¿El triunfo?

Dice Ramón Eder: “Llega una edad en la que si uno no ha triunfado ya no triunfará nunca, ni aunque triunfe”. Estamos condenados, sí señor. Nos espera el Averno. O el Limbo, no sé.

Como poco, el triunfo es equívoco. ¿Por qué razón? Porque la condena, justamente el final de todo, es lo que nos espera. Puaj.

La muerte es nuestra meta (ser-para-la-muerte) o, antes, la artrosis, el malestar. Como poco. Justamente me noto la dichosa artrosis, handicap al que no me resigno.

Opongo resistencia.

Por su parte, el triunfo es algo evanescente, inalcanzable (al menos para algunos) y muy muy selectivo. No dura nada (si es que a alguien alcanza) y encima es un malentendido.

Más aún, ¿qué es triunfar? Para mí, triunfar es que lo que yo escribo o digo o confieso despierte el interés de mis personas cercanas, sobre todo si yo les he prestado atención, pues me merecen todo el crédito.

Tengo un repertorio no muy amplio de amigos, algunos ya examigos, desgarrados, alejados y, creo, bien aprovechados: para su provecho. Como si me hubieran succionado… Raramente me beneficio yo.

Tengo ese elenco breve de gentes nada generosas que me despiertan mala hostia. Para éstos he escrito, he trabajado y he repartido a manos llenas. Soy así. Por mi mala cabeza. Y por querer que me quieran.

Y luego me rodea gente buena, verdaderos amigos, que no me piden nada: amigos a los que no estoy obligado a entregarme y a los que no estoy obligado a librar mis recursos.

Con ellos vale la pena vivir…

No hay triunfo.

Hay amistad.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s