Josep Pla, El quadern gris (1966)
1918
8 de març.
8 de març. ― Com que hi ha tanta grip, han hagut de clausurar la Universitat. D’ençà d’aquest fet, el meu germà i jo vivim a casa, a Palafrugell, amb la família. Som dos estudiants desvagats. El meu germà, que és un gran afeccionat a jugar a futbol ―malgrat haver-s’hi ja trencat un braç i una cama―, el veig purament a les hores de repàs. Ell fa la seva vida. Jo vaig tirant. No enyoro pas Barcelona i menys la Universitat. La vida de poble, amb els amics que hi tinc, m’agrada…
—
El quardern gris, como pieza literaria, como diario, es insigne. Con razón está en el Olimpo de los clásicos catalanes del siglo XX.
Se supone que es un diario escrito precisamente a partir de 1918. Sin embargo, no se editará hasta 1966.
Aparecerá en la colección noble de Edicions 62, la que debía establecer y fijar de una vez por todas el canon de la literatura catalana del Novecientos.
Sobre el escrito (o escritos), sobre la materialidad del diario, se han hecho estudios muy serios. Podemos empezar con los de Xavier Pla y acabar con la edición de Narcís Garolera.
El volumen fue traducido al castellano y publicado por vez primera a mediados de los setenta. La versión es admirable y resulta muy gustosa de leer en voz alta.
Las personas responsables de la traducción fueron Glòria de Ros y su esposo, Dionisio Ridruejo. Dos grandes de entonces…, que lo siguen siendo hoy.
Ambos estudiosos, Xavier Pla y Narcís Garolera, y otros desmenuzan El quadern gris, examinan su modo de producción material y también la relación que tiene el yo narrador con el yo autor. Estudian, en fin, el original y los añadidos, el original y las correcciones.
En cualquier caso, El quadern gris no es un diario que deba leerse sólo como dietario, como un registro fehaciente de lo sucedido o de los estados de ánimo del narrador.
Es un diario en parte rehecho, retocado, añadido, corregido y hasta inventado…, que debe leerse como una obra de recreación personal.
En ese sentido tiene un lado abierta y voluntaria o involuntariamente ficticio que lo hace aún más fascinante.
—-
Por cierto, hace unos pocos años me hicieron un encargo muy bonito, comparar y analizar dos diarios: el de Josep Pla y el de Miguel Delibes.
Es un estudio breve que apareció como capítulo en un volumen editado por Xavier Pla y Francisco Fuster para la editorial Sílex.
Todo ello después de haber tenido una sesión en Blanquerna, la Librería catalana de Madrid, en donde fuimos excelentemente tratados.
Dejo aquí lo que fue mi intervención a partir del minuto 41:27:
No se pierdan lo que precede y sucede. Las intervenciones, de viejos y queridos conocidos, son de altura.