Los historiadores y los ciudadanos debemos desplegar lo que Irene Lozano ha llamado vigilancia epistémica.
Vigilancia epistémica significa estar de vigilia, contrastando fuentes y activando los recursos cognitivos.
Lo que sigue en el artículo es fruto de la vigilancia epistémica: una cavilación sobre Donald J. Trump entre 2016 y 2023.
Es la crónica de un estupor y el análisis de un personaje desconcertante que descubrí a finales de los ochenta del pasado siglo.

2. El artículo que les propongo leer es una publicación de Conversación sobre Historia.
Empieza en este post y puede leerse completo en la revista que dirige Ricardo Robledo. Debo a la amabilidad del director su publicación.
Como digo, el texto es una aproximación periódica y tentativa de la figura de Donald J. Trump como personaje público y como personaje de ficción (digo bien: de ficción).
Esas cavilaciones que tienen hilo conductor y que son piezas de un rompecabezas aún incompleto se escribieron y publicaron entre 2016 y 2023 en distintos sitios y en las redes.
Muestran el asombro y el malestar de un ciudadano e historiador ante Donald J. Trump.
Estamos ante un personaje público de gran poder e influencia de propensiones extravagantes y autocráticas. Paso a paso voy juntando las piezas de ese puzle inacabado…
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