Manifiesto por la lengua común

.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1. Narcisismo mediático. El Mundo lleva una, dos…, varias semanas, ocupando parte de la primera plana y de sus páginas interiores con una campaña sobre la lengua común: dicho periódico, que es una empresa de comunicación que ha de atraer anunciantes y lectores, que es un grupo de interés (como tantos otros más o menos importantes) que ha de ejercer su influencia formal e informal, ha sabido alentar y capitalizar el denominado Manifiesto por la lengua común, del que ya he hablado en este blog y en un comentario aparte.  Día tras día, la portada anuncia destacadamente novedades sobre dicho texto: o bien nuevas adhesiones del famoseo cultural o bien entrevistas con algunos de sus promotores o bien noticias relacionadas, como son en este caso las iniciativas parlamentarias.
Lo mejor de la campaña ha sido, sin duda, su concepción integral. Primero, unos promotores cuyo rostro más reconocido es el de un colaborador de la competencia (El País), Fernando Savater (del que esperamos ya un nuevo artículo en su diario habitual para forzar, explicar, justificar esta escisión mediática). Segundo, una colusión forzada de diarios y de medios audiovisuales que se ven obligados a suscribir una causa que parece de todos (Abc, Tele Cinco, etcétera) pero que sólo El Mundo gestiona y capitaliza enteramente, con disguto del director de La Razón.
Ahora bien, lo más ingenioso, el ardid mediático, es la periodicidad diaria, la cobertura que el periódico está dispuesto a darle presentando el Manifiesto como un certamen de adhesiones, como una telemaratón de firmas, como una carrera en la que todos podemos participar para mostrar nuestra dignidad: ya somos cien mil, por ejemplo. Un hecho noticiable se mantiene en los medios si diariamente se lo alimenta. Anunciar cada jornada nuevas firmas de intelectuales de tronío con fotografías y declaraciones, generalmente obvias pero muy sentimentales y cercanas, es una forma de alentar y de «alenar» (por decirlo en catalán): un modo de oxigenar un Manifiesto, que es una obra cerrada; es también la manera de hacer de él una obra abierta, un texto que depende de la recepción  y no sólo de la sintaxis que lo consuma; es el modo, en fin, de provocar nuevas firmas y de agigantar una iniciativa que es ya objeto de codicia mediática para los diarios que no controlan la iniciativa.
Con adhesiones a una lengua común anunciadas con suficiente cobertura, ¿hay alguien que pueda negarse a estampar su firma? Pero el lado noticiero no acaba con las celebrities de la cultura: en el elenco de adhesiones se incluye, como es lógico, una lista de gentes menos conocidas o desconocidas,  lectores que quieren sumarse. En una de las páginas dedicas al Manifiesto, El Mundo nos propone diariamente dos tareas: «Lea el Manifiesto íntegro», ya que en la versión impresa (en papel) del texto original sólo se reproducen las cinco últimas reivindicaciones. La edición en papel nos lleva, pues, a elmundo.es, espacio electrónico al que se le dedica mayor cobertura. La segunda tarea que el periódico nos propone es la siguiente: «Adhiérase y compruebe si su nombre está incorporado a la lista». Fíjense que es una instrucción narcisista. Súmese a un elenco de los que verdaderamente cuentan, verifique que su nombre figura, sienta la dicha de estar flanqueado por personajes indiscutibles y famosos: Mario Vargas Llosa o Federico Jiménez Losantos o Luis Aragonés. «Yo soy español y soy un defensor del español totalmente», dice el Seleccionador Nacional de Fútbol. «Soy de Madrid y el madrileño chuleta me encanta, tengo una hija casi de Sevilla y me encanta el andaluz; me gusta cualquier lengua, pero creo que hay que defender a capa y espada la nuestra», concluye con una metáfora mosquetera y ahora futbolística. La lista deviene un espejo en el que verse reflejado junto a esas celebridades que se pronuncian con el gracejo de que cada una es capaz.
El jueves 3 de julio, el suplemento de libros que se adjunta con El Mundo, El Cultural,  dedicaba portada y páginas principales al tema bajo el título de «Arde el debate sobre la lengua común«. Más aún, «Primera palabra», la sección con la que Luis María Anson abre la revista– se titulaba «El español, un torrente de agua clara«, en alusión a dicho debate y a un célebre artículo de José María Pemán publicado en Abc, el 19 de abril de 1970. En el Manifiesto, al frente del cual está Fernando Savater y no Mario Vargas Llosa (según dice Anson), se habla de lengua común. Atención, leamos bien: se habla de la lengua común, no del castellano. Esa precisión tan ajustada la hizo Federico Jiménez Losantos días atrás, cuando decía que había firmado ese Manifiesto: que había firmado ese Manifiesto…, pero que podría no haberlo hecho. Principalmente por la antipatía que le profesa a Fernando Savater, un advenedizo en estas causas de defensa de la lengua, según el locutor radiofónico.

Si te dicen que el idioma común está en peligro, la pregunta es desde cuándo. Si te señalan –como hace Félix de Azúa— que no hay posibilidades de ejercer los derechos individuales, la pregunta es igualmente desde cuándo. Si la urgencia es tan palmaria y evidente, la pregunta es por qué hay gente que no lo firma. ¿Por qué, por ejemplo, el director de la Real Academia se desentiende? ¿Por miopía, por ceguera, por venalidad, por cobardía… o por distancia institucional? ¿Y los otros intelectuales que desconfían de la iniciativa de El Mundo, una iniciativa que empezó siendo una campaña de Unión, Progreso y Democracia? Las colusiones político-periodísticas siempre han de despertarnos la suspicacia, porque son fruto de sociedades de apoyo mutuos, de intereses comunes, generalmente materiales. Si tan española era la necesidad de reivindicar esa lengua común, ¿por qué una sola formación nacional tomó la iniciativa? ¿Por la molicie institucional de los restantes partidos?

En el caso de que pudiera interpretarse así, la legislación catalana no sería más opresiva de lo que pudo ser en origen y, en todo caso, la lengua vehicular –sea la que sea– no garantiza su conocimiento. Ése es el problema principal que tienen que enfrentar tantos profesores desengañados: justamente al comprobar el escaso dominio verbal –simplemente verbal– de tantos discentes. Como tampoco se garantiza el conocimiento de la lengua común o adyacente con unas pocas horas de enseñanza semanales. Ése es el otro gran problema que no se arregla fácilmente. ¿O es que, acaso, se piensa que con unos minutillos semanales aprende uno a manejarse en un idioma? Es como el caso de Educación para la Ciudadanía, asignatura probablemente necesaria y bienintencionada que no garantizará, desde luego, un aumento sensible del civismo si esa lección no se refuerza con el activismo familiar y exactamente ciudadano.

Lo único que potencia una lengua es su uso sistemático, su uso correcto, su uso literario y esmerado, con vergüenza torera, queriendo hacer y decir las cosas bien, incluso muy bien. Lo único que garantiza su mejora y crecimiento –no sé si en número pero sí en calidad– es la lectura: la lectura pero también la escritura, la oratoria, la declamación. «Entone, Gutiérrez…», decía el viejo maestro. Lo único que permite pasar de una lengua a otra es la formación y, sobre todo, vivir ambos idiomas como un patrimonio, no común, sino personal, del que valerse, un instrumento de autocreación: una autocreación que, siempre, necesitará comunidades lingüísticas que hagan factible la comunicación. ¿Que hay, que puede haber iniciativas legales de dudosa constitucionalidad? Combátanse. ¿Que hay mandatarios que sueñan con comunidades monolingües? Retírenles el apoyo electoral.

Yo no creo, sin embargo, que la lengua vehicular sea lo determinante del conocimiento: no es irrelevante, pero tampoco es determinante. Por otra parte, mi experiencia como castellanoparlante me muestra una y otra vez la generosidad y  la tolerancia con que me tratan los catalanoparlantes de mi tierra, muchos de los cuales se pasan inmediatamente a nuestra lengua común cuando no deberían hacerlo porque saben que les entiendo perfectamente y que si no me expreso diariamente en su lengua es por pereza o por vergüenza idiomática: sólo hablo aceptablemente el castellano; nada más. En fin. Pero, dicho esto, lo que me sorprende de tantas y tantas declaraciones de intelectuales reconocidos o sobrevenidos que se pronuncian sobre este Manifiesto –y que recoge El Cultural— es la profunda ignorancia que muchos de ellos demuestran, pareciéndose en esto a los políticos de campanario: el presente no es como el que ellos sueñan o desean; es un presente menos exasperado, una circunstancia ordinaria en la que la gente se expresa con libertad, con liberalidad, sabiendo que, en poco tiempo, la lengua común quizá acabe siendo el inglés… O el chino.

———————

2. Los intelectuales contra Berlusconi (6 de julio de 2008). Los manifiestos de intelectuales sirven para afear la conducta al poder o para adular a sus representantes, pero sobre todo sirven para acercar a sus firmantes, para sentir la cercanía de quienes dicen compartir nuestra causa. Nos sabemos fiscales. Encausamos, pues. Los males de la Patria lo merecen. Es por eso por lo que la retórica expresiva de los manifiestos –a derecha o a izquierda– suele ser muy común y un punto altisonante: la Patria o los Ciudadanos están en peligro o adormecidos; esta pequeña iniciativa removerá las conciencias dejando en evidencia a los traidores o a los cómodos o a las cobardes; y apartará los últimos obstáculos legales que nos impiden vivir en el país que queremos. Pero concretemos: de un discurso político redactado por un filósofo o por un literato esperamos encontrar finura analítica, morigeración. Deben saber que un texto no es sólo un texto: es también el efecto que ocasiona y, sobre todo, el modo en que es leído, interpretado o reinterpretado con significaciones sobreañadidas.

Por eso, no debe extrañarnos que ciertos firmantes se alarmen al comprobar las consecuencias o los usos de la letra suscrita: no debe extrañarnos que se apeen. Los intelectuales no son especies sin ataduras, sujetos volátiles, sin lazos. Son incluso demasiado humanos. Es por eso por lo que un manifiesto puede tomarse como un tónico de la voluntad alicaída, como un refuerzo mutuo de confianza y autoestima, muletas o muletillas en las que se suelen apoyar autores o creadores que quieren hacer valer sus conciencias dengosas: es una causa común defendida y proclamada por quienes se sienten solidarios y lo toman como un murete frente a la acometida; y es también el momento de la exaltación hiperbólica y de la exageración que deforma. Un manifiesto es un cuento moral en el que lo malo y lo bueno simplifican inevitablemente las cosas, pues sirve aquél para aclarar cada jornada, para determinar qué es lo perverso, para diagnosticar superficialmente sus daños y para prescribir remedios.

El pasado sábado 4 de julio, Félix de Azúa fue entrevistado por el diario El Mundo como uno de los dieciocho promotores del Manifiesto. Sostenía la tesis de que el texto es una defensa de los derechos individuales. Después de admitir esto, el entrevistado, que es un intelectual de postín y columnista ocasionalmente brillante y siempre tajante, concluía: «Soy profundamente pesimista y creo que el país se encamina a una situación similar a la de Sicilia y Nápoles. El Gobierno no está dispuesto a que la realidad le estropee la siesta. Ni los negocios. Cada vez nos acercamos más a su modelo ideal: la Italia de Berlusconi».

Estupor. La descripción y el análisis de Féliz de Azúa me produjeron estupor. ¿Se puede decir algo tan hiperbólico y tan dañino? España se va asemejando a Sicilia y a Nápoles, señala. Decir algo así es ignorar qué sucede en Nápoles, por ejemplo, lugar en el que el imperio de la ley ha desaparecido o tiende a desaparecer, espacio en el que los ciudadanos honrados se resignan al gobierno del camorrismo, a la colusión delictiva. ¿Son comparables San Sebastián y Nápoles? ¿Acaso lo único que las diferencia es el grado de refinamiento o el colmo de las basuras? Que la vida cotidiana en el País Vasco pueda ser insufrible para muchos ciudadanos es algo objetivo y deplorable, algo que debe ser cambiado, evitado, corregido. ¿Con qué instrumentos? Con la ley, por supuesto; pero también con la actitud solidaria de los vecinos: uno no puede desentenderse. Sí, ya sé que es fácil decir esto desde el Mediterráneo, pero que yo pudiera obrar cobardemente si me viera en dicha circunstancia no quita para que ambas cosas (la ley y la solidaridad vecinal) sean los instrumentos. ¿Y la España de este Gobierno tiene como modelo ideal la Italia de Berlusconi? ¿Pero por qué se expresa así un exasperado Félix de Azúa?

 

 

54 comentarios

  1. ¿No es significativo que los mismos que sostienen la opinión de que el castellano está en peligro en España (que bien poco les importó cuando el castellano fue prohibido en las escuelas de California por el gobernador Reagan, o Guinea Ecuatorial decidió pasar a la Francofonía, o el castellano sucumbió ante el inglés en Filipinas sin que desde aquí nadie dijera ni mu) sean los mismos que, en el País Valenciano, defienden que la asignatura de Educación para la Ciudadanía se imparta en inglés?

    Si el otro día destacaba la entrada en la cuestión de don Luís Aragonés y la paralela salida de don Antonio Gamoneda del Manifiesto, qué curiosa y sociológicamente suculenta nueva coincidencia: entra al trapo don Iker Casillas, el ciudadano más notable de Móstoles (después de su alcalde, claro y al mismo nivel de ciertas empanadillas) y se desentiende del asunto la propia Academia de la Lengua Española.

    Lo peor de todo esto, como les vengo insistiendo, es lo que hoy mismo apunta don Juan Carlos Moreno – autor de un libro de título tan sugerente como “El nacionalismo lingüístico. Una ideología destructiva” – en su artículo “Un manifiesto nacionalista” aparecido hoy en “Público” y es “la actitud altanera e intolerante que informa el manifiesto en todos sus puntos”. Esto es, la actitud premeditada y consciente de crispar a unos y otros, o sea, de crear un ambiente tenso y violento, presidido por la mentira más zafia, dirigida a las más bajas pasiones y dispuesto para barrer cualquier criterio sensato.

    Mejor obsequio no podía recibir ETA, condiciones tan evidentes no podían generar mayor irritación y dar mayores alas a la izquierda radical nacionalista. Se están sembrando vientos…

    PS al sr. Fuster. Le felicito, pues, doblemente, don Paco, y le agradezco su invitación pero ya sabe que mis Altas Ocupaciones en Latveria me impiden asistir a esos ágapes. No por ello me alegro menos de que lo puedan disfrutar todos uds.

    PS al resto de estudiantes. Me perdonarán uds. mi desliz, pero olvidé felicitarles a uds. también por su fin de curso. Espero que, los que se lo merezcan, se pasen un verano dedicado a la crápula, la disipación, el libertinaje y la lectura de obras edificantes.

  2. No hay lengua que no valga la pena aprender, no hay nación que no valga la pena explorar; no hay ser humano que no merezca ser tratado, no hay pueblo que no merezca ser abandonado si cae en la injusticia.

  3. perdonen la escritura, tengo una ferula en la mano derecha y no puedo manejarme bien.
    pese a todo tengo que manifestar que firmo el post de veyrat.

    un abrazo.

    m.

  4. Señor Kant, es cierto lo que dice sobre la Educación para la ciudadanía en inglés. Como profesor de secundaria, y concretamente de Geografia e Historia, no me puede afectar más, y sinceramente no entiendo cómo el conseller sigue adelante con semejante barbaridad, que además es ilegal se mire como se mire: las lenguas oficiales son el castellano y el valenciano, y son las dos únicas lenguas contempladas en la enseñanza pública, salvo en las materias lingüísticas, lógicamente.

    Lo de la defensa del castellano es directamente surrealista. Realmente, desde su misma concepción es una manipulación, pues si hay que defender el castellano, será porque está en peligro, ¿no? ¿A ustedes les parece que el castellano corre peligro de desaparecer? Y en todo caso, creo que más credibilidad tendría el manifiesto si hubiera sido impulsado y respaldado por lingüistas y no por futbolistas o pseudo-periodistas.
    Sin embargo, me parece que los auténticos especialistas en sociolingüística sostienen que las lenguas en peligro son, precisamente, las «no comunes». El ejemplo del valenciano es palmario, pese a que políticos como Rosa Díez sostengan que se discrimina el castellano en esta región, y concretamente ¡Canal 9! Sí, han oído bien. Son cosas de políticos, que muchas veces se adhieren a la exaltación dejando a un lado el rigor.

  5. Esto es un ejemplo de como un diario deja de cumplir su servicio de información para dedicarse a la venta.

    Creo que Pedro J. debería haber estudiado marketing. Porque lo que es el periodismo, se lo está cargando.

  6. Igual es que no me entero, porque sí, el que ama la lengua las ama todas y sí, no hay cultura que no merezca la vigilia y el respeto más atento… pero el tema esencial del manifiesto es bastante más prosaico y social, y es -simplemente, en otras monsergas no entro- que nuestros hijos puedan estudiar -si quieren o queremos- en la lengua que se desee. En Baleares ya no se puede estudiar en castellano o español. Si a alguien tal circunstancia le parece bien, correcta y hasta deseable, pues enhorabuena. A mí no. Saludos.

  7. ¡Miranda con férula! ¿Será una epidemia de éste blog? Cuiden sus deditos, sus brazos y ante brazos e, incluso, sus hombros. Yo estoy así como… orgullosa, estúpidamente orgullosa (como en lo del fútbol de mi hijo pequeño). Ayer me hicieron una ecografía del hombro maltrecho (llevo así más de un año) y me dijo el médico: «Vaya, tenemos aquí una pianista». Parece que tengo una calcificación típica de darle a la tecla y ¡después de 20 años sin casi abrir un piano! Aunque parezca un dislate, me he puesto como loca a hacer escalas ¿Cómo tener hombro de pianista y no tocar? :-)

    Cuídese, miranda.

  8. Señor Kant, suscribo totalmente, y sin que sirva de precedente, su primera intervención en este post.

    Señor Planas, ¿cómo es que no se puede estudiar castellano en el archipiélago balear? ¿Podría usted explicármelo?

    POr lo demás,… volveré

  9. Estimado señor Kant: suscribo totalmente, y sin que sirva de precedente, su primera intervención. No puedo añadir ni una coma.

    Señor Planas ¿cómo puede ser que en el archipiélago balear no se pueda estudiar en castellano? ¿Podría usted explicarlo con algo más de detalle? Parece increíble.

  10. Pues así es. Tanto la escuela pública como la concertada están bajo las leyes más estrictas de lo que ahora se llama inmersión lingüística. Más aún, hace cosa de un mes el Govern derogó, incluso, un proyecto -algo kafkiano, todo hay que decirlo- de trilingüísmo en las aulas -catalán, español e inglés- para decantarse por la lengua única. Así tanto el español como el inglés pasan a ser, de hecho, lenguas extranjeras. Qué bien.

    No obstante ello, la situación en la calle es de absoluta normalidad lingüística… a la espera de que la invada, en unos años, una curiosa generación de analfabetos funcionales en castellano, claro.

    En definitiva, lo que hay es catalán por un tubo:-)

    Saludos.

    PS. El origen de esta situación hay que buscarlo en el decreto de mínimos lingüísticos. Obra del PP, por cierto.

  11. Sé que esto podría hacer derivar esta intereante cuestión hacia otro debate polémico, pero es necesario, xcreo, aclarar al señor Ventura que la lengua que hablamos los valencianos se llama catalán. El valenciano no existe científicamente como lengua, es una variante dialectal, pese al empeño interesado, contradictorio por cierto, de sectores enfrentados políticamente en otros temas y pese a que las más excelsas obras de la literatura en lengua catalana fuesen escritas por valencianos de nación como Ausiás March, Joanot Martorell y Maryí Joan de Galba, Jordi de Sant Jordi o sor Ysabel de Villena. Por no hablar del gran Vicent Andrés Estellés.
    Cuidese Miranda, la verdad es esto parece ya epidemia.

  12. Señor Veyrat, soy defensor de la unidad de la lengua, y estoy de acuerdo en que catalán y valenciano son variantes dialectales de una misma lengua. Pero no me parece de ninguna manera incorrecto referirse a lo que se habla aquí como valenciano. Lo que hay que tener claro es a lo que nos referimos con los términos; conocer los significados es la mejor manera de solucionar las polémicas por lso significantes.

  13. Pues yo no sé, pero no soy defensor de la unidad -científica o no- de nada sino al contrario, lo soy de la diversidad, de la lujuria tribal en torno a la hoguera, del cántico simultáneo de todas las lenguas y todas las tribus y todas la hogueras, del caos, de la orgía perpetua, de la reunión en el absurdo donde nada significa ya nada sino lo contrario y ni siquiera eso.

    Bueno, qué a gusto se queda uno tras una ligera digresión, sin otro ánimo que hacerles sonreir, supongo:-)

  14. Tiene usted razón, señor Ventura, acepto su matización pues lo contrario sería entregarnos en brazos de Humpty Dumpty; y me declaro de acuerdo con el resto de sus argumentos expuestos.

  15. El gran trasvase de seres humanos de diferentes regiones españolas hacia Catalunya efectuado por el franquismo, y en estos momentos por una nueva oleada de diversos países del mundo, hacen casi irreversible por su cuantía, el proceso de desnaturalización de la sociedad tradicional de este pequeño país del norte de la península Ibérica.
    Lógico es que se niegue a que desaparezca su idioma, cultura, costumbres etc.
    Que los más verdugos y responsables de su desaparición, los «detentadores» de la lengua del fenecido Imperio, arremetan intentando llevarlos al abismo de su muerte en la Historia es muy cruel, irresponsablemente cruel.

    Y sí: Todas las lenguas nacen, crecen y mueren, pero unas aún están en proceso ascendente, y el catalán… está agonizando.

    Gracias Sr. Serna y demás blogueros por no sumarse al genocidio linguístico.

  16. Como ando algo ‘empiocat’ no había podido leer el post de don Justo, y los comentarios de todos ustedes, hasta hace un momento. Como ando algo ‘empicoat’ no me meteré en la cuestión de los idiomas, porque me imagino ya intuyen mi opinión.

    Creo, no obstante, que don Justo plantea otra gran cuestión. La que tiene que ver con los medios de comunicación escrita, la política y la comunidad intelectual. Si echamos las vista atrás, don Miguel, corríjame si me equivoco, en los primeros tiempos de la transición corrieron buenos tiempos para el periodismo independiente. Buenos, pero breves. La deriva hacia la recuperación hispánica del periodismo de partido fue, casi, inmediata. Ante esas circunstancias, PJ y, con el tiempo, lo que acabaría siendo El Mundo recuperó otra modalidad de periodismo histórico que, en Barcelona por ejemplo, tuvo en EL DILUVIO un referente. Para asegurarse el poder competir ante medios más serios, mejor informados, con colaboradores más solventes, se recurrían a las CAMPAÑAS PERIODÍSTICAS. Éstas, en ocasiones, tenían un fundamento real; en otras, eran pura invención: En la mayoría de los casos disponían de materiales de ambos tipos. Si recuerdan al Mundo -GAL, corrupción, 11-M/ETA, banderas (ésta salió fallida), lenguas-´pueden decidir cual de dichas campañas tiene más de verosímil y cual de inverosímil.
    Bien, quisiera hacer un apunte histórico: no se recuerda ni una de las campañas del DILUVIO que sirviera para solventar con eficacia algún problema real. Eso sí, el ambiente lo envenenaban de cojones.
    Me vuelvo a la camita.
    Un saludo

  17. Permítanme recordar a don Vladimir llich Ulianov. Decía: “la realidad es tozuda, si le cierras la puerta, te entrará por la ventana”. Creo que es una verdad como… un puño. Así que veamos las realidades. El argumento de que “el castellano está en peligro” descansa, fundamentalmente, en el tema educativo, como el sr. Planas apunta. Nuestro querido contertulio concluye: “(…) la situación en la calle es de absoluta normalidad lingüística… a la espera de que la invada, en unos años, una curiosa generación de analfabetos funcionales en castellano, claro”. No parece algo descabellado vistos los apriorismos, prejuicios e ideas preconcebidas que acompañan la argumentación. Por eso nos hace falta la realidad, sostén de la Razón..

    Y la realidad nos vino el pasado año de la Unión Europea y su famoso Informe Pisa ¿lo recuerdan? Nos ponían en nuestro sitio a la hora de formar a nuestros hijos, o sea, en la cola. No estamos, pues, en un país de lumbreras precisamente, así que si vamos a cargar la pistola de los analfabetos funcionales, ojo a donde apuntamos.

    Pero hay más. Este año, la selectividad nos da un buen punto de referencia, especialmente para el caso del catalán, el primero que recurrió a la temida “inmersión lingüística”. Pues resulta que los chicos catalanes obtuvieron en español una media de 6’05, así, si la media española fue de 6’25, ya me dirán uds. donde está el “peligro”… Ah, ¿qué es más bajo que la media española? Bueno, comamos más trozos de realidad.

    La media de esos mismos muchachos en lengua catalana fue de 5’59… ¡cáspita!… A pesar de la ominosa inmersión, resulta que saben mejor el castellano que el catalán… ¿y ahora qué hacemos?… ¿dónde está ese peligro de desaparición? ¿dónde está esa barrera insalvable o ese pozo insondable para los hijos de los ciudadanos que vivan en Cataluña o cualquier otra comunidad bilingüe?

    Les propongo el juego que don Alfons López Tena ha hecho hoy en la prensa: tomen el Manifiesto, substituyan el concepto España por el de Unión Europea así como todos sus derivados de igual suerte (lo español pasa a ser lo europeo) y cambien el castellano o español por el de inglés… jueguen a eso y a ver que les parece.

    A la postre, el problema de estos argumentos torticeros de los presuntos españolistas se resume en que nos quieren meter en La Granja orwelliana. Son esos sanos y simpáticos cerdos dispuestos a interpretar las Normas Animales conforme a su fino olfato porcino, dispuestos a convencer al resto de que “todos los animales son iguales… pero hay unos más iguales que otros”. El cuento es viejo pero su vigencia patente, la metáfora evidente y su moraleja temible: esos cerdos, tan pagados de si mismos, tan dados a la verborrea liberal, le devolverán la Granja a los humanos no sin antes conseguir que ésta estalle en violencia fraticida y los animales se maten entre si… como si fueran, fuéramos, bípedos implumes.

  18. Don Miguel, me uno a la sra. Miranda para expresarle mi admiración por tan contundente como breve intervención (la suya de hoy a las 12’05)

    Sr Ventura, el desprecio por el marco legal que todos los días, en todas las instituciones, perpetran los miembros del PP con cargos públicos, políticos o funcionariales, es de escándalo. Aunque más escándalo veo en el silencio cómplice de toda la oposición, toda. La inactividad flagrante de ésta, el chanchulleo con el poder conservador y la obsolescencia de los partidos – o lo que sea que fueren – de mayor calado – PSOE, EU y BNV – crean un combinado perfecto para mantener “per saecula saeculorum” a ese partido, esos individuos y esas prácticas en el poder.

    Dña. Miranda, me sumo al lamento de la señora Serrano por su desdicha y me pasmo con ella de la epidemia que estamos sufriendo (Sra. Bou, ánimo que ya no le queda “na”!)

    Don Alejandro, le agradezco sus palabras. Pero no se preocupe ud. ya iré subiendo el tono para decir alguna barbaridad de esas que espantan a las ursulinas.

    Por último, me parece especialmente interesante la última aportación del sr. Duarte ante la lectura del texto del sr. Serna, si de algo vale mi opinión, creo que don Ángel señala una vía de conversación – la de los medios – que nos va a reportar mejores frutos que la charla sobre la esfericidad de la Tierra en la que nos hemos adentrado sin proponérnoslo (¡yo, el primero!)

  19. Prolijo señor Kant, no se apure por mis apriorísticas argumentaciones, porque sólo existen en su propia e intransferible granja mental. Cultive lo que cultive, nunca escapará de ella.

    PS. Usted cree en la realidad y en la razón, en ambos conceptos y en su íntima conexión. Yo no.

    Saludos.

  20. Dominus angelicus ¡oh doliente amigo! ¡Que la epidemia de diversos males que invade este blog se alivie, y con ella también su estado! Me uno al doctor Kant para decir que el debate de los medios puede ser, sí, gratificante, pero que de tan manido nos puede «estomagar», ¿Quien que lea un poco no sabe ya a estas alturas que, parodiando a Lorca, «se acabaron los gitanos que iban por el monte solos»? El periodismo y los periodistas, como dice la frase castiza, «ya no son lo que eran».
    Aquél sueño de una Televisión pública y no de Estado se sustituyó pronto por una Televisión de Partido, y tan panchos hasta hoy, claro que compensando con la entrega de otras televisiones privadas a representantes de los intereses bancario-políticos de los partidos del espectro, o más bien de algunas ideologías representantes de algunos partidos del espectro. Y en cuanto a los medios escritos y hablados, pues cada uno se «buscó el avío» arrimando al ascua favorita y más proclive su sardina. ¿Hace falta que demos nombres? Murdoch es sólo el faro que ilumina el estado actual de los medios de comunicación (antes eran «informativos» o de información) en este Sunami globalizador que comunica órdenes sin pagar, órdenes de compra, venta, votos, golpes de estado, muerte, samgre, petróleo, miseria, beneficios, beneficios, beneficios. Ahora quiere comprar Digital+ el amigo Murdoch, y se la vendrán los amigos de Prisa, claro, sabiendo que la venden a Aznar.
    ¿Cuántas grandes empresas con grandes bancos detrás que amparan a su vez milmillonarios créditos a partidos políticos, jamás pagados, están cada una o varias de ellas tras cada medio? ¿Empezamos por ahí? PJ como le llama el profesor Duarte, quizá por no pringarse los dedos con el nombre completo, no es más que un agente oportunista de ese magno control planetario de opiniones, voluntades y por tanto votos: claro que salpicados de los localismos ad hoc en cada rincón del planeta. Como éste, tan pintoresco él.

  21. Ya dije en anteriores posts que no iba a opinar más sobre el Manifiesto porque me parece un texto absurdo y contradictorio.

    Lo que si hago es aprovechar el tema más genérico del debate sobre la lengua para introducir un enlace que espero les interese, a quienes desconozcan todavía su contenido. Dicen los promotores del Manifiesto que el español está en peligro. Es curioso porque eso es lo mismo que dicen algunos intelectuales catalanes sobre su lengua. En la última edición de la prestigiosa Feria del Libro de Frankfurt, la cultura catalana fue la invitada. Les dejo un enlace al vídeo del ya célebre discurso inaugural que pronunció el escritor Quim Monzó. Es un discurso extraordinario y del que como catalanoparlante que soy, me siento muy orgulloso. Se lo recomiendo vivamente a aquellos que todavía no lo conozcan:
    http://www.vilaweb.tv/?video=4976

  22. Efectivamente don Miguel, esto empieza a parecer La Fe. Gracias por sus sentidas palabras. También a Paco, historiador in pectore, por la referencia supra. Me ha entretenido un rato entre tanto vapor mefítico. Saludos

  23. Quieran los Dioses Inmortales que su deseo se cumpla, sr. Planas, aunque no por ningún deseo de fuga. Yo no quiero escapar de la Granja, lo que pretendo es que no se vea invadida ni por humanos adormecedores de la razón, ni por cerdos dispuestos a retorcer la realidad. En efecto, eso nos diferencia. Afortunadamente.

    Como siempre, don Miguel, acerada estocada que corta la yugular limpiamente. Me gustaría conocer la opinión de los jóvenes estudiantes de periodismo que nos leen ante la situación que nos plantea.

    Un acierto total su el enlace que nos ofrece, sr. Fuster. En efecto, el sr. Monzó está espléndido.

  24. Ustedes me perdonarán. Desde que puse el nuevo post –que, por cierto, quiero completar con unas increíbles declaraciones de un intelectual de postín–, he estado en silencio por haberme ausentado y no estar conectado. Ya, de regreso, les leo.

  25. Te puse un email, querido Justo. Nada importante.

    *

    A ver, que su aroma inconfundible, afortunado Sr. Kant nos nos confunda… ¿Dónde he dicho yo que el español tenga problemas o que esté siendo atacado? Semejante ruindad no puede usted adjudicármela, porque la lengua española es una de las más pujantes en cuanto a su futuro y, también, en lo que concierne a su enorme, brillante e histórico pasado. Quítele el énfasis a lo que guste.

    A partir de ahí, todo lo demás es interpretación de su propia cosecha (sea o no, una piara). Si el informe Pisa le vale para situar su realidad y darse unas vueltas haciéndose fuerte por los alrededores, sólo me queda felicitarle por lo bien que se mueve usted entre los daños colaterales, la adulación y la falta de autocrítica. Se mueve con tanta soltura como Quim Monzó entre textos ajenos. Enhorabuena.

  26. Amigo Serna, tu post ha quedado muy completo con el interesante añadido sobre Félix de Azúa, un poeta al que admiré mucho en los 80. No sabría explicarte los motivos pero su comparación con Sicilia o Nápoles (la mafia es aquí algo más que una metáfora) no me parece, desgraciadamente ninguna barbaridad. Aunque, de momento, prefiero entenderlo tan sólo como un aviso o, quizás, una premonición.

  27. Hace tiempo que Félix de Azúa anda exasperado y lo que es peor, desbarrando, rebuznando. Su vanidad endógena y endémica —de a que deja constancia a menudo en las páginas de El País gracias a una amistad de juventud—, y que tuvo su «quart d’heure de gloire» en los principios de su adscripción oportunista de última hora a la «gauche divine» que acampaba en el Boccaccio barcelonés, se vio recompensada en los tiempos «transitorios» por una atención episódica a su poesía imitativa de las peores traducciones de los poetas europeos. Su carrera literaria no le ha dado posteriormente el laurel que precisa su ego insaciable: ahora rebusca entre los basureros antisocialistas, quizás para hallar el pingo de un reconocimiento que ese pseudocentrismo surgido al amor de un anticatalanismo propiciado, eso sí, por el nefasto pujolismo, jamás le dará. Roma, es sabido, jamás paga traidores.

  28. Don Miguel… a mí su Poesía (1968-1978) (Madrid, Hiperión, 1979) me pareció bastante noble en su momento, según creo recordar, pese a las tinieblas y el olvido… De su carrera posterior lo ignoro todo y, así, no puedo opinar. Saludos.

  29. Creo que para acercarse con algo más de perspectiva al caso Azúa hay que tener presente otro argumento que usa, recurrentemente, en sus últimas apariciones en público. Junto a la dimensión de profeta de las ‘libertades individuales’ -hasta ahí coincido, sin problemas- Azúa se arroga el papel de adalid de los más débiles, de la clase obrera, del honrado trabajador oprimido. Vamos que utiliza aquello de la ‘opresión de clase’. Primero, y de eso su entorno sabe mucho -en todo caso, muchísimo más que el mío-, la pérfida burguesía catalana se dió a la explotación laboral del buen obrero inmigrante. Ahora, cuando eso es difícil de sostener dada la precariedad -en términos comparativos- de la Barcelona burguesa, lo hacen, dado que no tienen otro entretenimiento, por el camino de la opresión lingüística. Quieren hacerles aprender catalán, y desaprender castellano, para mantenerles en la inopia.
    Bien, el Marx de Pedralbes no está aislado. Se encuentran tomando pastas en los saloncillos de la Bonanova con los Espada, Girauta y demás.
    Lo curioso del caso es que nos los tomamos en serio.
    Que quede claro:
    Tercera hora de castellano en las escuelas catalanas, ya. Acuerdo político para mantener, en la oferta pública, una única línea pedagógica en la que convivan catalán y castellano, indistintamente y ya. Presencia indiferenciada del catalán y del castellano en las administraciones públicas -todas ellas- ya. Y nada más. El resto son ganas de marear la perdiz, crear mal ambiente y satisfacer las fantasías de gente brillante que no llegó a donde quería y se viene disfrazando de Robin Hood para paliar sus complejos de clase.

  30. Ah, y se me olvidaba. En materia de subvenciones, las menos posibles; pero si es para la edición que se atengan a criterios de calidad más o menos verificables.

  31. No, sé si me has leído bien, querido Juan Planas. Tras probar éxito con una poesía snob (abreviatura de «sine nobilitate» que emplearon por primera vez los británicos para distinguir a los advenedizos)y calcada de lo que el «buen gusto» corriente de su época juzgaba correcto, sin obtenerlo más allá de lo que pretendía, abandonó la lira y,probó con novela y ensayo: así, de victoria en victoria hasta la derrota final, que diría un enemigo de Mao, que es donde se encuentra su arrogancia en compañía de los quidam que cita Àngeel Duarte más arriba ¿Noble su poesía? ¿Qué criterio crítico es ese? Snob es el personaje, su poesía falsa. Siento ser en mi juicio tan tajante como él, no me gusta pero en este caso creo acertar.

  32. Pues así debe de ser, querido Miguel, porque salvo mi vago recuerdo de ese libro -que ni siquiera conservo- no he estado atento a su posterior trayectoria. Ya sabes que suelo diverger, como tú, de los «buenos gustos» de cada época. Saludos.

  33. Hola a todas y todos(dicho sea con el debido respeto a la intrannsigencia sexológica)
    ¿Porqué tenemos que defender a una lengua que ni está ni es atacada?.El castellano (español) no es una lengua en recesión.Es una lengua en expansión.Hoy he oido en una emisora de radio,no diré cual porque no me pagan por su publicidad,que el español alcanzará dentro de muy poco los 1.000 millones de hablantes.
    Esto no está ocurriendo con otras lenguas ibéricas,salvando el portugués-brasileño-gallego,lenguas que como el catalán pueden ir a su extinción.¿Qué mal hacemos los catalanoparlantes o valencianoparlantes,dicho sea sin ofender, en hablar nuestra lengua?.
    No es,pues, un problema lingüistico.Es una problema de intransigencia política, es decir de fascismo lingüistico.
    El Manifiesto es una excusa para atacar la democracia y una manifestación del fascismo cultural.
    ¿Porque hay que darle tanta importancia y no denunciar sus raices políticas?.Es una maniobra más de enfrentamiento entre la derecha cultural y la izquierda social.

  34. Insisto: lo que se hace necesario revisar no es el uso que se hace de la lengua, sino los oscuros y egoistas intereses políticos que se esconden tras todas esas políticas. Siempre ha habido lenguas minoritarias (y por tanto amenazadas de extinción) y otras que han acabado por imponerse a aquéllas. Resulta evidente que en el caso español quien tiene la sartén por el mango es el castellano y es innegable que el resto de lenguas oficiales tienen todas las de perder. Por eso entiendo que parecen necesarias unas políticas lingüísticas adecuadas para defender las lenguas minoritarias. Pero ojo, adecuadas. En determinados casos algunas de estas medidas parecen excesivas, al menos desde la distancia. Como dice el señor Kant, un joven catalán siempre va a saber castellano aunque no lo estudie en el aula, pero nunca sabrá catalán a no ser que se lo enseñen… con una legislación adecuada.
    Por eso a mi también me parece más interesante averiguar qué es lo que se persigue en realidad con, por un lado, la publiación del «Manifiesto», y por otro, las draconianas (en algunos casos) medidas adoptadas para defender las lenguas minoritarias. Sobre esto último solamente un apunte: Marx decía que es en los momentos de crisis cuando las distintas ideologías, aparentemente enfrentadas por temas menores, se agrupan para hacer un frente común, desenmascarando sus verdaderas intenciones. Esto se ve claro en el caso de, por ejemplo, don Federico Jiménez-Losantos? y Fernando Savater. El Mundo parece haberse convertido en el adalid del Manifiesto pero ¿qué dicen los demás medios de comunicación? ¿Por qué me da la impresión de que el tema se está centrando únicamente en Cataluña y no en el País Vasco o Galicia?

  35. Parece que don Arnau Gómez responde a mi pregunta antes siquiera de haber tenido ocasión de formularla. ¿Enfrentamiento entre la derecha cultural y la izquierda social? Creo don Arnau, que se trata de algo más profundo. No seré yo quien comparta la opinión de Félix de Azúa sobre Nápoles y España, pero está claro que los problemas de Italia no surgieron ayer. Jiménez Losantos? parece un personaje nacido de la pluma de H. P. Lovecraft, surgido de las insodables profundidades del océano. Su estirpe es antigua, primigenia. En cambio la izquierda social (¿ERC?, ¿CIU?)… la izquierda social… ¿dónde está la izquierda social?

  36. No es, una vez más, y Serna se va a hartar de mí, el tema del post, pero el amigo Kant lo ha introducido y con ello me da pie a ofrecer mi opinión respecto a un tema de absoluta urgencia, pues en este mismo momento están los centros públicos posicionándose respecto al tema de la Ciudadanía. La gran cuestión ya no es si nos gusta o no la asignatura, sino si los políticos tienen derecho a crear el desastre que están creando -concretamente en el País Valenciano- para dirimir en su provecho sus querellas partidistas. Les remito el artículo con el que fundamenté el escrito de protesta que el claustro de profesores de mi centro aprobó de manera casi unánime (dos votos en contra, cuarenta a favor)para ser remitido a Conselleria. Helo:

    EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA: CÓMO BOICOTEAR UNA LEY

    Cuando el PSOE llegó al poder, asumió como un desafío la demanda de una formación en valores que la sociedad venía planteando a la escuelas. La reorganización del modelo familiar planteada por la emancipación de la mujer, los nuevos riesgos para la convivencia expresos en la conflictividad juvenil, la violencia y el desorden en las aulas, el shock de la inmigración y la diversidad cultural… demasiadas circunstancias parecían justificar la preocupación por la formación moral de nuestros jóvenes, que habría entrado en situación de incertidumbre, cuando no de indigencia, por la dificultad de la comunidad para formar sujetos libres, adultos, responsables y preparados para la convivencia.

    Así se concibió la propuesta de la Educación para la Ciudadanía, existente ya desde hace tiempo en muchos países europeos, que generó todo tipo de escándalos y polémicas desde el momento mismo de su gestación. Se diría que la asignatura consiste en una apología de la homosexualidad, justifica la quema de conventos y las violaciones masivas a monjas, inclina hacia el futuro voto del alumno hacia el partido en el poder y plantea el aborto como una práctica sumamente placentera. Pues bien, si leen el currículo de la asignatura, descubrirán que su contenido es más bien light y que las sombras de polémica en cuanto a los contenidos son ridículas. Reivindicar los marcos constitucionales como posibilitadores de la convivencia en las sociedades democráticas, dar por hecha la feminización de la pobreza y oponerse a ella, enseñar a solucionar los disensos sin violencia, respetar la diversidad cultural, promover la solidaridad con los débiles… uf, qué escándalo.

    Pues bien, para conseguir que nuestros chicos de 11 años descubran todas estas cosas tan estalinistas, la Epc se trama en forma de una hora a la semana ¡una hora!, para el segundo curso de la ESO. El Foro de la Familia, por ejemplo, habla de una voluntad de adoctrinamiento y de la conculcación del derecho de los padres a educar moralmente a sus hijos.

    Hay que desconocer profundamente cómo transcurre la vida escolar actual para lanzar sobre la escuela la sospecha de querer “arrebatar” a las familias la obligación de educar moralmente a sus hijos. Ya quisiéramos los docentes que todos nuestros alumnos vinieran de casa sabiendo que la violencia no es el camino, que se debe respetar la autoridad del adulto o que es mejor para la convivencia ser solidario que mezquino, o tener modales higiénicos que no conocer el agua y el jabón. El problema es que en la práctica somos nosotros los que muchas veces tenemos que asignar dichos valores a los alumnos. En realidad, no hay un profesor que no “eduque en valores” a sus alumnos. Mi compañera de Educación Física enseña hábitos higiénicos y solidarios a sus alumnos, les hace conocer y respetar su propio cuerpo y entender las ventajas de la solidaridad. Es eso lo que significa la “transversalidad” de los valores en la escuela, que se está formando al alumno en ellos aunque no se hagan formar parte del curriculum de una asignatura específica.

    Ahora llega esa asignatura, sin apenas carga lectiva y con contenidos que acepta cualquier miembro razonable de una comunidad democrática. ¿Por qué la Iglesia lanza entonces a la calle a sus huestes? ¿Por qué este escándalo? En mi opinión, el gran problema es que los sectores ultra-católicos del país han detectado el peligro de que, por primera vez, se advierta que la Iglesia ya no es la agencia hegemónica en la asignación de valores. Todos educamos en valores a nuestros alumnos, pero la Epc lo hace de manera expresa y tematizada, por eso acaba con la más repelente ilusión de los fundamentalistas religiosos, la de que los no creyentes carecemos de mapa moral. Mientras no se articula un proyecto curricular de educación en valores ciudadanos, se pierde en lo difuso de la transversalidad la praxis real de la formación en valores no religiosos, cuando aparece la Epc, ya se hace demasiado evidente que la escuela no necesita catequistas para creer en sí misma como formadora ética. Lo que está en juego es en definitiva la patente moral de la Iglesia Católica, cuya mayor enemiga, y así lo viene siendo desde hace siglos, es la Razón, capaz de articular un proyecto de vida digna y buena tanto desde el ámbito teórico de los conocimientos como desde el práctico de la vida ética y política. Y todo eso sin necesitar a la fe.

    Puestos a defender comportamientos éticos, ¿considera ético el Foro de la Familia el modelo de aplicación de la Epc que se ha hecho en el País Valenciano? El creativo conseller de Educació va a obligar a los institutos a impartir la docencia normal de la asignatura en lengua inglesa. Por si algún niño de 11 años entiende demasiado bien el inglés, la manera de evitar que se contamine con sus enseñanzas estalinistas es concederle una objeción u opción B, en forma de elaboración de trabajos –en inglés- que el profesor habrá de pactar previamente con los padres. Es la manera que el PP tiene de entender la libertad de conciencia. Mi sugerencia sería que la aplicase a otras asignaturas como Biología, donde se enseñan cosas tan objetables como el darwinismo. ¿Y por qué no aplicar una objeción plan B a todas las asignaturas? En todas, como ya he demostrado, se forma en valores a los niños, ¿por qué consentir que se conculque de esa forma la libertad de las familias?

    Trabajo en un centro público. La dificultad que la evidente intención del gobierno valenciano de boicotear la asignatura nos va a plantear es terrible. El resultado en centros como el mío será el de complicarnos un poquito más la vida… ¿será bueno para la escuela pública, que me atrevo a suponer que será la que más sufra con este asunto? No, será desastroso, pero esto solo es un problema para quien lo sufre. El Partido Popular lleva largos años intentando destruir la escuela pública… ¿por qué, en aras de chinchar al oponente político, habría de preocuparle provocar este desmadre?

  37. Un pequeño apunte sobre Félix de Azua. «La historia de un idiota contada por él mismo», una biografía de ficción, me parece inteligente, desmitificadora y ácida. «Mansura» ,novela corta, es divertidísima. El ensayo sobre las ciudades «La invención de Caín» es original, revelador y, en ocasiones -no perderse el capítulo sobre Nápoles- deslumbrante. Sobre el Azúa poeta cedo la venia a la autoridad de Miguel Veyrat, aunque mi impresión de los por Castellet y otros llamados «Novísimos» es favorable, quizá porque mi lectura de aquel libro de Barral del que ya le he hablado proviene de una época de cierta mitología adolescente, no lo sé. A donde voy a parar es a que me cuesta entender, leyéndole actualmente, que sea la misma persona, y no lo digo solo por el asunto del manifiesto por el castellano. Es como si hubiera enloquecido de rencor no sé muy bien hacia quien o hacia qué. A veces me recuerda al ínclito Albiach, otro extraño mutante, aunque en este último caso no encuentro un curriculum literario tan atractivo, en fin…

  38. Primero agradecer los ánimos, va todo estupendamente y ya puedo usar un dedo de la mano derecha. Triunfo total!!

    Y decir que de nuevo vengo a firmar lo que dice Veyrat.
    Esto parece una comedia de esas con enano asertivo. Va el Veirat, dice algo y salgo yo tras la cortina…»lo firmo lo firmo!!!».
    Pues eso, firmo todas y cada una de sus opiniones sobre Azúa. Fatuo personaje perteneciente al género petimetre.

    Cada vez que vengo al blog veo la foto de esta Fabiola bis rescatada «ad maiorem dei gloriam»(de lo que me congratulo, faltaría más).
    Me estremezco.
    Me sucedió con Lech Walesa en su momento. Aquella mirada, chupando cámara, aquella ansiedad mezclada con el más repugnante meapilismo.
    No puedo con esta orate. Su visión me repugna.
    Lo siento.

    Besos.
    M.

  39. Ha enloquecido de rencor,respondiendo a su pregunta, estimado David, tiene usted toda la razón porque en esta sociedad española, como decía Cernuda en su ensayo sobre Miguel Altolaguirre (Barral, Barcelona 1971, Poesía y Literatura I y II), no se premia el mérito literario, sino «la actualidad». La Fabiola bis, bautizada genialmente por Miranda, no tendrá ya nunca el premio Cervantes, a menos que Savater o Espasa, bueno, o Rosa Díez… sean presidentes del gobierno, como le sucedió a Umbral al precisar cambiarse de chaqueta para recibir el premio de manos del señor Aznar, o el mismo Cela, que tuvo que aguardar para lo mismo la llegada al poder de «los suyos». Así es la «vida literaria». ¿No le sorprende que en vez de trabajar enriqueciendo su obra, la mayoría de escritores españoles se empeñen en acumular «premios», aunque sean «municipales» o de la concejalía de parques y jardines?. Todo sirve para el CV. Les reproduzco por su interés en este tema el extracto de la cita de Cernuda que utilizo en un texto mío de reciente publicación: «Como denunció Luis Cernuda citando a Larra , ”en España todavía hoy escribir es llorar, porque el renombre, y por tanto la oportunidad de ser leído, de un poeta, está basado tan sólo en su actualidad”… Por qué? “Porque en España, las reputaciones literarias han de formarse entre gente que, desde hace siglos, no tiene ni sensibilidad ni juicio, donde no hay espíritu crítico ni crítica y donde, por lo tanto, la reputación de un escritor no descansa sobre una valoración objetiva de su obra”.
    Juan Planas hablaba de lo pretérito de la obra del señor Azúa (don Àngel Duarte le llamaría señorito donde Miranda puso petimetre)y usted mismo, profesor Montesinos, añora la pasada obra de quien acaso quiso llegar al laurel a través de los libros y se cansó de esperar. Creo que la verdadera corona de un escritor son sus lectores, no los palmeros mediáticos pagados por las editoriales, por cierto, o la «gloria» proporcionada por los halagos al poder. Claro que esos también son útiles, y en los momentos actuales muy útiles, a veces imprescindibles, para obtener lectores. El negocio actual de edición jamás arriesga: publica aquellos que sabe de antemano que obtendrán «audiencia», aunque después los libros duerman el sueño de los justos en los anaqueles.

  40. Recién llegado de una expedición astronómica de fin de semana, entré al “post” con ganas. Unas ganas que no se me han visto defraudadas por sus intervenciones, al revés, sigue siendo éste un oasis en el erial mediático. Como en otras ocasiones, las palabras de otros contertulios me han aportado nuevos conocimientos y perspectivas – comulgue con ellas o no – a la par que coincidencias que, de insistir yo en ellas, sólo las redundaría. Así que, una vez leídas sus palabras, no pensaba participar más hasta el siguiente “post”.

    No obstante, encontré una intervención de la altura semejante a la de don Dinio García pues, visto está, que “la noche le confunde”. Mire, egregio poeta Planas, que si ud. no es capaz, de por si, de saber qué valores defiende y, en consecuencia, en qué campo se alinea cuando hace determinadas aseveraciones, yo no voy a perder un segundo más tratando de ordenar su romántica masa cerebral.

    Con todo y ya que me hace el inmerecido honor de compararme con don Quim Monzó – ¡ya me gustaría a mí! – le dejaré, para este verano, una pequeña recomendación: lea ud. “Rebelión en la granja” de don George Orwell porque evidentemente, no la leído; y si la ha leído, no la ha entendido; y si la ha entendido, no le ha valido para nada. Persista en ella hasta sacar provecho.

  41. Hace muchísimos años vi una película que ya era vieja entonces: «El hombre de Alcatraz», que muchos de ustedes conocerán; era la historia de un asesino peligroso, un desalmado, un auténtico villano sin posible redención, pero el subtítulo de la peli era «El hombre de los pájaros» porque un gorrioncito se posaba en la ventana del condenado y toda la ternura de aquel hombre aparecía. Al fin, llegó a ser el mayor experto en pajaritos. Digo ésto, aunque parezca que no hace al caso, porque desde la remota juventud, se que un buen personaje nunca puede ser plano. Mi profesor de literatura me explicaba que sólo en los malos folletones aparecían malos-malos y buenos-buenos porque jamás en la vida real se daba una persona que sólo fuera de un modo. Me sorprende la enorme cantidad de personas que, si hago caso a los contertulios de éste blog, son planas (nada que ver con el señor ídem, que conste, es que ha salido así). Félix de Azúa (y Javier Marías, Pérez Reverte, Muñoz Molina…) no hay por dónde cogerlos.

    Soy muy, muy visceral y tengo fobias y filias, como todo el mundo, pero trato de ser ecuánime, sobre todo si es por escrito, si mi comentario va a “quedar” y es que hay cosas que no pueden ser. No conozco la poesía de Azúa, pero le seguí durante un tiempo y me parecía una mente luminosa, aunque me resulta profundamente antipático y me revienta que vaya de “guaperas” (¿ven? También soy visceral, como digo) y me encantaba que fuera uno de los poquísimos intelectuales que no sólo no hacía alarde de sus analfabetismo musical, es que sabía música (aunque mucha menos de la que trata de demostrar). Me estoy liando. Quiero decir que esos ataques integrales hacia alguien me resultan muy incómodos por quien los hace, comienzo a dudar en el acto de si habrá una pizca de razón en lo que dice. Del mismo modo que la alabanza desmedida hace el efecto contrario, en general, éstas descalificaciones, no es que hagan el efecto contrario, es que producen la inquietud de no saber qué le ocurre al que las hace, qué tiene contra el objeto de sus iras, no puede uno “fiase”. Me parece que ser más sibilino y comenzar con una alabanza (siempre hay algo que destacar) lo que va a ser una crítica feroz, le da verosimilitud y, como hay muchas personas de las que hablan (una es ignorante), que no conozco y éste blog, entre otras cosas, sirve para “ilustrarse”, les rogaría un poco de mesura ¿no?

    Ya, ya me voy, no me corran a gorrazos.

  42. He escrito mi anterior comentario sin leer el del Señor Planas en su contencioso con el Señor Kant y quiero que conste, por si había alguna duda, que no tiene nada que ver.

    Corra, Justo, ponga el nuevo post cuanto antes, que ésto se está poniendo feo.

  43. Miranda, un abrazo y mi solidaridad. En cuanto al enrarecimiento de las respuestas en este blog…, qué quieren: hay que ser tolerante. Los demás no piensan necesariamente como yo (por ejemplo). Tampoco tienen obligación de convenir con nosotros, ni nosotros tenemos obligación de responder a sus requerimientos. Lo único que ha de primar es la cibercortesía. Mucha gente se mosquea: el primer requisito de la interactividad electrónica es el cuidado y la morigeración en la respuesta. Los malentendidos en e-mails y en blogs son frecuentísimos. La falta de concordancia no es un malentendido: es la vida.

  44. ¡Vaya, vaya! Qué díscolos se me han puesto algunos de ustedes. Hagan caso a Justo, discrepen cuanto quieran, o crean, o puedan, pero no se enfurruñen, por favor. A ver ese nuevo post, si nos trae un poquito de consenso…

  45. La izquierda social,para mi, no se agrupa en partidos políticos o en organizaciones sindicales.La izquierda social,precisamente, es la que no se agrupa,la que se mantiene,al parecer, descohesionada.Es una parte de la sociedad que no quiere alinearse,pero que está enfrentada con el poder, cualquier poder,incluso el de los partidos.No es acracia.Simplemente, es una forma de sentirse libre.

  46. Estimada Pavlova, no hay tal contencioso. Me he limitado a contestar, puntualmente, a los insultos -sí, los insultos, oh, cielos, esa curiosa manera de atender a las argumentaciones ajenas que tienen los sectarios- con que he sido obsequiado. Pero no hay más.

  47. Las lenguas realmente minorizadas y que tenemos que proteger son el gallego el catalá y el basco. La normalizacion linguistica en Galicia es necesaria porque solo aqui se habla gallego, no en cuenca ni en Mexico df.
    Pero si en Galicia no se habla NUESTRO IDIOMA, no lo haran esos madrileños, andaluces y argentinos. La UNESCO da de vida al gallego 100 años. Por si solo se esta extinguiendo, no necesitamos que subnormales como los de Galicia Bilingue o ahora estos memos fascistas venga a meter las narices en mierda ajena.
    Este año tuve todas mis asignaturas en gallego, un imporetante logro cuando hace no mucho hasta la asignatura de galego se impartia en castellano. Espero que esto no cambia.

    BOICOT A TELE5, por favor no veais esa cadena de mierda, apagad la tele antes que ver telebasura!!!

Deja un comentario