Justo Serna, Antonio Muñoz Molina. El tiempo en nuestras manos. Madrid, Fórcola Ediciones, 2014.
El texto de la contracubierta.
¿Por qué hay que leer a Antonio Muñoz Molina? ¿Acaso porque es un gran novelista que forma parte del canon de la literatura española? No sería una mala excusa, pero hay razones mejor fundadas, como desvela el nuevo ensayo de Justo Serna.
Muñoz Molina es autor de unas novelas de largo aliento, que aspiran a la totalidad, a representar el mundo presente o pasado con sus personajes, sus episodios y sus objetos menudos. Son ficciones que recrean lo que hemos vivido pero no para reproducir lo ya sabido, sino para ponernos en riesgo, para hacernos sentir potencialmente lo que podríamos haber vivido.
Sus novelas se inspiran en la mejor tradición española y mundial, desde Galdós hasta Verne, desde William Faulkner hasta Philip Roth, desde Baroja hasta Barea. No hay barreras: un muchacho que empieza a publicar a comienzos de los ochenta ha de reconstruir un hilo roto, un repertorio de influencias, una base cultural que la Guerra Civil y el Franquismo fracturaron.
Pero escribir novelas no es reparar un pasado mal resuelto; tampoco es ganar una batalla presente virtualmente. Escribir una historia ficticia es obligarte a pensar lo que pudo ocurrir, lo que bien pudo suceder, lo que moralmente aprendemos de esa circunstancia.
Varones taciturnos, damas de gran coraje, muchachos que descubren la modernidad, adultos que se ven desbordados. El mundo de Muñoz Molina se centra en Mágina, pero sus derroteros le llevan a Nueva York y también a una Europa que nos desmiente y nos mejora o nos empeora. España no es un lastre, es una posibilidad.
Las novelas de Antonio Muñoz Molina no nos aleccionan, no nos adiestran. No hay nacionalismo que profesar. En sus obras, el mundo conquistado está siempre a punto de derribarse y el amor, la lealtad, la humildad, el trabajo, la decencia, la obstinación nos salvan.
Justo Serna lleva años viviendo en un mundo ficticio y real: el de las ficciones de Muñoz Molina. Su libro nos devuelve esa tensión moral, en un ensayo de prosa envolvente.
¡Enhorabuena por el libro, Justo!
Muchas gracias, Luis Fernando. Tu prosa me anima y tus reflexiones me mejoran. No lo pongas en duda. Eres un valor inestimable. Y encima te tengo que dar las gracias por tu generosa felicitación.
Para mi tesina de master, estoy indagando la identidad del yo-narrador en La noche de los tiempos. Para esta investigación, ¿pudiera tener sentido leer su libro sobre Muñoz Molina? ¡Me parece muy interesante!
Muchas gracias por su respuesta.
Imagino que sería interesante, sí.