Fantasías animadas

Blog enlazado por El País (Comunidad Valenciana)

Uno. Leo en El País un artículo de Enrique Dans sobre el 15-M. Por lo que sé, este profesor de Sistemas de Información en la IE Business School ha sido uno de los protagonistas de los indignados de Madrid. Por supuesto, le tengo todo el respeto. Pero no entiendo qué pinta Enrique Dans haciendo de glosador o inspirador de este movimiento. No entiendo por qué es él quien lo resume.

De repente, el 15-M –que se presentaba como un fenómeno asambleario y espontáneo– tiene una primera o segunda fila de ideólogos y organizadores bien conocidos. Habría que estudiar a los portavoces y a los inspiradores.

Desde hace años, cada vez que he leído a Dans confirmo que las nuevas tecnologías no traen necesariamente nuevas ideas. Siento decirlo así, pero no voy a poner paños calientes. No me convence Dans: es una persona que sin despeinarse ha publicado en medios absolutamente antitéticos, desde Libertad Digital hasta El País; es una persona que con regularidad rehace un discurso simultáneamente tecnológico y adánico.

Las razones que da para una mejora de la democracia española (inevitablemente representativa) son tan asumibles que difícilmente pueden volverse del revés. Intenten negar lo que Dans afirma: no podrán. Eso significa que hasta los políticos de colmillo más retorcido podrían hacer suyas esas metas. Si además las calificamos como Transición 2.0, entonces les añadiremos una pátina de modernidad.  

La realidad es más tozuda y los comportamientos humanos son más viejos y reiterativos de lo que piensa el gurú de los indignados. Dans nos marca las metas y rotula el proceso. Lo llama Transición 2.0 aludiendo a la transición política española. «Surgen manifestaciones que no están organizadas por partidos ni por sindicatos, sino por los propios ciudadanos. La torpeza de los políticos que pretenden ver conspiraciones y manos negras es evidenciada en pocos días. Son los ciudadanos llamando a la puerta».

Ustedes me perdonarán, pero no me creo el angelismo que profesa Dans.

Dos. Leo en El País un artículo de Félix Ovejero sobre el 15-M. El profesor de Economía de la Universidad de Barcelona da un rapapolvo a quienes han juzgado con suficiencia o superioridad a los indignados. ¿A quiénes se refiere concretamente?

A aquellos «comentaristas resabiados  [que] no han dudado en echarse unas condescendientes risas a cuenta de la ingenuidad o la ignorancia de los que en las plazas españolas se reunían a discutir sobre cuestiones políticas».  Eso dice el profesor de Barcelona.

Desde hace años, Ovejero se dedica a la reflexión filosófica, remotamente inspirado por su maestro más importante:  Manuel Sacristán, que practicó un marxismo herético y que alentó a jóvenes discípulos como Antoni Doménech o el propio Ovejero entre otros. A Sacristán se deben empresas varias, desde la revista Materiales hasta aquella otra que la sustituyó: mientras tanto. También es autor de la primera gran Antología de Antonio Gramsci.

A comienzos de la transición política española, Sacristán quiso hacer una aleación de marxismo y ecología. Estábamos en la primera crisis enérgética y sin duda lo verde, la austeridad y la lucha contra el despilfarro eran metas atractivas para quienes salían desencantados del Partido Comunista. El comunismo clásico había sido industrialista. Como los capitalistas de primera hora, también los bolcheviques confiaban en el crecimiento, en la explotación ilimitada de las fuerzas productivas.  Félix Ovejero criticará esas ideas, esas concepciones del industrialismo. Como su maestro Sacristán.

Andando el tiempo, tras el derrumbe del comunismo, Ovejero se especilizará en republicanismo. Es profesor de Economía, sí, pero estudia los fundamentos doctrinales y las realidades o fantasías del homo oeconomicus. Entre otras cosas. Ha sido muy crítico con el republicanismo que profesaban José Luis Rodríguez Zapatero y su mentor filosófico, Philip Pettit, tan menospreciado por ciertos periodistas, según pudimos ver en este blog.

En el artículo sobre el 15-M, Ovejero amonesta a quienes vapulean a los indignados. Vamos, como Karl Marx o Friedrich Engels,  hace la crítica de la crítica. Juzga ásperamente a comentaristas o tertulianos que han menospreciado el movimiento. Les afea sus ignorancias y sus errores predictivos. De paso valora la deliberación que se habría materializado en las plazas.

«Por supuesto, tampoco la Puerta del Sol era la Academia de Platón. Ante todo, había una queja, una defensa de intereses normalmente desatendidos, entre ellos los de unos jóvenes condenados a miserables salarios, largos periodos de desempleo y a desperdiciar sus talentos. Pero también había ganas de discutir y de entender, de hacer propuestas. No está mal. De la discusión, entrenada, surgen las ideas: Merton nos enseñó que, en su mejor versión, las comunidades científicas eran comunismo cognitivo, afán universalista, escepticismo ponderado y desinterés. Y trabajar sobre la herencia recibida de otros que hicieron lo mismo. Algo de eso compareció estos días. Por supuesto, no cabe esperar que las soluciones a los retos de todos surjan de una asamblea. Una discusión democrática, por más pulcra que sea, no va a resolver los complicados problemas de diseño de las instituciones políticas y económicas que ocupan a los investigadores. De todos modos, hasta donde se me alcanza, tampoco hay doctores por el MIT entre los empresarios y banqueros que periódicamente cenan con el presidente del Gobierno para hacerles llegar sus preocupaciones, sin que necesiten levantar la voz. Y no les ponen un examen al entrar».

Cierto, cierto. Pero entre los indignados hay doctores bien instalados que aspiran quizá a convertirse en gurús de los agraviados: como el propio Enrique Dans, un doctor que no responde al tipo social descrito por Ovejero. En las plazas había jóvenes suficientemente preparados, sí: muchachos desempleados o con contratos precarios a pesar de la cualificación. Pero lo que no parecía haber era clase obrera o lumpenproletariado o paletas en paro, ajenos a las fantasías del homo politicus. 

Sobre eso, un marxista linajudo como Ovejero no dice palabra.

Tres. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se pronunció el martes día 13 de mayo sobre los indignados del 15-M, concretamente sobre aquellos que están acampados en la plaza del Ayuntamiento. Sabemos esto por unas declaraciones que la regidora hizo a dos emisoras radiofónicas. Se la oía batalladora y con gran punch, con esa energía de la que es capaz.  Barberá acusó a los indignados valencianos de delito delito contra la salud pública y de infringir varias ordenanzas municipales.

«A los indignados se les han caído mucho las caretas», dijo con un punto de malicia y gran penetración. Entre ellos, «hay viejos conocidos» de sus escoltas, dice.  De sus escoltas: esto es, de la policía local que la custodia. ¿Y quiénes son esos viejos conocidos? ¿Acaso individuos antisistema o parados de larga duración? ¿Acaso son doctores o jubilados? No. Los viejos conocidos son gentes que proceden «de zonas donde están los ‘okupas’…», declaró.

A lo que cuenta Barberá, hay un  informe policial en el que se revela algo grave: en la plaza no sólo se fuma marihuana, sino que se cultiva. No. ¿Sííí? Vaya. No sólo se percibe el olor de la planta, muy penetrante, razón por la cual suele encubrirse con incienso. También se ven los tiestos. ¿Hay una plantación grande? ¿Quizá un cultivo masivo? No: sólo dos macetas con la marihuana enhiesta. De ello puede dar fe Barberá. Según aseguró, no sólo lo saben los policías. También ella lo ve desde su balcón en el Ayuntamiento. Husmea como un sabueso policial sin que nada le nuble la vista…

25 comentarios

  1. La democracia es mejorable, pero hay que respetarla, porque es la única que tenemos. Quizá pueda revisarse la ley d’Hondt e intentar la proporcionalidad del voto emitido.
    Los sindicatos son vehículos que nos representan, cauces para la expresión, como las asociaciones, por ejemplo la Asociación de Profesores de Inglés, la Asociación de Escritores Valencianos. Cada uno debe encontrar su cauces para la participación. También tenemos las ONGs.
    Mejorar la democracia no está de más, pero usando también las herramientas de las que disponemos.
    Y por supuesto evitar la corrupción y evitar que los cargos políticos cobren dos o tres sueldos de tres o cuatro cargos.
    También deberíamos tener un mayor abanico de partidos.

  2. Dos. Leo En El País un artículo de Félix Ovejero sobre el 15-M. El profesor de Economía de la Universidad de Barcelona da un rapapolvo a quienes han juzgado con suficiencia o superioridad a los indignados. ¿A quiénes se refiere concretamente?

    A aquellos «comentaristas resabiados [que] no han dudado en echarse unas condescendientes risas a cuenta de la ingenuidad o la ignorancia de los que en las plazas españolas se reunían a discutir sobre cuestiones políticas». Eso dice el profesor de Barcelona.

    Desde hace años, Ovejero se dedica a la reflexión filosófica, remotamente inspirado por su maestro más importante: Manuel Sacristán, que practicó un marxismo herético y que alentó a jóvenes discípulos como Antoni Doménech o el propio Ovejero entre otros. A Sacristán se deben empresas varias, desde la revista Materiales hasta aquella otra que la sustituyó: mientras tanto. También es autor de la primera gran Antología de Antonio Gramsci.

    A comienzos de la transición política española, Sacristán quiso hacer una aleación de marxismo y ecología. Estábamos en la primera crisis enérgética y sin duda lo verde, la auteridad y la lucha contra el despilfarro eran metas atractivas para quienes salían desencantados del Partido Comunista. El comunismo clásico había sido industrialista. Como los capitalistas de primera hora, también los bolcheviques confiaban en el crecimiento, en la explotación ilimitada de las fuerzas productivas. Félix Ovejero criticará esas ideas, esas concepciones del industrialismo. Como su maestro Sacristán.

    Andando el tiempo, tras el derrumbe del comunismo, Ovejero se especilizará en republicanismo. Es profesor de Economía, sí, pero estudia los fundamentos doctrinales y las realidades o fantasías del homo oeconomicus. Entre otras cosas. Ha sido muy crítico con el republicanismo que profesaban José Luis Rodríguez Zapatero y su mentor filosófico, Philip Pettit, tan menospreciado por ciertos periodistas, según pudimos ver en este blog.

    En el artículo sobre el 15-M, Ovejero amonesta a quienes vapulean a de los indignados. Vamos, como Karl Marx o Friedrich Engels: hace la crítica de la crítica. Juzga ásperamente a comentaristas o tertulianos que han menospreciado el movimiento. Les afea sus ignorancias y sus errores predictivos. De paso valora la deliberación que se habría materializado en las plazas.

    «Por supuesto, tampoco la Puerta del Sol era la Academia de Platón. Ante todo, había una queja, una defensa de intereses normalmente desatendidos, entre ellos los de unos jóvenes condenados a miserables salarios, largos periodos de desempleo y a desperdiciar sus talentos. Pero también había ganas de discutir y de entender, de hacer propuestas. No está mal. De la discusión, entrenada, surgen las ideas: Merton nos enseñó que, en su mejor versión, las comunidades científicas eran comunismo cognitivo, afán universalista, escepticismo ponderado y desinterés. Y trabajar sobre la herencia recibida de otros que hicieron lo mismo. Algo de eso compareció estos días. Por supuesto, no cabe esperar que las soluciones a los retos de todos surjan de una asamblea. Una discusión democrática, por más pulcra que sea, no va a resolver los complicados problemas de diseño de las instituciones políticas y económicas que ocupan a los investigadores. De todos modos, hasta donde se me alcanza, tampoco hay doctores por el MIT entre los empresarios y banqueros que periódicamente cenan con el presidente del Gobierno para hacerles llegar sus preocupaciones, sin que necesiten levantar la voz. Y no les ponen un examen al entrar».

    Cierto, cierto. Pero entre los indignados hay doctores bien instalados que aspiran quizá a convertirse en gurús de los agraviados: como el propio Enrique Dans, un doctor que no responde al tipo social descrito por Ovejero. En las plazas había jóvenes suficientemente preparados, sí: muchachos desempleados o con contratos precarios a pesar de la cualificación. Pero lo que no parecía haber era clase obrera o lumpenproletariado o paletas en paro, ajenos a las fantasías del homo politicus.

    Sobre eso, un marxista linajudo como Ovejero no dice palabra.

    Continuará…

  3. Había obreros, yo los vi en diversas plazas. También jubilados, de todo. Ahora bien, puede que una cosa no haya cambiado, la revolución no la lleva a cabo el lumpen.

  4. Fernando Tormo Monteagudo

    Creo que uno de los aludidos es Arcadi Espada, y no solo por el tema de los indignados…

    Justo Serna

    Interesante observación, sr. Tormo. ¿Podría decir algo más explícito? ¿Se refiere quizá a la columna de Espada titulada ‘La batasunización de España’? Ésta: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2011/06/12/la-batasunizacion-de-espana.html

    Fernando Tormo Monteagudo

    Efectivamente, a esa columna que cita, con su desdichada comparación entre los indignados y los filoetarras, aunque también a otras intervenciones de Espada sobre el asunto 15-M, como ésta, que rezuma aún más suficiencia y paternalismo: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2011/05/19/tocando-el-.html

    Fernando Tormo Monteagudo

    Pero me da que la alusión más sutil y malévola a Espada que hay en el artículo de Ovejero no es a propósito de los indignados, sino respecto al pertinaz apostolado evolucionista en el que el autor de «Diarios» anda empeñado desde que hace algunos años leyó a Pinker y algunos rudimentos de genética, que igual le sirven para explicar un roto que un descosido. Espada parece haber adoptado el evolucionismo como la Gran Teoría de la verdad capaz de explicar casi cualquier cosa : «Las teorías no se debilitan por las tonterías de quienes las invocan. Mientras la teoría de la evolución parece razonablemente firme, las aplicaciones sin cuento para explicar cualquier cosa, desde un atentado terrorista hasta los trastornos de DSK, son simple novelería.» (Ovejero). Yo a Espada he llegado a oírle decir en la radio que el estudio de las variables genéticas podría ser relevante para comprender el conflicto árabe-israelí…

    Justo Serna

    Sí, tiene toda la razón. Así es. Recuerdo cuando Arcadi Espada leyó a Steven Pinker: concretamente ‘La tabla rasa’. Entonces, Espada y yo aún nos hablábamos. Y discutíamos. Recuerdo una discusión tontísima que tuvimos sobre Sigmund Freud… La reproduje en ‘Ojos de Papel’. Por eso sé que conforme el escritor catalán leía capítulo a capítulo de Pinker aumentaba su deslumbramiento cientifista. Fue un momento dulce de la Historia: sus avances personales iban parejos a los avances generales de la Humanidad. Por entonces, ya me había alejado de él y habíamos dejado de polemizar. Yo ya había envainado el estoque.

  5. Yo no sé en qué medida los había. Estuve un par de veces en la acampada de Valencia y sí, vi gente de todas clases, incluídos desempleados agraviados por la crisis, padres y madres de familia con sus hijos, jubilados, etc. No puedo decir en qué porcentaje los había, si eran un componente abundante o simplemente se encontraban de forma testimonial, atraídos por la curiosidad que suscitó este movimiento en las noticias.

    Desde la ignorancia, me atrevería a decir que la conciencia de clase obrera se ha visto pervertida, alienada y mermada durante las últimas dos décadas en las cuales, en pleno pelotazo, todos vivíamos como reyes del mambo, muy por encima de nuestras posibilidades reales ¿Para qué sentirse obrero cuando uno vive como un marqués aunque sea a base de partirse la espalda 10 horas al día recolectando naranja o con colocando talla? ¿Qué importa la formación de la prole propia cuando dándose a estos oficios podían ganarse entre 2000 y 3000 euros al mes, superando con creces a, por ejemplo, un licenciado en filología inglesa que daba clase en un instituto? No sé, quizá me equivoco. Tengan en cuenta que mis conocimientos son más que parciales y condicionados.

  6. P.S: ¿Cabría meter en ese «pack» de doctores que aspiran a convertirse en gurúes del movimiento del 15-M a Eduard Punset, que se ha dejado ver en varias plazas de toda España? ¿Y a Manuel Castells que intervino durante una hora en Barcelona? ¿Puede que a Joan Romero y Pedro Ruiz que se dejaron caer también por la acampada de Valencia haciendo referencia a la horizontalidad democrática, la recuperación del espacio público y a una democracia más participativa?

  7. Sr. ‘B (Masculino, eso sí’: sin acento), Estuvo un par de veces en la plaza de Valencia mirando, gracias a lo cual ahora hace sociología de los presentes. No está mal. Eso es tener ojo: no es sociología de acampada, sino de campo. Darse una vuelta y ver de qué va y quiénes están por allí. ¿Hizo observación participante o sólo echó un vistazo?

    Pide disculpas por su ignorancia pero diagnostica el estado de «la conciencia de clase obrera» de las «dos últimas décadas». Y el resultado es previsible. «pervertida, alienada y mermada» por el «pelotazo». Yo sería más prudente en los diagnósticos y menos genérico y expeditivo. Hay que precisar. Si no, caemos en la ‘hipergeneralización’, que decía Alf, el añorado alienígena. Por otra parte, doctores tiene el 15-M: algunos muy extraños, como Enrique Dans, un gurú que siempre se ha movido muy bien el ámbito de los modernos tecnológicos de inspiración carca. ¿Los otros nombres que cita? Cada uno puede hacer con su libertad lo que quiera, incluido Dans (por supuesto). Y yo juzgaré lo que estime oportuno.

    Sr. B., su estilo me vuelve a resultar reconocible, muy típico o característico, aunque se cambie de alias o nick. Pero siga, siga. Aprendo mucho de sus clases de sociología de urgencia y de etiquetamiento. Me recuerda a Mycroft, alguien que irrumpió por aquí cuando las elecciones universitarias diciendo ser un humildísimo estudiante de derecho (si no me equivoco); y alguien a quien se le veían parecidos con otros nicks anteriores que frecuentaron este mismo blog. B, nos conocemos desde hace tiempo…: si no la persona, sí al menos el estilo: quiere granjearse la simpatía protestando ignorancia, un rasgo enfático de humildad; se presenta con unos pocos datos, que le permiten hacer sociología expeditiva; y, finalmente, procede a un apocalipsis más o menos escatológico: escatología como fin de los tiempos.

    Veo que ha regresado. La segunda venida.

  8. Tres. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se pronunció el martes día 13 de mayo sobre los indignados del 15-M, concretamente sobre aquellos que están acampados en la plaza del Ayuntamiento. Sabemos esto por unas declaraciones que la regidora hizo a dos emisoras radiofónicas. Se la oía batalladora y con gran punch, con esa energía de la que es capaz. Barberá acusó a los indignados valencianos de delito delito contra la salud pública y de infringir varias ordenanzas municipales.

    «A los indignados se les han caído mucho las caretas», dijo con un punto de malicia y gran penetración. Entre ellos, «hay viejos conocidos» de sus escoltas, dice. De sus escoltas: esto es, de la policía local que la custodia. ¿Y quiénes son esos viejos conocidos? ¿Acaso individuos antisistema o parados de larga duración? ¿Acaso son doctores o jubilados? No. Los viejos conocidos son gentes que proceden «de zonas donde están los ‘okupas’…», declaró.

    A lo que cuenta Barberá, hay un informe policial en el que se revela algo grave: en la plaza no sólo se fuma marihuana, sino que se cultiva. No. ¿Sííí? Vaya. No sólo se percibe el olor de la planta, muy penetrante, razón por la cual suele encubrirse con incienso. También se ven los tiestos. ¿Hay una plantación grande? ¿Quizá un cultivo masivo? No: sólo dos macetas con la marihuana enhiesta. De ello puede dar fe Barberá. Según aseguró, no sólo lo saben los policías. También ella lo ve desde su balcón en el Ayuntamiento. Husmea como un sabueso policial sin que nada le nuble la vista…

  9. 1. Comparto sus sospechas en lo referente al Sr. Dans. Ignoraba que fuera cabecilla de nada en lo que se refiere al movimiento 15M (me extraña que lo sea, y quizá debería usted dar pruebas materiales al respecto, me interesa la cuestión) pero, si así lo fuera realmente, comparto, como digo, su recelo por el protagonismo que este hombre pudiera tener. Desde su blog siempre me pareció el clásico profeta de lo nuevo, un adalid de la revolución tecnológica a la que pone pocos peros, que se expresa en ese tono condescendiente hacia aquellos que puedan mostrar alguna reticencia (a veces razonada) hacia la supuesta revolución informática que estamos viviendo. A mi, y esto no es más que una intuición, cuando me he acercado a sus textos, detrás de su flamante título de Profesor de IE Business School, me ha parecido que se esconde más un paladín del neo-consumismo y del capitalismo (este sí, 2.0) que un defensor de un verdadero cambio. Su artículo, titulado Transición 2.0, no es más que un resumen de obviedades recogidas aquí y allá (desde el tópico análisis de la transición española, hasta esa descripción de la cadena de sucesos que han llevado a la gestación del movimiento 15M) sin el más mínimo interés. Un oportunista, vamos. 2. No conozco las filias ni fobias del sr. Ovejero, pero comparto completamente su crítica hacia los comentaristas que, según él, analizaron «con suficiencia o superioridad a los indignados». Desconozco la fuente original de la que proceden las declaraciones que aquí se reseñan, pero no necesito de su testimonio para contrastar lo que yo he podido comprobar por mi mismo. Y no me refiero a comentaristas de medios de derechas, que eso sería fácil de referir, me refiero a nombres vinculados al grupo PRISA en el que usted colabora. Ahí está la reacción inicial de una firma como Angels Barceló (decepcionante) que en un primer momento trató de desprestigiar los sucesos en la web de la cadena ser (luego rectificó, claro, porque perjudicaba su audiencia y su crédito, pero para algunos, entre los que me encuentro, ya llegaba tarde) o la sra. Monserrat Dominguez («A vivir que son dos días») que en la presentación del proyecto POR (dirgido por Iñaki Gabilondo) no se aredraba al calificar a los manifestados de «antisistema» dándole al término todo el sentido peyorativo con el que a éste se le pueda hacer cargar. Ahora todo el mundo está con los indignados. Pero intuyo también que esperando a ponerles la zancadilla a ver si se esclafan. Los medios de comunicación tradicionales se han visto (como los políticos) amenazados por una reacción que pone en evidencia una realidad ya demasiado evidente para los ciudadanos: que no están haciendo el trabajo que se esperaba de ellos. Y esto no implica que se pueda hacer cualquier crítica al movimiento, que conste.

  10. Enrique Dans es uno de los ideólogos del manifiesto de la plataforma ‘No Les Votes’, del 15-M.

    «…Estamos protestando porque estamos hastiados de una manera de hacer política, y partidos y reacciones así no hacen más que ahondar en nuestra indignación, que demostrarnos que es que no tienen otra manera de hacer las cosas. Que son incapaces de protagonizar el cambio de rumbo que necesitamos.

    Pretendemos cambiar la democracia y devolverla a lo que debió ser, a algo que ninguno de los que estamos estos días en la calle hemos llegado a vivir ni podemos recordar. Pero todos, salvo algunos que convendría aislar por el bien de todos, sabemos que queremos una democracia. Y una democracia se construye, o se reconstruye, respetando sus pilares básicos. No pidamos a los acampados ni a los concentrados que se conviertan en partidos y nos escriban un programa. No intentemos encuadrarlos en nuestra limitada visión de “izquierdas y derechas”, “rojos o azules”, porque eso, sencillamente, ya no tiene ningún sentido…»

    http://www.enriquedans.com/2011/05/el-movimiento-15m-y-la-respuesta-de-la-politica-tradicional.html

    0. Pueden ver esto:
    http://www.enriquedans.com/2011/06/el-movimiento-15m-en-portada-del-new-york-times.html

    1. Pueden ver el vídeo en el que hace la veces de gurú:
    http://www.enriquedans.com/2011/06/todos-cuentan-15m-el-documental.html

    2. Pueden ver esta entrevista en un periódico:
    http://www.xornal.com/artigo/2011/06/10/suplementos/contexto/enrique-dans-15m-logra-segunda-transicion-sera-perfecto/2011061020165200535.html

    3. http://www.facebook.com/EnriqueDans/posts/167929973267538?sk=wall&v=wall

  11. ¿El «grupo PRISA en el que usted colabora»? Ah, vaya.

    «Los medios de comunicación tradicionales se han visto (como los políticos) amenazados por una reacción…»

    ¿Amenazados? Pues a El País y a la Cadena Ser no parece que les vaya mal en el ránking de medios. “Los muertos que vos matáis / gozan de buena salud”, dice el castizo. No sé si de buena salud, pero los ayuntamientos del PP se han constituido, pronto los Gobiernos autonómicos y en unos meses un nuevo Gabinete presidido por Mariano Rajoy llegará. No veo a Rajoy amenazado por nada.

  12. Vaya, es usted muy susceptible por lo que leo. Mi interés por sus afirmaciones sobre el Sr. Dans eran sinceros aunque no se lo hayan parecido. De verdad me interesa saber de qué cosas pueda estar o no estar detrás este hombre. Pero vaya por delante que la plataforma «No les votes» (a la que seguiré con cuidado desde este momento, ya le he dicho que no soy fan suyo) no «es» el movimiento 15M. Puede que apoyaran las manifestaciones y las acampadas pero, desde luego, no «son» el 15M. El 15M «somos» mucho más (está, por lo que entiendo, Democracia Real Ya, las propias asambleas surgidas a partir de las acampadas, y todas las organizaciones y particulares que han querido sumarse a esto- también ATTAC, Mesas de convergencia, hay más). Entre otras cosas, porque 15M es el nombre genérico que se ha dado a un movimiento, no a una organización. Que algunos aún no hayan comprendido que parte de todo esto ha sido más espontáneo que planificado por nadie, pues bueno. Y para muestra, además (aunque lo he comprobado por experiencia), recurro a dos extractos de la entrevista que usted mismo enlaza al Sr. Dans:

    El primero:
    “Nosotros [por los siete fundadores de NLV] escribimos un manifiesto, pero a partir de ahí, los verdaderos protagonistas fueron los que sacaron estas reivindicaciones a la calle.
    ¿Se refiere a Juventud Sin Futuro y Democracia Real Ya?
    Entre otros. Estas plataformas lo que han tenido es una capacidad enorme de hacer que la gente reaccione, se movilice y pida lo que hace falta, una restauración democrática.”

    Y más tarde:

    “¿Cree que el movimiento No Les Votes podría haber acabado muriendo sino hubiera aparecido la spanish revolution?
    Puede ser. No Les Votes tenía un ideario claro, peticiones concretas y mucho seguimiento, pese a que habían intentado desvirtuar la plataforma pintándola como un movimiento abstencionista. Creo que Democracia Real Ya o Juventud Sin Futuro se han organizado muy bien, pero han sido demasiado concretos en sus reivindicaciones, provocando la división entre la gente.”

    Se le podrá acusar al Sr. Dans de muchas cosas, pero es evidente que no quiere (porque no puede) apropiarse el mérito de nada.

    Otra cosa, aunque no era mi intención ofenderle en este tema, creía que El Pais pertenecía a Prisa, ¿no es así? Y su blog está enlazado a la página de la edición de la Comunidad Valenciana de este medio, ¿verdad? Pues bueno, usted colabora. Pero yo no quería hacerle a usted culpable de nada por hacerlo, solo quería señalar que esos comentaristas a los que acusa el Sr.Ovejero, según su post, de menospreciar las movilizaciones, existen, vaya que sí, pero que además (y tratándose del medio o el entorno, llámelo usted como quiera, en el que nos estamos comunicando) sería muy fácil acusar a gente como Cesar Vidal o similares, de haber atacado el movimiento, y me pareció más interesante denunciar que entre aquellos analistas (o periodistas o comentaristas o firmas o como quiera que se llamen) también había nombres de esos a los que se les supone una tendencia más hacia la izquierda, y en concreto nombres que pertenecen al grupo editorial con el que usted colabora (repito, sin más acusación). Y aquí viene lo de la amenaza. Hombre, no sea usted tan simple. Ya sé que la SER y EL PAÍS son líderes de audiencia (bueno, eso dicen, que vaya usted a saber). No iban por ahí los tiros. Pero lo que cada día resulta más evidente es que, como los políticos, repito, y sobre todo los de izquierda, no supieron comprender lo que estaba sucediendo y muchos (le he puesto dos ejemplos muy significativos) trataron de denostarlo, aunque luego, “amenazados” (el caso de Angels Barceló fue palmario) por la reacción que en sus propios foros se produjo entre su audiencia, trataron de retractarse (sin mojarse demasiado, como siguen haciendo ahora, por cierto). En fin que, como se dice vulgarmente, se les vio el plumero, vaya. Así que, lo siento, ya he dicho que no sé cuáles eran las intenciones del Sr. Ovejero, pero que esa gente existe, ya lo creo que sí. La relación entre esto y el Sr. Rajoy (que yo no he nombrado para nada), me la va a tener que explicar porque yo no la entiendo. Tampoco iba por ahí mi reflexión. Como en lo referente a los medios, también me dirigía yo a la izquierda de este país, y en concreto, al PSOE, que aún sigue sin saber (¿o quizá sí?), la que le viene encima (y a nosotros por su culpa). Ya sé que a Rajoy todo esto le importa un pito.

  13. «…denunciar que entre aquellos analistas (o periodistas o comentaristas o firmas o como quiera que se llamen) también había nombres de esos a los que se les supone una tendencia más hacia la izquierda, y en concreto nombres que pertenecen al grupo editorial con el que usted colabora».

    ¿Denunciar? ¿Pero de dónde ha salido usted? ¿Usted denuncia? Si es así: si está dispuesto a denunciar, quítese el nick o póngase el apellido…

    ¿Por qué será que esto ya lo tratamos meses atrás con otros nicks de una misma persona? Lo siento, pero las formas expresivas que usted emplea me suenan.

  14. Mire, se lo crea usted o no, esta es la primera vez que escribo en su blog. Y no se preocupe que no volveré a hacerlo. Ni a leerlo siquiera. Es usted un neurótico (por no decir un psicópata, o un fascista al que parece que no le gustan que le cuestionen sus cirterios, por lo que veo; también he visto que más arriba acusa usted a otro comentarista de lo mismo o algo parecido que a mi). No sé a que viene esa sandez sobre mi nick y que mi tono le suena al de otras personas. (¡madre mia!, ¡menudo tarado!). Perdón por haberle tomado en serio. Adiós.

    P.D: y diga usted denuncia, diga hacer notar, hacer ver, lo que usted quiera. No sea gilip… (¿Y este tio da clases en la universidad? Joder, como está el patio)

  15. Nunca había percibido tanta violencia en una intervención. Lo curioso es que la intervención en cuestión proviene de un supuesto «pacifista» simpatizante del 15M. Flaco favor hacen comentarios de este tipo a la causa.

    Sr. Serna, ¿sería usted tan amable de eliminar opiniones tan insultantes? Me daña la vista.

    Gracias.

  16. Yo tenía pensado no volver a comentar dado que no es grato que lo tergiversen y menosprecien a uno, y mucho menos que se le atribuyan los méritos de comentaristas pasados.

    Un poco paranoico si resulta usted. No obstante voy a seguir leyendo su blog porque me gusta cómo escribe.

    Si tiene la necesidad imperiosa de conocer la identidad real de quienes comentamos se ha equivocado de medio, aún así, se lo puedo hacer saber por privado. Dudo que haya oído hablar de mí en su vida.

  17. Sr. Gerardo, usted no firma con apellido y me llama lo siguiente:

    neurótico, psicópata, fascista, sandio, tarado y gilipollas.

    Bueno, ni siquiera se atreve a llamarme esto último entero.

    El sr. B dice que soy un poco paranoico. Vaya, otro nick que se atreve a diagnosticarme o a insultarme sin mostrar su identidad. También se embosca. Si va a arremeter no se valga de iniciales, sr. be. No queda elegante.

    Ah, y no me lea, hombre.

  18. Tres personas –una por sms y dos por correo– me piden que quite alguno de los comentarios anteriores, especialmente los más insultantes. ¿Por qué? Porque resultan ofensivos, me dicen. Consideraré esa posibilidad: la de quitarlos. No por censura, sino por respeto. Lo voy a pensar.

  19. Quien quiera que sea puede discrepar de Justo Serna. Mezclar argumentos que
    pueden sostenerse para explicar las propias opiniones no es compatible con el insulto puro y duro, la injuria, los jucios de valor…amparándose en el anonimato de la red no es en absoluto edificante. Es la cara oscura de este medio de comunicación. Nadie es perfecto.

  20. Interesante artículo, sí señor.

    Otra cosa relacionada. Es habitual y de buen gusto arremeter contra Sigmund Freud. Queda uno superferolítico y supercientífico atacar el freudismo. Puah, dicen. ¿Freud? Pura literatura.

    Pues bien, una de las ‘especies’ intelectuales más cansinas es la que pretende explicarlo todo con el darwinismo: sé de profesofres de literatura que esperan derribar a Freud apoyándose en Darwin. La pregunta es: ¿y qué hace un profesor de literatura metiéndose en esos jardines?

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