A comienzos de agosto de este mismo año, Carlos Luis Baiget reproducía en su muro de Facebook la bella fotografía de un paraje natural.
Esa imagen tenía un acompañamiento sonoro: Take Me Home, Country Roads, una conocidísima canción de John Denver, fechada en 1971.
En esa fotografía, como en tantas otras que ha publicado, Carlos Luis mostraba su espíritu andarín, senderista y montañero.
No sé si esos calificativos son compatibles o congruentes. Como sólo soy un esporádico senderista, un senderista accidental, desconozco casi todo lo que tiene que ver con la montaña.
Es ésta una ignorancia de la que me siento en parte culpable. Digo en parte porque mi anatomía ósea no me permite grandes expansiones, en fin.
Pero yo no he venido aquí a hablar de mis rodillas, pongamos por caso. Yo me he puesto a escribir por los recuerdos que Carlos Luis activó con su evocación de John Denver.
Trataré de ser breve.
A los dieciséis y diecisiete años (hacia 1975 y 1976), mi vida había dado un vuelco: de tener una pandilla de numerosos amigos pasé a tener sólo unos pocos. Varios factores influyeron.
Resumo: un cambio de población y la carrera universitaria que iba a cursar me llevaron a frecuentar a otras personas y otros ambientes.
De los nuevos y escasos amigos que por entonces tenía, ADB me era muy querido. Nos habíamos conocido en el bachillerato, en el bachiller superior, y descubrimos que compartíamos inclinaciones…, intelectuales.
Ambos acabamos matriculándonos en Geografía e Historia, la carrera que finalmente habíamos decidido estudiar.
ADB y yo teníamos largas conversaciones. Como muy profundas, creo. Yo lo respetaba mucho y, por supuesto, admiraba sus rarezas. U originalidades.
Salíamos de la adolescencia (eso creo), estábamos descubriendo el mundo (al menos yo) y ADB tenía intereses culturales vastos, variados, diferentes a los míos, complementarios.
Por ejemplo, tenía especial querencia por las Tierras Altas de Escocia (nunca supe por qué o al menos ahora no recuerdo la razón) y manifestaba gran predilección por John Denver.
Precisamente John Denver, del que hablaba al principio de este post. ADB me lo descubrió de repente: así, de un día para otro. Insisto: me refiero a John Denver.
Fue una interesante revelación a la que pronto me acostumbré. Como cantante y compositor Denver me parecía algo blandito, entre otras cosas, pues yo estaba obsesionado por David Bowie.
Ahora bien debo admitir que casi inmediatamente me gustaron sus baladas. Por ejemplo, la que nos recordaba Carlos Luis en su muro y que yo citaba al principio de este ya largo escrito: Take Me Home, Country Roads, dedicada a ensalzar los paisajes y la tierra de Virginia Occidental.
De John Denver, ADB tenía varios discos. O eso me parece. Entre ellos, el álbum al que pertenecía esta canción: Poems, Prayers & Promises (1971). Recuerdo haberlo disfrutado muchas veces en alguna copia privada para radiocasete.

Sin duda, ADB y yo éramos muy raritos. Hablábamos y hablábamos, entre otras cosas porque tampoco había mucho más que hacer: no nos sobraba el dinero.
Hablábamos y hablábamos, por ejemplo, de John Denver y de Jean-Paul Sartre (de quien días atrás publiqué una breve semblanza en Cartelera Turia).
Yo justificaba mi preferencia por La náusea (1938). Él, por el contrario, hablaba con conocimiento de Los caminos de la libertad, la trilogía novelesca que Sartre había publicado en la inmediata posguerra.

No sé qué pensarán ustedes de esta revelación tal vez innecesaria que les hago: probablemente, que éramos unos redomados pedantes.
Yo creo más bien que estas alianzas (ADB y yo) y estas aleaciones prueban lo inocentes que éramos. Lo diré con Patti Smith, a la que entonces adoraba (y sigo adorando):

Just Kids!
————-
Take Me Home, Country Roads:
https://youtu.be/1vrEljMfXYo
—————