nos libre), pues hay una imagen piadosa con aura. Nadie se puede sentir ofendido, ya que está dedicada a una efigie religiosa. Es una recreación de un célebre óleo español.
Quienes la han visto detenidamente dicen que tiene un vago parecido con un personaje actual. La prenda, además, añade una leyenda significativa: «Lo que se da no se quita». Enigmático mensaje y oscuras palabras. ¿Qué querrá decir? Demonios, qué difícil nos lo pone.
Ahora dicha plantilla se ha incorporado a las páginas interiores, a las primeras planas, de La farsa valenciana (Foca, 2013). Los editores quisieron incluirla –con el permiso del autor, claro– y allí está.
¿Acaso es la madre de todas las valencianas? ¿Es quizá la reina de esta farsa? Yo no me creo capaz de afirmar dicha profanación. Por otra parte no distingo bien los parecidos… Soy muy malo para las fisonomías.
¿Ustedes tienen alguna idea? ¿Ustedes qué creen? Allí en La farsa valenciana, la plantilla ilustra con guasa irrespetuosa la severidad de lo escrito. Yo acepto resignadamente su influencia benigna: a ver si se vende La farsa. No espero menor milagro.
Santa Rita la barbera
afeitando la valencia
desollando a los corderos
y vaciando miles de odres
Santa Rita la barbera
dando tumbos por el vino
te concedera un milagro
si eres ferviente pepero
un gran sobre de dinero.
La virgen merece un lirismo mayor, ¿no cree?
La excesiva devoción condujo a la confusión a mi devoto colega
el duro reclinatorio castigó con mala saña y Rita de la patraña no le inspiró la sesera, a falta de fe verdadera lo exculpaba la intención.
Santa rita la pepera, patrona de borracheras, perdona a ese pecador.
Mucho mejor: dónde va a parar…
Recuerdo haber tenido diversas camisetas con mensajes más o menos culteranos o conceptistas; con perfiles más o menos roqueros o jazzistas, pero sólo me viene a la memoria haber lucido palmito estival con una de intencionalidad totalmente política: negra y con un «Yo pienso diferente» como divisa.»Lo que se da no se quita» ¡Ay Señor, Señor! Me gusta mucho la camiseta (no sé si habrá de mi actual talla), pero ya le advierto, don Justo, que sufro de vértigo desde mi más tierna infancia porque mi madre me llevaba inclemente a presenciar el «trasllat de la mare de déu» encaramado a las alturas en obras de la Catedral. No sé si me explico: No sé si es «la madre de todas las valencianas/os» de quien hablamos, pero la continuación de lo del Santa Rita, Rita… me produce el mismo mareo y desazón…
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La reina de la farsa
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