0. Aquí me tienen. Sí, en efecto, aquí me tienen de nuevo. Observen el retrato que me ha hecho Monigote. Me hizo posar entre las flores, entre plantas y árboles. Como si estuviera oculto, saliendo de entre la maleza. Así es. Siempre que estamos disfrutando de unos días en la Serra d’Aitana, él me retrata con ese decorado: con algo de umbría, como si estuviera de incógnito, como si mi imagen la hubiera capturado de improviso. Me hace emboscarme tras hojas y tallos, entre tímido y dudoso y defensivo. En algunas ocasiones, la imagen expresa alegría, sonrisa franca; en otras, mi aspecto refleja estupor. Es el caso del retrato que ven. Miro, sí; pero miro con duda, con aturdimiento incluso. Quizá Monigote ha sabido observarme sin miramientos, precisamente; quizá ha sabido captar el estado de ánimo que las flores, la pose o el bronceado no ocultan, pues los ojos que ustedes ven muestran a un tipo desconcertado, sorprendido y temeroso: prematuramente envejecido, con una calvicie irreparable, con unas arrugas que ya roturan su piel. Acostumbro a retratarme sonriente. No digo cheese ni treinta y tres: fuerzo la impresión riéndome, que es el modo de aparecer menos apergaminado. No sé. Esta vez, la boca escueta no nos permite ver los dientes. El resultado es inapelable. Mi rostro expresa algo de azoramiento, un rictus triste, muy distinto del que ofrecía el turista que se retrataba en julio: desenvuelto, seguro, sin reparos.
Pero no entiendo: no entiendo por qué ahora Monigote me capta así. Un agosto en Alemania, en Requena, en Santander y en la Serra d’Aitana me ha dejado bien preparado para regresar a Valencia y a la rutina. Insisto: no sé qué es lo que Monigote distingue que yo no consigo ocultar. Pero dejemos esta herida narcisista, la efigie desvaída de uno mismo, y pensemos en lo fundamental. Ese tipo que aquí aparece mira, observa, se esfuerza por ver. ¿Y qué es lo que ve? Y ustedes, ¿qué es lo que ven o han visto?
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2. Turista estoico
A la vuelta de las vacaciones, el blogger amenaza con contarnos sus vacaciones, sus vivencias estivales. No estaría mal si así lo hiciera, pues siempre hay algo original cuando el yo se desplaza: siempre pasa algo. Pero convendrán conmigo en que el turismo no suele reportarnos experiencias inauditas o conocimientos insólitos. También en verano los periódicos adelgazan. Hablando de turistas, admitiremos en fin que las guías ya están editadas, los periplos ya están programados, los lugares a visitar ya se conocen de antemano y, a la postre, regresamos a casa, aliviados tras el esfuerzo viajero, la estancia playera o el retiro rural. Regresamos a casa. Uf, una catástrofe aérea nos conmueve haciéndonos ver lo que no queríamos reconocer: que todo puede perderse en un instante, que nuestras vidas penden y dependen, que la civilización es una defensa contra las ofensas del azar.
Pero el turista renuncia en principio a contar lo que ha visto, pues admite que es impúdico empezar así la temporada: con un álbum de fotos que mostrar a los amigos y vecinos. Al blogger que ha hecho turismo le da reparo hablar de sí mismo, con un yo que sólo se atreve a mostrar en caricatura, ya ven. Más aún, quiere profesar lo que Fernando Pessoa dijo –le hizo decir a Álvaro Coelho de Athayde, barón de Teive–: «la dignidad de la inteligencia está en reconocer que es limitada y que el universo existe fuera de ella. Reconocer, con disgusto o no, que las leyes naturales no se someten a nuestros deseos, que el mundo existe independientemente de nuestra voluntad, que el hecho de estar tristes nada demuestra sobre el estado moral de los astros, ni siquiera de la gente que pasa por delante de nuestras ventanas».
Estas palabras proclaman un antinarcisismo muy conveniente: son palabras de uno de los heterónimos de Pessoa y expresan también un estoicismo que el blogger quiere profesar de vez en cuando. Ustedes me perdonarán ser así de lacónico.
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3. Microrrelato
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4. Hemeroteca
1. Reseña de Justo Serna sobre El bolso de Ana Karenina, de Anna Caballé, en Ojos de Papel, septiembre de 2008.
2. Reseña de Francisco Fuster sobre Paseos por Londres, de Flora Tristán, en Ojos de Papel, septiembre de 2008.
La verdad es que yo veo un monigote. Un dibujo en Paint o programa similar -suficiente para captar las esencias- y entre esas esencias veo como un asombro indigesto, una indiferencia incómoda, que no acaba de serlo, pero que se amarga y sorprende a la vez de ciertas realidades que sólo se pueden expresar con ese careto, tostado de sol mediterráneo, monigotesco. Algo así. bienvenido a su casa
Bienvenido de nuevo, Justo. Algunos estábamos deseando volver a poner un poco de orden a esas horas veraniegas, y volver a leer los archivos de Justo Serna. Quizás, “la bruma” que nos relata Justo pueda desaparecer con la llegada del trasiego invernal, con la fatiga del día a día y, casi seguro que desaparece toda “bruma” con ese magnífico talento diario que refleja en sus escritos del blog.
Te miro a ti, aterido de miedo. Que importan lo tostado de tu piel, los viajes, el aplauso, el descanso y hasta los opiáceos en horrendos hoteles si sigue tu consciencia. Nadie que sea consciente puede sonreír tranquilo más que cuando se engaña, más que si nos engaña con la sonrisa hueca de la fotografía.
Pero yo ya he cumplido; he cuidado el lugar todo este verano. Aquí te lo devuelvo, sin rastro de maleza. Dos lunas sin aullidos lo han estado alumbrando. Me vuelvo con mis lobos, a lo hondo del bosque. Os beso entre las cejas. Que seáis tan felices como yo os deseo y el miedo os lo permita.
Gracias, señor Arnau Gómez, señor Juan Planas, señora Julia Puig, señora Mary Wollstonecraft.
Sea muy bienvenido. Esperemos que le dure, que nos dure todos el efecto del descanso, siempre tan corto.
¡Por todos los dioses, Justo! En vez el idílico veraneo que relatas parece que vengas de rescatar muertos de las tierras arrasadas por el Gustav. A propósito, los daños en Cuba han sido terroríficos, pero comprendo que en nuestros medios neocon en conserva europea manden las elegantes contradicciones en la moral íntima de la señora Palin y el señor MacCain. Por muchas más razones que no son del caso detallar ahora, comprendo la desazón pintada en el retrato de Monigote: las «instantáneas», como se llamaban antes, son mejor diagnóstico que el que pudiera emitir todo un congreso de psiquiatras.
En cualquier caso, qué bien, comienza el curso…
Querida Marisa, ¿qué tal? No espere usted a relatarnos esa estancia cántabra, aunque sé que está de Congreso (a ver cómo acaba…). Me gustaría leer sus palabras. Reciba un abrazo.
Querida Pavlova, reciba usted un saludo muy cordial de su fiel espectador.
Querido Miguel, ¿qué tal? Abrazos enormes. ¿Esa impresión causan mis palabras? ¿Parece que vengo de rescatar muertos de las tierras arrasadas del Gustav? He querido jugar con esa impresión penosa que de mí da la caricatura de Monigote.
Estoy en Madrid y excepcionalmente he abierto el ordenador. No podré escribir hasta mañana, ya desde VLC (que es como ahora se le llama a mi ciudad: por la gente final y principal). Una horterada…
Lo único que diré, de momeneto, sobre el Cantábrico, es que le agradezco infinito que esperara a nuestra marcha para ponerse levantisco. No me hibiera gustado ver, desde mi bien situada ventana del Palacio, esas enormes olas que veo ahora en la TV. Por el contrario, vi un mar tranquilo, unas costas encantadoras que producían a la perfección ese estado de ensimismamiento (o enmimismamiento) que necesitaba para escribir sobre mí -cosa harto difícil, por cierto- sin caer en la depresión.
¡Vaya con don Justo! ¿Es que usted no para? ¡Ahora en MRD, después de un verano tan intensamente viajado! ¿Volverá directamente al VLC o pasando por BCN?
Esa cuestión de las siglas creo que proviene de los billetes de avión,donde -seguramente por economía- los nombres vienen así menguados. Y ¡claro!, como la gente «fina» sólo viaja en avión…
¡Hola Justo! ¿Qué tal? Después de tanto tiempo, parece que podré permanecer una buena temporada en la blogosfera y, claro, es aquí al primer lugar al que me dirijo.
Un abrazo y un saludo a todos. Encantado de conocerles.
¿¡Qué ha visto, Justo?! ¿Ha espiado algo que hubiera preferido no ver?
Don Justo,
Le han pillado desconcertado, vale. La cuestión está en saber si de veras lo está, o fue un simple renuncio. La ciencia sociológica, aprovechando que usted estaba en la Serra d’Aitana ha determinado que los catalanes estamos ‘perplejos’. Para que vea.
Un saludo muy cordial y bien retornado al mundo de los vivos.
Parece que, al fin, alguien, en este caso Angel Duarte, empieza a apuntar hacia la verdad. Le han pillado, don Justo, en un renuncio, desarbolado tras la arboleda, quizá recién salido de un sueño en el que era otro el paisaje y otros los personajes, de un lugar simbólico donde la inocencia consistía en estar solo y pensar que el mundo ya no existía… Pero siempre se despierta, del sueño como de la pesadilla, aunque la expresión no pueda ser otra sino que la que es, la suya;-)
la que es, la suya. Quería escribir.
Dos apuntes.Ayer,sábado,tuve la oportunidad de escuchar una disertación,sonbre Antonio Machado y su peripecia en Baeza.El ponente , D. Antonio Chicharro,expuso una nueva,para mi, visión del mundo poético de Machado, la visión teatral de los poemas del poeta.
Por otro lado. No debe preocuparle a Dña Marisa el proceso congresual.Saldrá un tapado de Dña Leire y apuesto por Ximo Puig y en su defecto por J.L. Abalos.Descártense otra opciones que pretendan ser aspirantes al cetro del exmo. sr. Camps.
En cuanto a las siglas, permitánme pronunciarme extracongresualmente, ya que no pertenezco a la organización que está en ese proceso.Y lo haría a la gallega.¿No les parece que ya hemos hecho bastantes concesiones a la rancia derecha que nos manda?.La bandera, lo himne, el nombre de una autonomía sin nombre,porque Comunidad es más propio de una de vecinos que de un ente autonómico. Pregúnteme si me gusta P.V. y les diré que no, pero que a falta de pan….Ya me gustaría tener un nombre que definiera a este país que carece de él.Integrar a Alicante en el proyecto de este ente autonómico sería un logro a apuntar en el haber del político que lo consiguiera.Está por nacer, tal vez.
Pablo, bienvenido.
David, bienvenido.
Àngel, bienvenido.
Bienvenidos todos.
Me dice una lectora en correo aparte que no se entiende lo que digo en este post. Que si he vuelto muy críptico, que si estoy triste. No, no. Vuelvo, como casi todos: sin ganas de trabajar. Nada más. El tono que empleo de desconcierto no es de tristeza. No, por Dios: suelo ser optimista e incluso entusiasta. Además, el estoicismo no es sinónimo de tristeza. Al contrario, me lo administro cuando el entusiasmo no me deja ver bien. Seguimos.
Queridos todos, me da mucho gusto ver que están bien y de vuelta.
Me gusta mucho la idea del estoicismo de Don Justo.
Y combina perfectamente con la de austeridad equilibrada, sin mandangas metafísicas.
Muy resumido, creo que el consumismo estúpido que padecemos (sobre todo lo padecen esos jonvenzanos adocenados con perpetua cara de aburrimiento)no hace sino envilecer. Consumir, en una especie de broma macabra, el carácter que nunca llega a ser forjado.
Feliz otoño a todos, probablemente la época de año más hermosa. Al menos para mi gusto.
Se me da una higa que se vaya Perséfone con su padre o con su tía…
Besos a todos.
M.
Espero que estas vacaciones les hayan sentado a todos ustedes tan bien como a mí. Que, una vez pasada esa dura etapa de depresión postvacacional, nos reincorporemos a los alegres -a la vez que sesudos- debates a los que ya no podemos renunciar, porque han pasado a ser parte de nuestro quehacer diario.
Por cierto, don Arnau, no se preocupe usted, porque no va a haber cambio de siglas ni giro a la derecha. Laq mayoría silenciosa, esta vez va a hacerse oír, puede usted estar seguro.
Don Justo, yo le diría a su preocupada lectora que, al menos en los días que coincidí con usted, no le ví triste, ni tan siquiera desconcertado. Lo de críptico, lo hemos podido apreciar ya en otras ocasiones, por lo que creo que forma parte de su carácter: le gusta poner un poco de misterio a la vida…
Dña Marisa,no estoy preocupado,ya que se que personas de su solvencia se preocupan de mis posiblespreocupaciones.Dejo en sus manos mi futuro.Resuelvanlo lo mejor posible,que tampoco hay que pedir la luna.
Señor Arnau, su estimada amiga Marisa, que por suerte se encuentra entre mis más recientes descubrimientos, me habla insistentemente de este foro privilegiado donde Justo reparte vida literaria y pensamiento sereno. Y aquí estoy, por fin, leyéndoles. A Justo un buen saludo y un abrazo, yo te veo como siempre: Observando certero y al Sr. Arnau descuide: Para enmendar esa lamentable ponencia marco, la izquierda está participando de un proceso de escritura colectiva que para sí quisiera la Gramàtica de la Fantasia de Gianni Rodari.
Un saludo cariñoso, Berta. Todo un honor. He puesto un enlace a tu blog en mi lista. ¿Qué hay que ver y qué hay que hacer? Como diría el personaje de Fernando Pessoa (vaya, hoy toca Pessoa), hay que vivir interesadamente lo romántico de las cosas, y románticamente lo ordinario de la vida. Estoy en ello. Estamos en ello.
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Nuevo post, lunes 8 de septiembre a las 8 de la tarde
COMPROMISO Y DISTANCIA (El franquismo y nosotros)
El honor es mio. Le cito «vivir interesadamente lo romántico de las cosas, y románticamente lo ordinario de la vida».
Fantástica fórmula que le amplío con estos versos de Alberto Caeiro (mi Pessoa favorito…)
«…lo que sí hace falta es ser natural y sereno,
en la felicidad o en la infelicidad
sentir como quien mira,
pensar como quien anda,
y cuando se va a morir, acordarse de que el día muere,
y que el poniente es hermoso y es hermosa la noche que queda…
Y que si es así, es porque es así»
Sigamos mirando y caminando. Hasta pronto.
Bien, hemos cosechado otra amante de la poesía. Bienvenida pues a esta casa donde procuramos que no sea nunca una fórmula hablar con naturalidad de las contradicciones de estar vivos todavía.