Makma. Revista de artes visuales y cultura contemporánea me publica una larga reflexión sobre Un tal Gonzalez (2022), de Sergio del Molino.
Es un volumen que tuve el honor de presentar en la Llibreria Ramon Llull el jueves 13 de octubre.
Una presentación no es una reseña o análisis.
En el acto público celebramos sin pero alguno la calidad de un volumen y, sobre todo, hacemos lo posible para que se vendan ejemplares (firmados) de la obra que nos convoca.
Los editores lo facilitan, la librería nos acoge con generosidad y lógico interés, y el autor espera difundir con bien su libro.
Quien presenta se limita muy gustosamente a la puesta en escena y se vale de su experiencia para recomendar esa novedad editorial.
Sergio del Molino nos fuerza y, a la vez, nos pone las cosas fáciles. Sus libros nos sacan del ensimismamiento, invitándonos a pensar, a examinar lo que se nos antojaba evidente (aun sin serlo).
Del Molino ilumina lugares insólitos que apenas vislumbrábamos. O arroja luz sobre personajes históricos que de tan centrales o antipáticos como son apenas nos preguntábamos.
“…En este sentido, la habilidad de Sergio del Molino está fuera de toda duda. Es un todocaminos, capaz de transitar por los riscos más peligrosos, aquellos de los que se puede despeñar. Y Felipe González es una efigie peñascosa que bien podría figurar en el Monte Rushmore, de Estados Unidos. Así como también es capaz de adentrarse por senderos que juzgamos trillados. Senderos trillados que, a partir de su observación, de su mirada, se vuelven nuevos o incluso irreales…”
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