La imaginación histórica

 Uno. Tengo el honor de presentarles mi nuevo libro:

La imaginación histórica.

Ensayos sobre novelistas españoles contemporáneos.

Ha sido galardonado con el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2012, que concede anualmente la Fundación José Manuel Lara y la Obra Social de Ibercaja.

Según la nota que se ha hecho llegar a los medios, «La imaginación histórica, de Justo Serna, es una de las grandes apuestas editoriales del año de la Fundación José Manuel Lara».

Dos. El volumen ya está editado, disponible en el mercado a partir del 19 de junio. Se presenta a los medios de comunicación en rueda de prensa el 21 de junio, a las 11,30 horas, en la sede del Grupo Planeta en Madrid (Paseo de Recoletos, 4-5ª planta).

Tres. En la contracubierta de este libro puede leerse lo siguiente:

«Este libro es un ensayo de historia cultural. No trata del pasado, sino de la ficción. Trata de la novela y de ciertos novelistas. En concreto reconstruye sus obras y sus correspondencias, las invenciones y las experiencias históricas en que se basan. De todas las posibles, Justo Serna ha escogido las de Eduardo Mendoza, Luis Landero, Arturo Pérez-Reverte, Antonio Muñoz Molina y Javier Cercas. Todos ellos se dan a conocer tras la muerte de Franco y al hacerlo incorporan y rehacen las tradiciones literarias que la Guerra Civil y la Dictadura quebraron o abolieron. ¿De qué modo aprendieron a ser locales y universales, leales a tradiciones previas y a la vez innovadores? El análisis permitirá averiguar qué fue para ellos el pasado, esa contienda del 36 que no vivieron. O qué fue el régimen franquista, que todos padecieron. O qué fue la Transición, que a punto estuvo de atascarse trágicamente. Las novelas expresan miedos, esperanzas y tanteos, repiten esquemas y ensayan nuevos caminos. Los autores son hijos de su tiempo y a la vez se aúpan, se elevan por encima de la corriente. Son individuos más o menos desconcertados, contemporáneos de una época que carga con un pasado del que se distancian».

Cuatro. Entrevista a JS por Carmen Carballo (Fundación José Manuel Lara), mayo de 2012:

–¿’La imaginación histórica’ es fruto de su trabajo como crítico? ¿Cuánto tiempo le ha llevado?

–No sabría precisar. Así, a bote pronto, yo calculo que este libro me ha costado cincuenta y tantos años de trabajo: como lector de novelas, principalmente. Pero también como historiador, como crítico. Desde pequeño supe que la ficción me era aprovechable; supe que los que crean, me recrean obligándome a salir de mí mismo; descubrí, en fin, que la literatura es una defensa contra las ofensas de la vida (según indicara Cesare Pavese). Sin duda, cuando escribo crítica cultural, cuando hago historia cultural, sigo unos preceptos que espero haber aplicado en este libro.

Leer más aquí.

Cinco. Entrevista a JS por Ferran Bono para El País (10 de mayo de 2012):

«En palabras del propio Serna: «Como historiador observo la literatura de ficción, ciertas novelas de ciertos autores, todos narradores varones, que asumen el pasado reciente español, cargan con el desastre de nuestro país y después lo reelaboran a través de la ficción, en una suerte de explicación y también de salida´´…»

Leer más aquí.

Seis. Entrevista a JS por Silvia Hernando para El País (13 de junio de 2012):

“Los novelistas aportan una concepción de la realidad histórica que afecta e influye enormemente en nuestra interpretación del pasado reciente, a veces mucho más de lo que los historiadores pueden decir”, señala el autor. “Mucha gente se forja la visión del franquismo a través de la ficción novelesca”. El rizo se riza con la cuestión de la tradición literaria en España, a la que la Guerra Civil puso freno, y el exilio impuesto a muchos a su fin. “La reconstrucción cultural española se hace incorporando tradiciones rotas e incorporándose los nuevos autores a tradiciones foráneas”, explica Serna. Es decir, que los mundos españoles que los escritores dibujan en sus novelas están también perfilados por el influjo de la literatura universal…»

Leer más aquí.

Siete. Entrevista a JS por Javier Ors para La Razón (17 de junio de 2012):

«Desde un prisma personal, estos escritores circulan por la orilla de la Historia aportando su visión, una mirada propia, diferenciada, que les distingue del resto. De Mendoza [Justo Serna] subraya «su recreación del pasado con ironía, parodia y un respeto fiel. Pone guasa a ese dolor real que él trata y detalla en sus libros»; de Cercas, que «en sus novelas siempre hay varones desnortados, que no son héroes, pero que poseen pequeñas virtudes que les lleva a actuar con corrección»; de Muñoz Molina, «su concepción de la ficción como un conjunto de vidas posibles que, además, le permiten analizarse a él mismo como autor en unas circunstancias que no ha vivido»; de Landero, que «muestra un tipo de personaje, charlatán fantasioso, que piensa en el futuro para arreglar el pasado», y de Pérez-Reverte, «la idea de cronista. Es el más moralista, aquel que nos alecciona sobre los errores cometidos. En sus relatos siempre está latente la tensión entre el pueblo noble y bruto y unos dirigentes traidores a la causa colectiva».

Leer más aquí.

Ocho. Entrevista a JS por Esther Peñas para Solidaridad digital (26 de junio de 2012):

«Recuerda en uno de los capítulos las palabras de Pavese a propósito de que “la literatura es un defensa contra las ofensas de la vida”. ¿Por qué hay tan pocas novelas que sean luminosas, es decir, que canten o que recreen la parte no en penumbra de la vida?


Si hiciéramos una inspección o reflexión veríamos que no necesariamente es así; hay muchas novelas que tienen humor, guasa, esos elementos de broma podríamos decir que son una recreación de la felicidad y provocan felicidad. El humor es una defensa contra las ofensas de la vida y, por tanto, una manera de evitar el daño que nos inflige la existencia porque vivimos infelices, creemos que no tenemos lo que debemos y, por tanto, con la narración podemos cotillear en las vidas ajenas y salir airosos o indemnes de las experiencias desastrosas que otros viven y nosotros vemos con superioridad o suficiencia».

Leer más aquí.


Seguiremos informando.

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-Reseña de La imaginación histórica:

Braulio Ortiz, «Fabulaciones del pasado español», Diario de Sevilla, Málaga Hoy, Diario de Jerez

-Reseña de La imaginación histórica:

Letras hispanas

45 comentarios

  1. Quiero sumarme a las felicitaciones por la publicación de su nuevo libro, además de aprovechar esta ocasión para saludar a los amigos habituales de este blog, y a los nuevos contertulios que se van sumando.

    Seguramente el contenido de estos ensayos dará para el debate puesto que ya la contraportada es sugerente: “Los autores son hijos de su tiempo y a la vez se aúpan, se elevan por encima de la corriente. Son individuos más o menos desconcertados, contemporáneos de una época que carga con un pasado del que se distancian”. Me pregunto si realmente los autores se distancian del pasado o cargan con él, y son designados – aunque sea a posteriori- para realizar una nueva narración del mismo.

    Enhorabuena !!!!

  2. Enhorabuena, Sr. Serna. Ya sabe que me alegro mucho por el premio y por la publicación de su ensayo. Sin duda alguna debe ser la gran apuesta editorial de la Fundación Lara.

    Imagino que en Valencia también se presentará, ¿no?

  3. A riesgo de ser repetitiva: muchas felicidades, señor Serna. Ya sabe usted las ganas que tengo de tener en mis manos ese libro. La muestra nos abrió un enorme apetito.

    Saludos, R.S.R. Ya la echaba yo en falta.

  4. ¡Anda! ¡Qué bonito me ha quedado! «Tengo de tener». Si es que, a estas horas… bueno, será mejor que me vaya a dormir.

  5. Marisa, muchas gracias. Lo tendrá, lo tendrá: y no me oblige a decir más…

    Profeballa: muchas gracias desde acá.

    Leda: como siempre, muchas gracias. ¿Presentación en Valencia? Lo comentaré con los responsables: a ver si es posible.

    R.S.R.: muchas gracias. En esas palabras que menciona está la clave. Durante esta semana voy a reproducir entrevistas que me están haciendo. Lo mejor sería leer el libro, no las entrevistas, pero en todo caso: en esas interviús preciso lo mínimamente lo que todavía no se ha leído en conjunto.

    Juan Antonio: ojalá le ocurriera a mi prosa lo que usted dice. Cuando escribo procuro cometer el menor número de errores. Me gustaría escribir con la frialdad de los poetas y con la pasión de los científicos. Eso dijo Vladímir Nabokov (de quien estos días, por otros motivos, he releído ciertos pasajes).

    Àngel: la presentación que iba a ser en Sevilla se ha trasladado a Madrid. ¿Por qué? ¿Ah? Sé que hay otra presentación fija en Zaragoza, en octubre. Las restantes no sabría decirle… Muchas gracias.

  6. Cuatro. Entrevista a JS por Carmen Carballo (Fundación José Manuel Lara), mayo de 2012:

    –¿’La imaginación histórica’ es fruto de su trabajo como crítico? ¿Cuánto tiempo le ha llevado?

    –No sabría precisar. Así, a bote pronto, yo calculo que este libro me ha costado cincuenta y tantos años de trabajo: como lector de novelas, principalmente. Pero también como historiador, como crítico. Desde pequeño supe que la ficción me era aprovechable; supe que los que crean, me recrean obligándome a salir de mí mismo; descubrí, en fin, que la literatura es una defensa contra las ofensas de la vida (según indicara Cesare Pavese). Sin duda, cuando escribo crítica cultural, cuando hago historia cultural, sigo unos preceptos que espero haber aplicado en este libro.

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    Cinco. Entrevista a JS por Ferran Bono para El País (10 de mayo de 2012):

    «En palabras del propio Serna: «Como historiador observo la literatura de ficción, ciertas novelas de ciertos autores, todos narradores varones, que asumen el pasado reciente español, cargan con el desastre de nuestro país y después lo reelaboran a través de la ficción, en una suerte de explicación y también de salida´´…»

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    Seis. Entrevista a JS por Silvia Hernando para El País (13 de junio de 2012):

    “Los novelistas aportan una concepción de la realidad histórica que afecta e influye enormemente en nuestra interpretación del pasado reciente, a veces mucho más de lo que los historiadores pueden decir”, señala el autor. “Mucha gente se forja la visión del franquismo a través de la ficción novelesca”. El rizo se riza con la cuestión de la tradición literaria en España, a la que la Guerra Civil puso freno, y el exilio impuesto a muchos a su fin. “La reconstrucción cultural española se hace incorporando tradiciones rotas e incorporándose los nuevos autores a tradiciones foráneas”, explica Serna. Es decir, que los mundos españoles que los escritores dibujan en sus novelas están también perfilados por el influjo de la literatura universal…»

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    Siete. Entrevista a JS por Javier Ors para La Razón (17 de junio de 2012):

    «Desde un prisma personal, estos escritores circulan por la orilla de la Historia aportando su visión, una mirada propia, diferenciada, que les distingue del resto. De Mendoza [Justo Serna] subraya «su recreación del pasado con ironía, parodia y un respeto fiel. Pone guasa a ese dolor real que él trata y detalla en sus libros»; de Cercas, que «en sus novelas siempre hay varones desnortados, que no son héroes, pero que poseen pequeñas virtudes que les lleva a actuar con corrección»; de Muñoz Molina, «su concepción de la ficción como un conjunto de vidas posibles que, además, le permiten analizarse a él mismo como autor en unas circunstancias que no ha vivido»; de Landero, que «muestra un tipo de personaje, charlatán fantasioso, que piensa en el futuro para arreglar el pasado», y de Pérez-Reverte, «la idea de cronista. Es el más moralista, aquel que nos alecciona sobre los errores cometidos. En sus relatos siempre está latente la tensión entre el pueblo noble y bruto y unos dirigentes traidores a la causa colectiva».

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    Seguiremos informando.

  7. Mi enhorabuena más sincera y mis mejores deseos para un éxito de ventas rompedor, algo que no será fácil.

    Me ha encantado la entrevista de Carmen Carballo, no hay duda que se ha leído el libro y todas las cuestiones van muy centradas. La de Javier Ors que me pilla desprevenido y me deja perplejo en la primera respuesta cuando se da a entender, a través de las elevadas cuotas de crueldad y violencia, que la historia de España (en particular, interpreto por mi cuenta, contemporánea) es la de un país anómalo.

    Estas son la pregunta y la respuesta que me atormentan:

    Javier Ors: ¿Qué más se plantean?

    Justo Serna: Se interrogan sobre cómo los choques, conflictos y cainismos han sido posibles en la historia de España. Lo hacen sin reprochar nada a la generación anterior; lo hacen con historias ambientadas en el Siglo de Oro o en épocas más recientes, se plantean cómo ha sido posible que la historia de España tenga una constante y crueldades que parecen superiores a otra historia reciente vecina.

    ¿Qué nos pasa? ¿Fuimos anomalía, dejamos de serlo (Carr, Fusi…) y ahora volvemos a ser la excepción según las fuentes literarias? Venga, don Justo, por favor, aclárame esto porque me vuelven los complejos.

    Mi apostilla:¿no será que estamos influidos por la terrible situación actual de crisis, que, a mi juicio, no demuestra otra cosa que somos como los demás (aunque hay “demases” que están mejor que nosotros)? ¿no será que la violencia y la crueldad son una materia prima literaria de primera y, por fuerza, la gravitación sobre este tema de los autores elegidos no invita a una visión optimista sino todo lo contario?

    Saludos a todos.

  8. Mi enhorabuena más mayúscula, Justo. A ver, ¿cuándo lo presentamos en Palma? Un abrazo! :-)

  9. Muchísimas gracias, sr. Planas. No sé qué responder a eso me plantea. ¿Ir a Palma? Por mí, encantado. Como encantado estoy con su libro: ‘El árbol de Teneré’, que edita Calima.

    Iba a escribir sobre dicha obra, pero Francisco Fuster ha publicado una reseña tan precisa, tan exacta, que me ha frenado. No renuncio, sin embargo, a escribir sobre su libro, que a todos recomiendo. Lean aquí la reseña de Francisco Fuster.

    http://www.malestarencultura.blogspot.com.es/2012/06/juan-planas-bennasar-el-arbol-de-tenere.html

  10. Muchas felicidades, don Justo. La edición es buena y la portada resulta muy atractiva. Y me parece un acierto la inclusión en la misma de los nombres propios de los que se ocupa. Enhorabuena a todos.

  11. Me sumo a la felicitación al señor Serna, es francamente bonita la edición, como dice Alejandro Lillo. También he leído la reseña de Fuster sobre Juan Planas, sí, es excelente.

    Como no todo han de ser alegrías, me ha apenado mucho la muerte de Juan Luis Galiardo. Siempre me pareció un tipo gracioso, con ese ingenio truhanesco tan personal, me hacía reír en sus papeles de comedia y en sus entrevistas; siempre parecía, con esa dicción tan inencontrable en los actores de ahora, que estaba llevando al huerto… Pero cuando me conquistó de verdad fue la noche en que hizo de Creonte para Antígona en el Romano de Sagunto. Dios mío, qué voz. A veces pienso que sólo en el teatro es imposible disimular que se es un mal actor, y que, de igual manera, sólo respondiendo al desafío de la escena demuestra uno que realmente ha nacido para esto. Galiardo fue magnífico.

  12. Muchas gracías, Sr. Montesinos. Le agradezco el detalle. Si alguna vez presento este libro en Valencia, usted tendrá que acompañarme. ¿No?

    La reseña de Francisco Fuster es un ejemplo de exactitud, de precisión, con buen gusto, con nota erudita y con cortesía hacia el lector.

    ¿Y qué decir de Juan Luis Galiardo? Que me da mucha pena. Que también lo admiré. Incluso en sus papeles menores y exclusivamente alimenticios daba lo mejor de sí mismo. Llenaba el personaje con su corpulencia, con su voz y con su dominio actoral. Era una presencia.

    En un par de ocasiones, mi hijo y yo coincidimos con él en los vestuarios de la piscina que entonces frecuentábamos en Valencia. Cuando actuaba en algún teatro de esta ciudad, allí que acudía Galiardo para mantenerse en forma y para refrescarse. Parecía un hombre muy coqueto. Era de charla agradable, jovial, nada engreída. Le daba consejos a mi hijo sobre los largos, cómo hacerlos, cómo sacarles rendimiento.

    Ahora todo ha cambiado: Galiardo ha muerto, mi hijo se ha hecho efectivamente largo y yo…, pues yo no nadaré, salvo que me obliguen la Guardia Civil o el urólogo. O el ufólogo.

    Viva Galiardo.

  13. ¡Viva Galiardo! En la memoria colectiva de este atribulado país, él estará siempre dando ánimos al personal, con su socarronería positivista, con su simpatía nada forzada, con su capacidad para pasar de la tragedia a la comedia sin despeinarse. Un verdadero señor de la escena.

    ¿El ufólogo? ¿?

  14. Enhorabuena. Ya me gustó mucho Héroes alfabéticos. Vuelvo a oír el nombre de Manuel Alvar, que da nombre a una biblioteca de Madrid.
    Bien, en EL PAÍS aparecen las mejores series de TV.
    Apuesto por Twin Peaks, El superagente 86, Mad Men, Friends, A dos metros bajo tierra, Aquellos maravillosos años.

  15. Cuando vino con El avaro, el caballero se paseaba por el Mercado Central vestido de siglo XVII y embaucando a las señoras para que acudieran a verle a él, que simulaba ser el seductor que resulta que sí era. Cuentan que incluso se encontró con la señora Alcaldesa en un puesto de pescados, daría mi Hamlet de Austral por haberlo presenciado.

    Yo le acompaño hasta al gabinete del ufólogo, si usted me invita.

  16. El ufólogo, sí.

    La realidad es un desbarajuste informativo y yo ya creo que cualquier cosa puede suceder. Pronto veremos pasar algún OVNI; tendremos avistamientos. Estamos en verano y los marcianos suelen aprovechar nuestro decaimiento o nuestro despiste para lucirse garbosos y para retarnos.

    El otro día, un amable periodista me preguntó sobre cuestiones personales. Sobre virtudes, defectos: cosas así. Hablábamos por teléfono móvil, ese ingenio del demonio. Yo le dije que mi principal defecto era el sedentarismo. Gracias a las novelas, me evito muchos desplazamientos, añadí. «O sea», aclaró, «que prefiere estar tumbado a emprender viajes». Eso fue lo que entendí.

    No. No me gusta estar tumbado, sino sentado: disfrutando con las ficciones. Ahora tengo la sensación de que las páginas de los periódicos están pobladas por extraterrestres. Tengo la sospecha de que están escritas por expertos en saberes arcanos. Y tengo la impresión de estar leyendo historias inverosímiles y contradictorias.

    He de pedir cita en el ufólogo. O mejor: dejo la prensa y me voy a leer tumbado.

  17. Está claro que ese periodista no ha leído muchas novelas. Por cierto, la presentación en Madrid a los medios resultó todo un éxito, no?

  18. Hablando de abducciones y de novelistas que le son caros al señor Serna. Una conductora de autobús detiene el vehículo repleto de gente en la parada de turno, que a la sazón resulta ser la más cercana al domicilio de la mandamás consistorial. Ésta, que acaba de salir de un taxi, advierte que el autobús -«su» autobús- viaja adornado con carteles que le aluden directamente a ella acusándola de perezosa con los pagos. Visiblemente, enojada, la preboste -sospecho que ante la mirada atónita del chófer del coche oficial- se lanza como un toro bravo sobre el autobús. (A ver quién es el agente policial que se atreve a ponerle una multa si, con el encabritamiento, le dio por cruzar en rojo). En ese momento, y a grandes voces – a esto le han llamado sus portavoces «tuvo unas palabras»- recrimina a la conductora su sueldo de tres mil euros y pico y le conmina a arrancar urgentemente las insidiosas pegatinas. Reconózcanme que esta historia -obviamente ficcional- se le hubiera podido muy bien ocurrir a Eduardo Mendoza, pero claro, como me la ha inventado yo no van ustedes a atribuirme ningún mérito.

    No voy a entrar en el contenido político del asunto. No sé si el sueldo de los conductores es tan alto como pretende la alcaldesa o tan bajo como se está diciendo desde el otro bando. Me interesa la cuestión formal, diría que estamos ante todo un estilo de hacer política. Nos quejamos de la falta de «cercanía» de los gestores, pues toma, dos tazas. Imagine usted señor Serna que uno de esos días en que usted está analizando con sus alumnos las causas del fracaso de la revolución burguesa en España irrumpe en el aula la señora alcaldesa llamándole al orden y recordándole… no sé, lo que se gasta usted en sus visitas al ufólogo, por ejemplo.

    O imagínese que entra en este blog y nos dice cuatro cosas bien dichas. Dicen que la conductora estuvo muy mal de ánimos ese día. Reconozcamos que nos acojonaríamos todos un poquito en un trance tal.

  19. Sr. Montesinos, me lee los pensamientos. Mi columna de mañana en El País, adivine de qué va. Sí, de doña Rita. Como soy muy moderado y no quiero que me enchironen, procuro gastar sutilmente la guasa, la ironía. Pero trato ese asunto. He mandado dicha columna y ahora leo su comentario.

    Ay, sr. Montesinos. Somos almas gemelas: me refiero a la alcaldesa y yo. Le pido urbanidad…

    Luego abriré una entrada en el bog en la que trataré este asunto, el de los personajes de ficción y la verosimilitud. El delainvención y lo real… Citaré su blog y su última entrada. Qué cariñoso se muestra usted con House.

  20. He tenido algunos malos amigos en mi vida. He procurado ir abandonándolos por razones de supervivencia, pero mentiría si dijera que no me divertí mucho con ellos. Con House me ha pasado esto.

    Espero su columna de mañana.

  21. Enhorabuena Sr Serna. No me extraña que sea la apuesta de la editorial es usted una apuesta segura. El tema es muy atractivo. La novela siempre nos acerca al pulso de la historia.
    También espero que haya presentación en Valencia

  22. Como siempre, don Justo, su columna de El País es divertidísima. Creo que tiene usted un buen futuro como humorista. Porque ¿qué es, sino el más fino humor, decir que la alcaldesa toma muchos «refrescos»?

  23. […] es parodia sangrienta hecha, eso sí, con sutileza y mucha caballerosidad. Esto mismo lo trato en La imaginación histórica, el libro que la Fundación José Manuel Lara me acaba de […]

  24. Ocho. Entrevista a JS por Esther Peñas para Solidaridad digital (26 de junio de 2012):

    «Recuerda en uno de los capítulos las palabras de Pavese a propósito de que “la literatura es un defensa contra las ofensas de la vida”. ¿Por qué hay tan pocas novelas que sean luminosas, es decir, que canten o que recreen la parte no en penumbra de la vida?


    Si hiciéramos una inspección o reflexión veríamos como no necesariamente es así; hay muchas novelas que tienen humor, guasa, esos elementos de broma podríamos decir que son una recreación de la felicidad y provocan felicidad. El humor es una defensa contra las ofensas de la vida y, por tanto, una manera de evitar el daño que nos inflige la existencia porque vivimos infelices, creemos que no tenemos lo que debemos y, por tanto, con la narración podemos cotillear en las vidas ajenas y salir airosos o indemnes de las experiencias desastrosas que otros viven y nosotros vemos con superioridad o suficiencia».

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  25. Jacinto Haro Ruiz, profesor de un instituto de Mérida, presentó esta experiencia y nos introdujo en el mundo de los adolescentes, contando las estrategias que le permiten acercar la lectura a sus alumnos. Lanzó propuestas de acción, en las que los chicos y chicas dejan de ser meros lectores y se convierten en investigadores de novelas, entrando a formar parte de la trama del texto o historia. Unido a esto nos convenció de la necesidad de transmitir a los alumnos la importancia de compartir lecturas y de que “leer es una opción que toman muchas personas no expertas para aprender, disfrutar y divertirse”. A lo largo del curso estos alumnos invitan a profesores de distintas materias a compartir con ellos una lectura y una reflexión posterior.

  26. Jacinto Haro Ruiz, profesor de un instituto de Mérida, presentó esta experiencia y nos introdujo en el mundo de los adolescentes, contando las estrategias que le permiten acercar la lectura a sus alumnos. Lanzó propuestas de acción, en las que los chicos y chicas dejan de ser meros lectores y se convierten en investigadores de novelas, entrando a formar parte de la trama del texto o historia. Unido a esto nos convenció de la necesidad de transmitir a los alumnos la importancia de compartir lecturas y de que “leer es una opción que toman muchas personas no expertas para aprender, disfrutar y divertirse”. A lo largo del curso estos alumnos invitan a profesores de distintas materias a compartir con ellos una lectura y una reflexión posterior.

  27. ‘La imaginación histórica’
    Justo Serna
    Fundación José Manuel Lara. 20 euros

    Ficción analizada, ficción analítica

    Las novelas encierran un espíritu crítico a la hora de reflejar momentos de la historia actual o pasada. Esa carga analítica le sirve al novelista como reflexión, y al lector, como un despertar de su conciencia. A Justo Serna, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, le apasiona esa dimensión de los narradores actuales y ha escogido para su estudio obras de Eduardo Mendoza, Luis Landero, Arturo Pérez-Reverte, Antonio Muñoz Molina y Javier Cercas. Un brillante trabajo que desmenuza las claves sociopolíticas que emergen de un corpus literario tan diverso. En consecuencia, una excelente piedra de toque que invita a leer o releer ciertos libros.

    http://www.interviu.es/ocio/libros/articulos/libros-1900

  28. […] Decía Denis Diderot en su Éloge de Richardson (1761) que una novela no es necesariamente una sucesión de acontecimientos quiméricos o frívolos, mero entretenimiento. Admitía también que la lectura de historias ficticias no es forzosamente peligrosa para el gusto o las buenas costumbres. Piénsese que en el siglo XVIII, este género literario tenía serios detractores (como esbozo e indico en La imaginación histórica). […]

  29. […] metafóricas. El mundo pesaba y era material.Cuando estábamos buscando fotografía para mi libro La imaginación histórica, una ilustración para la cubierta, pensé que la instantánea de Miserachs, datada en 1964, era la […]

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