No soy merecedor de Joanna

Vamos a aceptar el punto de partida. Una dama, desconocida para mí, me manda un WhatsApp. Dice llamarse Joanna.

Ignoro a través de qué medios se ha hecho con mi número de teléfono. Sospecho que en alguna sentina de la Internet profunda.

Me remite un recado, que abajo reproduzco. También aparece en la captura de pantalla.

Es un recado para que yo me vaya poniendo en situación. Para que pique: espuela, vaya. Hablando de picar, me dice:

Could you pick me up at the airport?

No sé, no sé. La muchacha dice que llega antes de Navidad Y que si podría ir a esperarla al aeropuerto.

Ella procede de Malasia (prefijo +60) y debe de pensar que en España hay un solo aeropuerto y una sola llegada al día, hechos por los cuales me sería fácil localizarla.

Sospecho que pensará tal cosa porque las dimensiones de este país y nuestras precarias condiciones no dan para más.

Ella es investigadora y el negocio al que aspira es prometedor: la instalación de un centro de belleza en España.

Pero mucho más tentador es el futuro que me augura, la vida en común con la que espera seducirme.

Ya imagino el porvenir, mi porvenir: en la peluquería, en la manicura o en el centro de belleza que, sin duda, va a revolucionar el mercado de estética en España.

Eso sí: ignoro en qué población.

Joanna no sabe o no debe de saber que sobrepaso una edad en que la estética y el porvenir están ya consumidos y consumados. Tal es mi decrepitud.

De hecho ni siquiera me miro al espejo. Un profesional de la belleza (colega, pues, de Joanna) me afeita para no tener que enfrentarme a mi viejísimo e irreconocible rostro.

Soy, sí, un anciano de edad provecta. Y la vida tan maleada que he llevado me ha dejado unos espantosos surcos y cicatrices.

Por otra parte y hablando de otra cosa, nadie nos asegura que el mundo vaya a sobrevivir a la próxima Navidad. Por esa fecha es cuando la muchacha quiere instalar en España su negocio.

Creo que Joanna es una optimista contumaz. Yo, en cambio, tras una vida de desdichas sólo aguardo el final de la historia. No soy merecedor de Joanna.

De todos modos aún queda gente sana y emprendedora. A esas personas me dirijo.

Aquí les dejo el WhatsApp y el número de Joanna por si alguien tiene un día libre para ir al aeropuerto de España antes de Navidad. Quizá así pueda iniciar una vida en común con Joanna, la investigadora.

Nada me haría más feliz.

———

Hey, honey, how are you? I’m Joanna. I’m going to Spain to investigate the market for my beauty center before Christmas. Could you pick me up at the airport? If my business does well there, then I will live there for a long time so that we can do more things together.

+60 17-547 1946
————

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s